Crisis por el virus

Arcelor plantea un ERTE por el virus que afecta a 8.500 trabajadores en España

Factoría de la multinacional ArcelorMittal. /L.I.
Factoría de la multinacional ArcelorMittal. /L.I.

ArcelorMittal ha presentado este lunes una solicitud de aplicación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor para todos sus centros de trabajo en España, a la vez que ha iniciado un proceso de negociación con los sindicatos para presentar otro por causas económicas en medio de la crisis por el coronavirus.

Actualmente, la multinacional siderúrgica tiene en vigor un ERTE que había sido negociado con los sindicatos para aplicar según las circunstancias del mercado, que contempla unas condiciones económicas más beneficiosas para los trabajadores que las que se plantean en los que se acogen al supuesto de fuerza mayor.

No obstante, la dirección ha mostrado hoy su decisión de presentar un ERTE por fuerza mayor, decisión que ya ha comunicado a los representantes sindicales de todos sus centros de trabajo en España, que suman 8.500 trabajadores, 5.500 de ellos en Asturias. ArcelorMittal considera que la pandemia del Covid-19 está causando una grave alteración en la economía a nivel mundial, con un impacto significativo en la producción y el empleo de la compañía en España, por lo que precisa regular la producción en todos sus centros de trabajo.

La medida se ha planteado en una reunión telemática de la Comisión de Diálogo Social que, en virtud de la representación existente en el grupo siderúrgico, ha quedado formada por miembros de UGT, CCOO, ELA, LAB y USO. ArcelorMittal ya había reducido su actividad al mínimo imprescindible para garantizar la integridad de las instalaciones más críticas y seguir abasteciendo a la industria esencial, como la hojalata para las conserveras y la chapa para la electrogeneradora, dentro del estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus.

La multinacional comenzó a aplicar de nuevo, el pasado 24 de marzo, el ERTE que tiene en vigor desde 2019 por la caída de la demanda de los mercados y, especialmente, por la paralización de la industria automovilística. La caída de la demanda ya había llevado a la dirección de la empresa a programar para mañana, martes, el cierre de uno de los dos hornos altos con los que cuenta en Gijón.

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