Correos activa su plan para convertirse de operador postal en gigante de la logística

  • El debate interno se centra en si seguir el modelo tradicional de la francesa La Poste o apostar por convertirse en un operador global al estilo DHL.
Fotografía Correos camiones / Correos
Fotografía Correos camiones / Correos

De la mano de su presidente, Juan Manuel Serrano, Correos se prepara para afrontar en los próximos meses una de las mayores transformaciones de su modelo de negocio en sus más de 300 años de historia. No es ninguna exageración. Desde su fundación, que se data en el año 1716, Correos ha sido en esencia un operador postal. Pero a las puertas de 2020 ese negocio encara su ocaso, como ya advirtió la Autoridad Fiscal en su polémico informe de evaluación sobre la empresa pública, y la dirección de la compañía ha decidido tomar la iniciativa para no demorar más la necesaria refundación de Correos. ¿El objetivo? Acelerar la transición de operador postal tradicional a gigante de la logística y el transporte. La negociación con los sindicatos arrancó hace unas semanas y todos en esa mesa son conscientes de que el futuro de Correos se jugará en los próximos meses en esa negociación.

La compañía fijó el campo de juego el pasado 24 de octubre, en un comunicado en el que identificaba siete líneas estratégicas: potenciar su condición de Servicio Público, internacionalizar la actividad de la compañía -un proceso al que se ha dado un tremendo impulso este año 2019-, redefinir el modelo logístico de la empresa, implantar un modelo de flota eficiente para los 14.000 vehículos que componen la flota del operador postal, incidir en la productividad y la eficiencia de los procesos, estabilizar el empleo y mejorar su capacitación y diversificar la cartera de productos y servicios de Correos. De telón de fondo, la necesidad de dar un paso adelante en el máximo aprovechamiento de la tremenda capacidad instalada de la empresa, que tanto la Dirección como los sindicatos coinciden en asegurar que está desaprovechada.

Según las fuentes de la compañía consultadas, el inicio de la negociación ha exigido de un compromiso previo por ambas partes. La cúpula de Correos ha asumido que la negociación no puede implicar ningún recorte en la plantilla y los sindicatos que el futuro de la empresa pasa por que parte de los recursos materiales y humanos que hoy dan servicio al sector postal se reorienten hacia otros ámbitos.

Apuesta clara por la diversificación de servicios

El examen de la Autoridad Fiscal reveló, entre otras cuestiones, que Correos es el operador postal europeo que menos ha diversificado su actividad en los últimos años de retroceso del negocio tradicional. Según los datos recopilados por la Airef, en 2017 el 88,3% de la facturación de Correos continuaba dependiendo del postal, al contrario de lo que ocurre en los dos grandes modelos en los que se mira la empresa de la cornamusa en los que la facturación del postal supone menos de la mitad del negocio: la francesa La Poste (47,1%) y la alemana DHL (30,1%).

El equipo directivo dirigido por Juan Manuel Serrano ha tenido clara su apuesta por la diversificación desde el minuto uno. Las dos grandes operaciones corporativas cerradas por la compañía desde su llegada a la Presidencia del operador postal en julio de 2018 -la adquisición del 51% del operador de paquetería portugués Rangel y el acuerdo con Kerry Logistics y GFS- han estado orientadas, por un lado, a impulsar la internacionalización de la empresa y, por otro, a reforzar dos áreas estratégicas al margen del postal: la paquetería, a través de Correos Express; y la logística.

El desplome del negocio postal de Correos a partir del segundo trimestre del año, que fuentes de la compañía estiman en el 19% -tres veces más de lo previsto inicialmente- han acelerado la actividad de Correos en otros ámbitos. Fuentes de canales no oficiales de la compañía aseguran que la empresa ha comenzado a prestar servicios de transporte de mercancías a demanda para aquellas empresas que se lo han solicitado, ofreciendo también sus instalaciones logísticas en los casos en que éstas estaban habilitadas para acoger el material transportado.

La diversificación también ha alcanzado al área comercial. Se han cerrado acuerdos con Renfe para vender billetes de tren en las oficinas de Correos y según el portal especializado preferente.com también se dispone a vender viajes con otros proveedores. Fuentes de la compañía aseguran que desde la Presidencia se ha pedido "creatividad' al área comercial para estudiar nuevas posibilidades de aprovechamiento de las oficinas para 'vender' cualquier tipo de servicio.

Debate sobre el modelo de futuro de Correos

Las negociaciones para el desarrollo del Plan Estratégico de Correos, que marcará la hoja de ruta del operador para los próximos años, van a comenzar por la dimensión laboral: el cierre del convenio colectivo para los próximos años. Sus avances también se podrían ver retrasados por la decisión definitiva de Bruselas respecto al modelo de compensación al operador por la prestación del Servicio Postal Universal (SPU), que lleva meses enmarañada por las diferencias de criterio entre el Gobierno y la Comisión Europea y la presión del lobby de la paquetería en Bruselas. Correos espera que la decisión definitiva se sustancie antes de final de año, según fuentes de la compañía, pero no hay una fecha marcada.

De lo que decida Bruselas dependerá la compensación efectiva que recibirá Correos por el SPU, que en los últimos presupuestos se ha situado en 120 millones de euros, pero que todo apunta a que se reducirá como consecuencia de este proceso al entorno de los 70 millones de euros, según estiman fuentes conocedoras de las negociaciones.

Fuentes presentes en la negociación del Plan Estratégico coinciden en señalar que lo que se dirime en la misma es, al cabo, si Correos va a avanzar hacia un modelo similar al de la francesa La Poste o al de la alemana DHL. La apuesta de la actual Dirección de Correos es avanzar en la transformación del operador postal del estado en un gran operador de la logística y el transporte con implantación internacional, más cerca del 'modelo DHL'. La pretensión escama al ala sindical que se teme que detrás de ese movimiento se esconda una intención velada de abrir una parte del negocio de Correos a la participación privada, como se sugería en el informe de la Autoridad Fiscal.

De hecho, según fuentes sindicales varias centrales expresaron de forma explícita a Juan Manuel Serrano en la primera reunión conjunta sobre el Plan Estratégico de Correos su disconformidad con que Deloitte, la consultora que colaboró en el informe de la Autoridad Fiscal y en otro previo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) igualmente polémico, haya sido la consultora seleccionada por la empresa para asesorarla en la definición del Plan Estratégico.

El banco sindical aboga por ir hacia un modelo similar al de La Poste, estrictamente público y más orientado al negocio de los envíos urgentes y al negocio financiero, que desde este flanco se continúa viendo como una opción de futuro para el operador postal y como una forma de aprovechar la amplísima red de oficinas de Correos por toda España.

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