Lo piden al ministro

Los consumidores aprietan a las telecos para suspender nuevas subidas de tarifas

  • El estado de alarma decretado por el Gobierno podría dejar en cuarentena hasta nueva orden potenciales alzas de precios de las operadoras españolas.
Fotografía de archivo: teléfono móvil
Fotografía de archivo: teléfono móvil
Unplash

Los cambios de operador de telecomunicaciones están prohibidos hasta nuevo aviso. Las altas de nuevas líneas, excepcionales en un mercado que apenas crece en España, están salvadas. En este escenario, los consumidores piden al ministro de Consumo una tregua en las tarifas y aprietan a las compañías para que no hayan subidas y que se alarguen los descuentos mientras que se mantenga el estado de alarma. Las compañías advierten de que no hay cambios a la vista.

El decreto de estado de alarma aprobado por el Gobierno incluyó por sorpresa una medida que ha despertado los recelos de las compañías más pequeñas y de la propia Másmóvil, que entienden que es una limitación artificial del mercado y de la libertad de los clientes. Se prohibían los cambios de operador en un mercado como el español, altamente competitivo y que sólo en diciembre superó la barrera de las 600.000 portabilidades de teléfonos móviles. Esa medida deja a millones de clientes sin posibilidad de moverse a otros proveedores y frena por completo la guerra comercial desatada durante los últimos años. Esa circunstancia deja 'cautivos' a todos esos usuarios. Y por eso los consumidores exigen un cierto blindaje.

La organización Facua ha planteado formalmente al Ministerio de Consumo dos medidas para lograr ese blindaje, con el objetivo de que sean incluidas en alguna disposición adicional al decreto. Por un lado, prohibir cualquier subida de tarifas que no fuera comunicada antes de que el pasado miércoles se iniciara el estado de alarma y la prohibición de las portabilidades. Por otro, reclamar que aquellos a los que se le acaban una condición ventajosa en su nuevo operador (descuentos, principalmente) la mantengan hasta que se levante este veto, pues no tendrían la posibilidad de cambiar de proveedor.

En el caso de Telefónica, la operadora ha ido llevando a cabo en los últimos años lo que se ha conocido como 'Más por más', una estrategia comercial por la que aporta más datos o más contenido por una tarifa más alta. El último ejemplo es la que ha entrado en vigor este mismo mes de marzo, de entre 3 y 6 euros para todos los clientes de Movistar Fusión, al repercutir también todo el precio completo de la suscripción a Netflix. Esta se aprobó (y se informó al regulador) el pasado mes de enero. Y ya ha sido facturada, según confirman fuentes oficiales de la operadora. Por tanto, no se incluiría en esta medida.

¿Y a partir de ahora? Las mismas fuentes aseguran que no hay ningún plan para hacer cambios en las tarifas. Algo similar sucede con el resto de operadoras, que insisten en que no prevén incrementos en los precios en estas semanas tan delicadas, con cientos de miles de trabajadores afectados por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Orange fue la última que hizo una modificación sustancial en sus precios y fue para mejorarlos: saltó a las tarifas ilimitadas de datos el pasado mes de febrero, sin coste adicional.

El fútbol, pendiente

Queda por ver si finalmente el Gobierno accede a formalizar este blindaje. Lo que aún está en el aire es lo que va a suceder con el fútbol y los clientes que han pagado por él en sus tarifas tanto en Telefónica como Orange, las dos operadoras que pagaron por los derechos. Tanto las competiciones europeas, como las nacionales del 'deporte rey' y de otras disciplinas como el baloncesto se han suspendido hasta nuevo aviso. Todo apunta a que esta decisión se alargará durante semanas. ¿Qué va a pasar con los clientes que están en la gama más alta de productos de fibra, móvil y televisión de pago? Se trata de clientes que pagan mensualmente entre 90 y 150 euros.

Desde ambos grupos se están analizando las medidas a tomar en los próximos días. En la cadena de los derechos de retransmisión las dos operadoras son un eslabón más. Si finalmente se cancela la competición podrían exigir la devolución de parte de lo pagado de los derechos y la exoneración del abono de lo que resta de temporada. Pero mientras eso sucede sus clientes están adelantando un dinero por un servicio que, al menos ahora, no está siendo prestado.

Flexibilización de pagos

Hay otros dos frentes a los que deben responder las empresas de este sector en las próximas semanas. Por un lado, a la posible flexibilización de los pagos para personas que no puedan abordarlos, después de que el Gobierno haya impedido el corte del suministro en el decreto de medidas económicas al calificarlo como "servicio imprescindible". Todas trabajan en esta posibilidad. Pero, según confirman varias fuentes del mercado, se analizarán las diferentes alternativas caso por caso.

El otro frente hay que encontrarlo en la red. El fuerte incremento del tráfico de voz, de datos móviles y fijos por el teletrabajo y el confinamiento de la población ha obligado a las operadoras a poner sobre la mesa más recursos para protegerse ante unas temidas caídas masivas. Todas las compañías han solicitado un uso racional para esquivar una sobrecarga. Pero siguen ofreciendo más servicios de entretenimiento gratuitos para sus clientes. Como hizo Vodafone este mismo jueves, que anunció la ampliación de la oferta de contenidos audiovisuales con 13 canales de pago más.

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