Ultima un curso de formación para directivos

Correos ficha a KPMG para implantar el teletrabajo con vistas al cambio de sede

La empresa postal recurre a la consultora en pleno auge del trabajo a distancia y a las puertas de la mudanza de su sede central en Madrid a un edificio de su propiedad en la calle Conde de Peñalver.

Correos trasladará en 2021 sus cuarteles centrales al centro de Madrid.
Correos ficha a KPMG para implantar el teletrabajo con vistas al cambio de sede
Europa Press

Correos ha recurrido a una consultora externa para adaptarse a los nuevos tiempos laborales en los que el trabajo a distancia parece haber llegado para quedarse tras el auge que ha provocado la crisis sanitaria. En concreto, la empresa postal ha contratado el servicio de asesoramiento de KPMG Abogados para la implantación de un programa de teletrabajo, según consta en la Plataforma de Contratación del Sector Público. El importe de la licitación asciende a 30.250 euros, impuestos incluidos, y la adjudicación se produce en la antesala del traslado de la sede central de la compañía, en Madrid, a un edificio de menor tamaño respecto a la ubicación actual.

Desde Correos explican a La Información que el contrato se enmarca en la estrategia de la empresa para adaptarse a las nuevas fórmulas de trabajo, cuya implantación se ha visto acelerada por la pandemia, para lo cual dispone de "un plan de asesoría en marcha para implementar dichas fórmulas de la forma más efectiva". La compañía pública busca así adecuar su organización al actual contexto de uso creciente del trabajo a distancia, cuando esta modalidad ya ha sido regulada por el Gobierno tanto para el sector privado como para el ámbito del empleo público.

Desde la compañía que dirige Juan Manuel Serrano recuerdan que en el protocolo de actuación ante la Covid ya se pusieron en marcha diversos mecanismos entre los que figura que el personal especialmente sensible o de riesgo permanezca en su domicilio, aplicándose medidas de teletrabajo en aquellos casos que resulte compatible con su actividad. Igualmente, añaden que ante la situación climatológica provocada por la borrasca Filomena se ha indicado, en los territorios donde no se dan las condiciones de movilidad y seguridad adecuadas para el desplazamiento a los centros de trabajo, que el personal técnico administrativo haga uso del trabajo a distancia.

Pero más allá de dar respuesta a situaciones coyunturales, la empresa busca avanzar hacia un modelo de trabajo a distancia de carácter permanente para parte de la plantilla. Fuentes sindicales presentes en Correos interpretan que esta maniobra está relacionada con el próximo traslado de la sede central de la compañía en Madrid, desde su actual ubicación en Campo de las Naciones, propiedad del Grupo Monthisa, hasta un edificio de su propiedad en la calle Conde de Peñalver, de menor tamaño. "Se están alimentando los rumores de que en la nueva oficina no cabrán más de 500 trabajadores, desde los 1.200 que desarrollan su trabajo diario ahora en los 26.000 metros cuadrados de la actual sede corporativa", indican las fuentes consultadas.

En efecto, la propia empresa avanzó hace apenas unos meses su intención de "adaptar tanto la filosofía de los espacios como las maneras de trabajar en ellos a las condiciones de la nueva ubicación, contando para ello con la implementación eficaz de una gran parte de la jornada en la modalidad de trabajo a distancia como un valor añadido, sustentado en las posibilidades que la nueva sede física ofrezca para facilitar el buen funcionamiento de esa opción de trabajo". Lo hizo en el pliego de un contrato que sacó a licitación pública para reclutar una consultora que asesorara a la dirección de la compañía en todo lo relacionado con el traslado y reubicación de los cuarteles centrales de Correos en la nueva sede.

Aquel contrato se estimó en un presupuesto de 219.696 euros para trabajos de consultoría de Workplace, proyecto de diseño, soporte técnico durante la preparación y la ejecución de las obras, y planificación y asistencia en la fase de traslado, así como gestión del cambio a nivel de implicaciones sobre los empleados afectados (concienciación, motivación y facilitación), según consta en el pliego. Sin embargo, Correos ha firmado el desistimiento del contrato con el "objetivo prioritario de reducir al máximo el impacto económico que supone el cambio de sede", según figura en la información publicada en la Plataforma de Contratación del Sector Público.

Curso para directivos

En cualquier caso, la apuesta por el teletrabajo es clara. La empresa tiene en evaluación las ofertas para otro contrato con objeto de llevar a cabo un "programa formativo para el desarrollo de las capacidades de los mandos, de sede central y jefaturas provinciales, para dirigir al equipo en un modelo de teletrabajo". En el pliego de este se explica que "el colectivo de responsables que gestionan equipos en remoto se ha incrementado significativamente en Correos con la experiencia del teletrabajo de los últimos meses y es necesaria su capacitación para mejorar/mantener los índices de productividad". En este sentido, se avanza que "una gran parte de la plantilla necesitará modificar sus habilidades y capacidades en los próximos años".

Estos planes de la empresa chirrían a los sindicatos, que el pasado mes de septiembre pidieron por carta al presidente de Correos la apertura de las mesas negociadoras para trasladar al ámbito de la empresa postal sendos acuerdos alcanzados en la Mesa General para las Administraciones Públicas y en la del Diálogo Social para el resto de los ámbitos, que regulan los principios básicos del teletrabajo. A día de hoy, aseguran a este medio, no han recibido respuesta. Las organizaciones sindicales acusan a Serrano de maniobrar, sin contar con sus aportaciones, para aplicar el trabajo a distancia como una fórmula para "vaciar edificios y venderlos" y para "arreglar una cuenta de resultados que tirita por su nefasta gestión".

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