Informe de Competencia

Correos urge diversificar su actividad y compensar el 'lastre' del correo postal

El negocio tradicional del sector de mensajería descendió nuevamente en España, coincidiendo con el viraje que la empresa pública ha dado hacia otros negocios.

Juan Manuel Serrano Correos
Juan Manuel Serrano, presidente de Correos
Agencia EFE

No hay tiempo que perder. Correos ha recibido esta semana la última señal de alerta sobre el sector postal, a la que dedica gran parte de sus esfuerzos. La compañía dependiente del holding de empresas públicas de la SEPI, que ha puesto en marcha en los últimos meses actividades sobre las que pivotar nuevas vías de negocio, como la logística o la internacionalización, vio cómo continuó la tendencia de disminución del segmento postal tradicional (las cartas) en España, cuyo número de envíos se sitúa ya en menos de la mitad que en el año 2013.

Son los datos recopilados por la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) en el último informe sobre el sector de mensajería en el mercado nacional. El segmento postal tradicional, en el que se incluye el envío de cartas y tarjetas postales -también las cartas certificadas y notificaciones-, el operador público sigue con un dominio absoluto con el 90% de la cuota de envíos frente a nueve operadores distintos (Akropost y Ara Vinc, entre otros). Pero ya hay señales de alerta, como que el radio de acción de sus rivales ha aumentado en los tres últimos años a su costa.

El resto de indicadores vitales revelan un año más que la actividad postal sigue a la baja y sin ninguna muestra de recuperación para los próximos ejercicios, por lo que la meta para la compañía en los últimos años se limita a "preservar" este negocio. El nivel de envíos desde el último análisis de la CNMC descendió en un 7,6% y se sitúa ya en menos de la mitad de lo que representaba hace casi una década. Y a nivel de ingresos, la facturación evidenció que esta división fue incapaz de volver a niveles previos a la pandemia, cuando se anotó casi 2.000 millones de euros por esta vía. 

Todo ello empuja a la compañía pública a acelerar su diversificación, sobre todo desde que la pandemia acelerara fenómenos como la digitalización. En una entrevista realizada este año, su presidente, Juan Manuel Serrano, reconoció el giro que había puesto en marcha y que para 2025 el 40% de sus ingresos debían llegar desde la logística, gracias a actividades como la aduana comercial, la carga aérea o el fulfillment, es decir, la recepción, empaquetado y envío de las mercancías. "En el futuro, la logística será, quizás, el pilar central de la compañía, evidentemente", afirmó.

No hay que olvidar que la caída del negocio postal es un hito mundial. Canadá decidió en 2019 dejar de enviar cartas a domicilio y Reino Unido fue mucho más allá al privatizar la pública Royal Mail con su salida a bolsa. Michael Hewson, analista de CMC Markets, apuntaba hace unos días que el problema de la Correos británica es "como siempre lo ha sido" que "la parte del correo postal es muy deficitaria". La evolución del negocio es similar en Alemania, donde Deutsche Post afloró la pasada semana una brusca caída interanual superior al 30% en el envío de cartas y paquetes.

Internacionalización y carga aérea

Hasta el momento, la compañía de mayor envergadura en el conglomerado de la SEPI ha activado varias palancas para independizarse de su negocio tradicional. Una de ellas ha pasado por la alianza con la aerolínea Iberojet (grupo Barceló) para lanzarse a la aventura del negocio de carga, con rutas hacia Hong - Kong desde Madrid y parada en Dubai para repostar combustible. Esta modalidad de transporte ha cogido altura con la crisis del coronavirus, donde el transporte de mercancías por vía aérea se convirtió en el negocio alternativo al transporte de pasajeros para las compañías aéreas. 

Otra opción ha sido focalizarse en el negocio extranjero. Correos ha puesto en marcha dos joint ventures (KCG y K Parcel Company Limited) para entrar en el mercado chino y aprovechar los nuevos flujos de paquetería a nivel mundial. También ha puesto el ojo en Portugal, donde ha creado Correos Express Portugal (CEP) tras adquirir la mayoría accionarial de Rangel Expresso. Esta filial se dedica principalmente al transporte urgente de documentos y pequeña paquetería empresarial. Los ingresos desde fuera de España siguen teniendo un papel testimonial hasta el momento.

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