El estratégico proyecto de El Corte Inglés para ampliar y consolidar el espacio comercial de lujo ideado para sus instalaciones de Azca recibirá al fin el visto bueno definitivo del Ayuntamiento de Madrid en las próximas semanas, según han adelantado a La Información fuentes conocedoras del estado del expediente administrativo. La aprobación, inicialmente prevista para la pasada primavera, se ha visto bloqueada durante meses por un problema burocrático en la concesión de la licencia, según indican fuentes del mercado, y será aprobada en las próximas semanas.
La construcción y puesta en marcha de este nuevo centro comercial fue la primera gran apuesta de Dimas Gimeno tras llegar a la compañía. La entidad tenía la intención de convertir el solar situado justo al lado de sus icónicos almacenes de Raimundo Fernández Villaverde en un gran centro comercial con firmas 'premium' de moda y gastronomía para ampliar sus instalaciones en esta zona de la capital madrileña.
El Corte Inglés pujó muy fuerte en su día para hacerse con unos terrenos, hasta entonces propiedad de Adif, en pleno Paseo de la Castellana, y puso sobre la mesa 136 millones de euros, con una importante prima sobre el valor de mercado. Pero no fue la única compañía que pujó por estos cotizados terrenos, de hecho, la por entonces recién estrenada firma de Dimas Gimeno pagó el doble que la siguiente puja presentada. La cifra de la operación situaba el precio del metro cuadrado en más de 12.000 euros, mientras que Monthisa -propiedad del holding inmobiliario murciano de la familia Montoro y siguiente en el orden de ofertas- ofreció más de 8.000. Detrás de este solar, también estuvieron Colonial, Amancio Ortega e incluso el grupo venezolano Capriles.
El Corte Inglés pagó el 50% del total en el momento de la trasmisión de los terrenos y el total del IVA de la operación en el año 2015, y aún tiene pendiente de abonar los 68 millones restantes a la espera del desbloqueo institucional del proyecto. Así lo confirma Adif en sus cuentas anuales, publicadas este mismo martes, que junto con la firma de Nuño de la Rosa ha "acordado prorrogar este derecho de cobro hasta diciembre de 2018".
El gestor estatal de infraestructuras ferroviarias sacó a subasta estos terrenos en 2014 en el marco de su plan de desinversiones de activos no estratégicos y el resultado confirma que acertó de pleno, ya que la venta de este solar en Nuevos Ministerios se ha convertido en una de las ventas más rentables de ADIF en los últimos años.
El plan inicial del Corte Inglés para estos terrenos parecía no estar en consonancia con lo que su ubicación requería. "Esta parcela está clasificada como Suelo Urbano Consolidado y calificado como Terciario/Comercial. Las edificabilidades lucrativas objeto de enajenación son 10.176 metros cuadrados sobre rasante en tres alturas (planta baja más dos) con un uso terciario/comercial y 17.128 metros cuadrados bajo rasante en tres sótanos con un uso de aparcamiento", confirma Adif en sus cuentas del ejercicio de 2017.
El Ayuntamiento de Madrid se vio obligado a replantear el Plan Especial que enmarcaba este desarrollo urbanístico, aprobado inicialmente en 2015, por una circunstancia sobrevenida: la declaración por parte de la Comunidad de Madrid de la Torre BBVA de Azca como Bien de Interés Cultural en el año 2017.
La singular protección que recibe este tipo de edificios obligó al Consistorio y a El Corte Inglés, como promotor del espacio, a introducir modificaciones en el proyecto para respetar las servidumbres y ámbitos de protección previstos para los edificios así calificados.
Lo que está claro es que la firma de Nuño de la Rosa tendrá que hacer frente al pago de 68 millones de euros más pronto que tarde, lo que supondrá un importante desembolso para una sociedad sobre la que se cierne la sombra del jeque.
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