Último trámite superado para poner coto a la publicidad sobre criptomonedas. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se mantenía a la espera de que el Consejo de Estado despachara el proyecto de la circular y así lo ha hecho en su última sesión, según recoge el portal de transparencia. El texto definitivo lleva varias semanas ultimándose para incluir las aportaciones recopiladas durante la consulta pública y las apreciaciones del análisis realizado por el órgano consultivo del Gobierno. El documento se publicará previsiblemente el próximo lunes y la norma podría empezar a aplicarse dentro de un mes, según fuentes del supervisor consultadas por La Información.
Se trata de una norma que ha sido muy estudiada y que ha tratado de recoger todos las inquietudes de los distintos actores. Primero se lanzó una consulta pública previa, que se llevó a cabo entre el 5 y el 16 de abril del año pasado. A mediados de junio se volvió a poner a disposición de la sociedad el texto, pudiéndose enviar comentarios sobre el proyecto hasta el 31 de agosto. Finalmente, se ha incluido el análisis del Consejo de Estado para su elaboración. La circular que acabará siendo de aplicación en las próximas semanas tendrá algunas diferencias con respecto al documento publicado en verano.
En todo caso, guardará su esencia primigenia, fundamentalmente en lo que respecta a los fines y objetivos de su creación. Se han realizado bastantes cambios y matizaciones, pero no ha sufrido un cambio radical. Se prevé que se aclare de forma más precisa qué anuncios requieren de autorización según sus características y, en definitiva, tratar de que estén sometidos a los mismos requisitos de control a los que debe responder la publicidad de cualquier otro producto financiero.
El texto que verá la luz la próxima semana recoge cambios y matizaciones, pero guarda su esencia en lo que respecta a los fines y objetivos
Serán los anuncios masivos dirigidos al público en general los que mayor seguimiento tendrán por parte de la CNMV. No obstante, el resto de acciones publicitarias también quedarán sujetas a la actuación supervisora. En todo caso, la norma pretende que la publicidad sea "clara, equilibrada, imparcial y no engañosa" y que la información sobre el coste o rentabilidad de un criptoactivo contenida en las comunicaciones que se realicen sea "exacta, suficiente y actualizada, de forma adecuada a su naturaleza y complejidad, así como a las características de los medios de difusión utilizados".
La preocupación alrededor del mundo de las criptomonedas no deja de crecer ante su extrema volatilidad y su elevado componente especulativo, pero sobre todo porque está atrayendo a un ingente número de inversores inexpertos. Por ello, fue el propio Ministerio de Asuntos Económicos, a través de una reforma aprobada a principios de 2021 en Consejo de Ministros, el que se apresuró a abrir la puerta a que la CNMV se plantara ante este tema, aunque su poder supervisor se limitará a las campañas publicitarias.
Como hasta ahora el organismo presidido por Rodrigo Buenaventura no contaba con ninguna capacidad de acción, incluyó recientemente en una 'lista gris' a 53 firmas vinculadas a monedas tan popularizadas como bitcoin o ethereum. Esta carpeta virtual con 'bandera naranja', así como las sucesivas declaraciones llamando a la prudencia junto al Banco de España, han sido las únicas armas que ha podido utilizar la CNMV hasta ahora. Pero de manera inminente llegará la primera normativa española con la que se someterá a control las campañas de publicidad de criptoactivos, el principal elemento de gancho para nuevos inversores en este pujante mercado.
La primera normativa española busca que la información sea clara y no engañosa, pues la publicidad es el principal elemento de gancho para inversores inexpertos
El mayor recelo se cierne alrededor del uso de los criptoactivos como valor para la inversión y no tanto como moneda. Esta circunstancia hace que la regulación se vuelva más que necesaria para proteger al consumidor y que le permita conocer los riesgos asociados, si bien se requiere de una formulación coordinada con los países del entorno al tratarse de productos con un alcance global. La ola regulatoria que está por llegar mantiene en vilo a las diferentes firmas y proveedores que comercializan estos activos, aunque la banca tradicional ya empieza a analizar detenidamente su apuesta por la criptoesfera. Un ejemplo es Banco Santander, como contó este medio.
Paralelamente a la normativa nacional que regulará su publicidad, España, así como todo el Viejo Continente en general, espera con ansias a que Europa termine sus trabajos y ponga en marcha el Reglamento para un Mercado de Criptoactivos, conocido como MiCA, que permitirá contar con un respaldo legal, aunque su entrada en vigor tiene tintes de dilatarse en el tiempo. A la espera de esta regulación de Bruselas, el Gobierno de nuestro país ha ido modificando algunas normativas para dotar a los distintos supervisores de ciertas facultades con una función más bien de vigilancia. El Banco de España también cuenta desde hace poco con un registro de proveedores de servicios de cambio de moneda virtual por moneda fiduciaria y de custodia de monederos electrónicos o wallets, en virtud de la reforma de la ley de prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo.
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