Un 27% inferiores

Las cotizadas aumentan sus dividendos pero siguen lejos de los niveles de 2019

Sólo durante los seis primeros meses del año se ha pagado lo mismo que en todo el 2020. Las empresas tienden a amortizar acciones e incrementar su autocartera bajo un contexto arriesgado a nivel mundial. 

Lluvia de dividendos en la bolsa española.
Las cotizadas aumentan sus dividendos pero siguen lejos de los niveles de 2019
L. I.

Los dividendos repartidos por las empresas cotizadas de la Bolsa española recuperaron su tendencia al alza tras dos años paralizados por la pandemia, pero no recuperan los niveles de retribución alcanzados en 2019. Son un 27% inferiores a entonces, cuando las asignaciones a accionistas alcanzaron su segundo nivel más alto de la serie histórica: 31.706 millones desembolsados.

La llegada del coronavirus en 2020 hundió los beneficios de las empresas de la bolsa española y paralelamente, la retribución de los accionistas, que recibieron 18.709 millones en dividendos, un 40% menos que el año previo. 

Durante ese primer año de pandemia, la banca tuvo que reducir el pago a los accionistas por recomendación del Banco Central Europeo (BCE), que aconsejó no destinar cantidad alguna a sus socios, una restricción que cambió a partir de septiembre de 2021. Una vez finalizadas las restricciones derivadas de la pandemia, la vuelta a la actividad impulsó los resultados empresariales hasta el punto en que, en 2021, las 35 compañías del IBEX lograron unos beneficios conjuntos récord, con la consiguiente vuelta a los dividendos. El año pasado, las más de cien cotizadas españolas repartieron en total 20.474,73 millones en dividendos y otros conceptos, un 9,44% más que en 2020.

En el actual ejercicio se mantiene la tendencia y entre enero y julio se ha distribuido ya un montante en concepto de dividendos que prácticamente iguala los 18.709 millones pagados en todo 2020. Según los últimos datos de Bolsas y Mercados Españoles (BME), en los siete primeros meses del año las cotizadas entregaron a sus accionistas 16.498,66 millones, un 15,9% más que los liberados el año pasado, pero un 27% menos que en 2019. La retribución no alcanza el volumen de antes de la pandemia, pero hay que tener en cuenta que el ejercicio 2019 es el segundo por volumen de dinero repartido en dividendos, 22.618,9 millones, solo por detrás de 2014, cuando se superaron los 43.000 millones. 

En palabras del analista de XTB, Joaquín Robles, el incremento en el pago de dividendos se explica por la mejora de sus resultados, que ya van recuperando la caída que tuvieron durante la pandemia. De cara al segundo semestre, es "complicado" predecir qué va a ocurrir porque las perspectivas siguen siendo muy inciertas, señala Robles, quien apunta que los principales problemas se mantienen: la guerra de Ucrania, el encarecimiento de las materias primas y problemas en las cadenas globales de suministros. 

También señala a las las elecciones en Reino Unido e Italia como posibles "focos de tensión" que condicionarán los resultados empresariales y, en consecuencia, las retribuciones a accionistas. Ante una "previsible" desaceleración, Robles advierte de que sería "prudente" que las empresas utilizasen los beneficios para sanear sus balances o estar mejor preparados, pese al deseo de premiar al accionista después de años tan "convulsos".

Los récords de autocartera mejoran el dividendo

Asimismo hay que tener en cuenta la tendencia creciente entre las grandes empresas a incrementar la autocartera y amortizar acciones, un comportamiento que en la práctica implica un aumento del pago al accionista. Las acciones que permanecen dentro de la compañía no perciben dividendo, por lo que el beneficio se reparte entre menos títulos y es más elevado, y si, además, esas acciones propias se amortizan, esa retribución que percibe el accionista se consolida.

Según un reciente estudio de BME, a 30 de junio pasado las cotizadas tenían en autocartera el 1,35% de su capital, seis décimas más que al cierre de 2021 y más del doble que en 2020, mientras que el importe de las acciones amortizadas escaló hasta los 7.600 millones de euros, un 130,3% más que en todo el ejercicio pasado y récord de la serie histórica. Robles considera "probable" que muchas empresas utilicen esta herramientas para dar valor al accionista a medida que obtienen beneficios, aunque matiza que este fenómeno podría verse afectado si los gobiernos europeos siguen la estela marcada por el estadounidense de gravar la recompra de acciones propias.

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