Tras meses de espera y con un calendario que se ha ido postergando, Correos ha dado esta semana el pistoletazo a su proyecto Correos Cargo, la alianza con la que la compañía pública quiere lanzarse al reparto de mercancías por vía aérea en su apuesta por diversificar el negocio y paliar la caída de su actividad tradicional. La compañía dependiente de la SEPI se ha marcado como objetivos iniciales realizar seis viajes semanales -tres de ida y otros tres de vuelta- en su nueva 'ruta de la seda' hacia Hong Kong y transportar una media de 600 toneladas por mes, según las fuentes del proyecto consultadas por La Información.
Aunque la compañía optó por no comunicarlo, el primer trayecto de Correos Cargo se llevó a cabo este miércoles 4 de mayo. El Airbus 330 que la compañía opera a través de Iberojet, de Ávoris (Grupo Barceló), salió del aeropuerto Madrid- Barajas rumbo a Hong Kong y realizó parada en Dubai para repostar combustible. A nivel operativo, la compañía se ha beneficiado respecto a otros operadores que sí han sufrido las restricciones por la guerra en Ucrania. El motivo: la compañía no sobrevuela el espacio aéreo de ninguno de los países involucrados en el conflicto bélico.
De momento, Correos Cargo solo operará con dos aviones, aunque está abierta a ir ampliando su flota a medida que aumente la demanda. Otra línea de negocio complementaria por explotar serán los vuelos chárter de carga para "ayudar y favorecer la internacionalización de las empresas españolas", según explicó la compañía. Hasta ahora, los únicos vuelos que se habían llevado a cabo se realizaron hacia Polonia con motivo del plan de ayuda humanitaria a los ciudadanos de Ucrania.
Los planes de la compañía pasan por cumplir varios hitos con este nuevo negocio. El principal es aprovechar los efectos que el boom del comercio electrónico ha tenido el negocio de carga en el sector aéreo, que se ha disparado con motivo de la pandemia del coronavirus. Con los meses posteriores al confinamiento, el negocio de paquetería no ha perdido el pulso durante, como desveló recientemente la patronal de aerolíneas aéreas ALA en un encuentro con los medios de comunicación. El dato a retener: entre el 21 de noviembre de 2021 y marzo de este año se ha transportado ya en España el 99% de la carga aérea del periodo prepandemia.
El boom del comercio electrónico y la pandemia han disparado el negocio de paquetería en el sector aéreo
El apetito en el mercado de carga lo han vivido las aerolíneas en sus propias filiales. El grupo hispano-británico IAG, cuyo negocio de transporte de mercancías era poco significativo hasta antes de la crisis sanitaria respecto al de pasajeros, creció en ingresos de mercancías un 28,1% al cierre de 2021; la empresa danesa Maersk, líder en transporte marítimo de carga, detectó el mismo apetito en el mercado y anunció el lanzamiento de Maersk Air Cargo, y DHL, una de las principales empresas de logística, anunció una alianza estratégica a largo plazo con la aerolínea de carga canadiense Cargojet.
La administración también ha tomado nota. La Comunidad de Madrid firmó hace apenas dos meses un convenio de colaboración con el Foro Madrid Carga Aérea (MadCargo) para convertir a la región en un nodo logístico global en el transporte aéreo de mercancías. No es la única que busca este objetivo. Zaragoza, la ciudad con el segundo aeropuerto español de carga -solo por detrás de Madrid, donde el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, pidió que el Gobierno central hiciese del aeródromo un verdadero nodo logístico. Una de las propuestas para conseguirlo es que el AVE tuviese una segunda estación en el aeropuerto.
Correos y la urgencia por diversificar
El otro gran motivo del nacimiento de Correos Cargo es paliar la caída del negocio de mensajería postal, en claro retroceso desde hace unos años. El propio presidente de la compañía, Juan Manuel Serrano, reconoció recientemente en una entrevista que la compañía pública atraviesa una situación compleja por la caída del negocio tradicional que en 2020, año de pandemia, perdió 560 millones de cartas que no solo no volvieron, sino que mantuvo una caída anual del 14%. Su cuenta de pérdidas y ganancia cerró con números rojos sin precedentes.
La apuesta por la vía aérea responde a la necesidad de diversificar. La compañía ya ha buscado asesoramiento para abrir nuevas líneas de negocio y países de operación para la próxima década -ya opera en Portugal tras haber comprado la mayoría accionarial de Rangel Expresso-. Ente sus planes de expansión aparecían apuestas tan distintas como la creación de una empresa ferroviaria propia, junto Renfe o la expansión en Brasil.
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