Ferrovial entra en números rojos. La constructora ha perdido 72 millones de euros en el primer semestre del año, mientras en el mismo periodo del ejercicio anterior las ganancias habían superado los 240 millones de euros. La compañía ha explicado que ha tenido que provisionar 237 millones de euros para cubrir las posibles pérdidas del contrato de Amey, su filial británica, con el Ayuntamiento de Birmingham.
El resultado bruto de explotación, Ebitda, alcanzó los 122 millones de euros, un 74% menos, afectado también por el impacto de la provisión de Amey, sin el que se hubiera elevado a 359 millones de euros, según ha señalado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
En cuanto a las ventas, en el primer semestre del año, la constructora ingresó 5.935 millones de euros, un 2,4% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Por su parte, la deuda de proyectos alcanzó los 4.816 millones de euros frente a los 4.804 de final de 2017.
La compañía formalizó un programa de emisión de pagarés en el primer trimestre del año por un importe máximo de hasta 1.000 millones de euros, que ha sido registrado en la Bolsa de Irlanda. A través de este programa, Ferrovial puede emitir pagarés con vencimientos entre 1 y 364 días desde la fecha de emisión, posibilitando una mayor diversificación de las fuentes de financiación en el mercado de capitales y una gestión más eficiente de la liquidez disponible.
Las acciones en bolsa de la compañía se encuentran en un periodo de caídas y se dejan en lo que va de año un 5,84%. En la sesión de este jueves, ha crecido un tímido 0,03% hasta situar sus títulos en los 17,50 euros.
Juan Arena deja el consejo de administración
Además, esta misma tarde la compañía ha notificado a la CNMV la dimisión de Juan Arena, uno de los históricos del consejo de administración de la constructora. Tras 18 años formando parte del máximo órgano de gobierno del grupo ha decidido renunciar "a su deseo de contribuir a la renovación del consejo", según ha explicado Ferrovial en un hecho relevante enviado a la CNMV.
La compañía ya ha nombrado a su sucesor, que será Bruno di Leo, a la espera de que el que ha sido vicepresidente senior del grupo informático IBM y consejero del fabricante de motores estadounidense Cummins, acepte el cargo.
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