La crisis del coronavirus ha golpeado con fuerza a empresas, pymes y autónomos en las últimas semanas. Tras el anuncio de las primeras medidas por parte del Gobierno el pasado 17 de marzo, aquellos que como consecuencia del parón económico necesitaban liquidez vieron una luz al final del túnel en la línea de avales públicos que facilitaría la concesión de préstamos por parte de la banca. El final de mes se acercaba y la necesidad de pagar salarios y facturas pendientes con más de quince días sin apenas facturación ahogaba a muchos pequeños -y no tanto- empresarios.
Las oficinas de las entidades financieras empezaron a los pocos días a recibir llamadas, según confirman trabajadores de varios de los bancos a La Información, preguntando por las condiciones de dichos préstamos y la posibilidad de firmarlos cuanto antes. En cambio, aún no se han podido llevar a cabo estas operaciones, pues el Ejecutivo, a través del ICO, y las entidades aún no han firmado los convenios de los avales. Pese a ello, las diferentes marcas ya han empezado a pensar cómo atender tal avalancha de trabajo que se les viene encima a los gestores de empresas y buscan una fórmula para reforzar la plantilla.
Las diferentes entidades recibieron el pasado miércoles el convenio para la puesta en marcha de los avales y lo devolverán firmado entre este jueves y el viernes, según confirman a este medio varias de las marcas. Con la llegada de esta información se empiezan a eliminar varias de las lagunas que aún quedaban pendientes de solventar tras las condiciones publicadas en el Boletín Oficial del Estado el pasado jueves para estos préstamos con garantías públicas.
En concreto, fuentes del sector financiero confirman que el reparto de los primeros 20.000 millones de euros -que contarán con garantías públicas de hasta el 80%- entre los diferentes bancos se hará por cuotas y no a demanda, como se estructuraron otros créditos ICO en ocasiones anteriores y que suponían grandes problemas, ya que se solicitaba más dinero del necesario para evitar la falta de fondos a posteriori. Así, cada entidad tendrá una cantidad concreta para distribuir entre sus clientes que lo soliciten, evitando el "canibalismo" entre ellas.
En este sentido, también se están llevando a cabo medidas para evitar que ciertas empresas se aprovechen de las garantías públicas para pedir más dinero del necesario a las entidades financieras, uno de los miedos del sector. Por ello, se establecerá un límite máximo de capital a solicitar por cada una de las compañías, independientemente del número de entidades en que se cursen los préstamos.
Otra de las dudas que surgieron, esta vez por parte de empresas, pymes y autónomos, con respecto a estos préstamos con avales del Estado se centraban en el tipo de interés que tendrían, es decir, el coste real para todo aquel que necesite financiación. Varias entidades han decidido establecer este indicador en función de rating de cada compañía que las solicite, por lo que varía según las condiciones económicas de la misma, pero según señalan, "son créditos baratos", eludiendo dar cifras concretas.
Sea como fuere, han pasado casi tres semanas desde que se decretase el estado de alarma y se obligase al cierre de numerosas actividades económicas y más de dos desde que se anunciasen las primeras medidas para paliar las consecuencias financieras de la llegada del virus, por lo que la necesidad de liquidez tras este periodo sin ingresar se está acrecentando cada vez más. Las llamadas a las entidades de referencia son constantes por parte de, sobre todo autónomos y pymes con trabajadores a cargo, y por ahora siguen sin una respuesta clara. Desde los diferentes bancos esperan poder tenerla este mismo viernes o, a más tardar, el próximo lunes.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios