El Corte Inglés ha vuelto a llamar a las puertas del Instituto de Crédito Oficial (ICO) esta semana. La cadena de grandes almacenes ha ejecutado una segunda emisión de pagarés con el escudo del Estado por valor de 5 millones de euros, en el marco de su programa de asistencia financiera. La empresa que preside Marta Álvarez estrenó el blindaje del Ministerio de Economía para vender deuda a inversores el pasado 31 de marzo, cuando emitió pagarés por valor de 128,1 millones de euros en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF). Tres semanas después, el 20 de abril, la compañía recurrió de nuevo al balón de oxígeno de la liquidez blindada.
El grupo aún tiene margen de maniobra para exprimir esta senda que abrió el Ministerio de Economía para reactivar la financiación a corto plazo de aquellas empresas que lograran su visto bueno. En el caso de El Corte Inglés, el Gobierno otorgó a la sociedad respaldo para emitir hasta 1.000 millones de euros en pagarés con el escudo estatal. Tras la reciente colocación, la compañía solo ha consumido un 13,3% de la capacidad que le concedió el Estado. A este instrumento, con el que el Gobierno decidió avalar a través del banco público hasta el 70% del principal de las emisiones de pagarés en el MARF, ya se han acogido diecisiete compañías.
El monto total de los pagarés colocados hasta el momento acaricia los 700 millones de euros, que tienen un plazo máximo de vencimiento a dos años. Sacyr encabeza la lista con 181,7 millones de euros colocados. Además de la constructora y la cadena de grandes almacenes, la lista de empresas que han acudido al MARF toca a todos los sectores: Aedas (34,1 millones), Amper (26,1), Audax (29), Finycar (36), Grupo Pikolin (12,8), Hotusa (4,62), Nexus Energía (16,4), Pryconsa (57,7), Renta Corporación (4,6), Copasa (9,8), Teknia (12 millones), Tubacex (89,2), Vocento (7,5) y Volotea (18,9). En total, las empresas han comercializado 693,3 millones en pagarés según reflejan los datos del BME que han sido recopilados por La Información.
El impacto de la crisis sanitaria lastró a la cadena de grandes almacenes, que vio desplomarse sus ventas durante los meses más duros del confinamiento hasta un 65%. Los siguientes altibajos de la pandemia han impedido a la empresa pasar página. A lo largo de 2020, la compañía tuvo que acudir al mercado en distintas ocasiones para financiarse. Un año después, el grupo se encuentra inmerso en negociaciones con las grandes entidades que se convirtieron en sus acreedoras en el intento de la compañía de hacer frente a la Covid-19.
El Gobierno otorgó a El Corte Inglés capacidad para emitir hasta 1.000 millones en pagarés con el escudo estatal, de los que el grupo ha ejecutado el 13,3%
El grupo que pilota como CEO Víctor del Pozo arrastraba una deuda multimillonaria, aunque decreciente, desde la crisis del ladrillo. Con la llegada de la pandemia, El Corte Inglés firmó un crédito de 1.300 millones el pasado abril con una quincena grandes bancos nacionales e internacionales. Su vencimiento era a un año y entre sus acreedores se contaban Banco Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Crédit Agricole... entre otros. En julio, de ese total la sociedad refinanció 960 millones, correspondientes a la cantidad que habían suscrito los bancos españoles, y les incorporó el aval del ICO. Con este acuerdo, la empresa logró extender el plazo de esta última línea aliviando su presión financiera.
La reapertura de los grandes almacenes dio cierto margen a la empresa para aplacar el impacto del virus en los últimos meses de 2020. El grupo cerró el primer trimestre de su ejercicio fiscal -de marzo y mayo-, con una pérdida neta de 510 millones, tras provisionar 388 millones por la pandemia. La venta online y la distribución de productos alimenticios sostuvo cerca del 60% de los ingresos de El Corte Inglés al cierre del citado periodo. A raíz de la crisis sanitaria, la sociedad ha explorado nuevas áreas de negocio. Así, el grupo cerró recientemente una alianza con la energética portuguesa EDP para ofrecer sistemas de autoconsumo fotovoltaico en 47 de sus centros.
La vuelta a una normalidad descafeinada no ha sido suficiente para evitar que El Corte Inglés acometiera un importante ajuste de plantilla. Hace un mes, la compañía y los sindicatos consiguieron llegar a un acuerdo para que el ERE que había anunciado el grupo se saldase con 3.292 salidas, a razón de 33 días por año trabajado. Adicionalmente, el grupo de grandes almacenes ofrecerá para aquellos empleados que decidan acogerse al plan de bajas voluntarias unas primas de salida que alcanzarán hasta el 20% de su salario para aquellos que atesoren más de veinte años en plantilla.
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