La situación ha dado un giro de 180 grados

El mercado coloca un cordón sanitario a la banca por las réplicas de Credit Suisse

La crisis de confianza que ha desencadenado el banco suizo tardará en digerirse por las entidades europeas. La incertidumbre que rodea al sector financiero se mantiene a pesar de la subida de los tipos.

Credit Suisse sede
Credit Suisse sede
Getty Images

En apenas una semana, el escenario base que manejaba la gran banca cotizada ha dado un giro de 180 grados. A principios de año, el contexto en el que se movía el mercado era de subidas de tipos de interés que redundaría en la apreciación de la cartera de crédito donde las entidades preveían un crecimientos de doble dígito de su margen de intereses. La banca en bloque mantenía el buen tono en bolsa con subidas de doble dígito. Sin embargo, el seísmo provocado por SVB y, en especial por Credit Suisse, ha provocado una crisis de confianza que está en proceso de digestión, en la que el BCE podría haber llevado a cabo ayer su última gran subida de tipos, preocupado por el impacto que tendrá en la economía. 

Es cierto que la inyección de 50.000 millones de francos suizos del Banco Nacional Suizo (SNB) ha servido para reducir el riesgo de una posible fuga de depósitos de Credit Suisse, pero también ha obligado al Banco Central Europeo (BCE) ha incluir en su comunicado que el organismo estaría dispuesto a proporcionar apoyo al sistema financiero en caso de necesitarlo. El organismo que dirige Christine Lagarde ha dado una de cal y otra de arena al evitar pronunciarse sobre nuevas alzas o la necesidad de combatir una inflación, que sigue siendo demasiado alta, según el propio organismo.

Esto no hará más que redundar en la volatilidad que los analistas esperan. Nuria Álvarez, de Renta 4, cree que “en el contexto de incertidumbre, deberíamos seguir viendo una elevada volatilidad de las cotizaciones, con presión a la baja”. Los analistas insisten que, a pesar de la rápida reacción suiza, la incertidumbre sigue todavía presente y tardará en despejarse.

Los expertos hacen dos distinciones: a corto y medio plazo. Para este primer trimestre, las entidades deberían mantener en su cuenta de resultados la tracción que mantenían en el último cuarto de 2022. “Si presentaron los mayores beneficios de su historia para el pasado ejercicio, los resultados del primer trimestre deberían seguir reflejando esa repreación del crédito en el margen de intereses”, explica Joaquín Robles, analista de XTB. En estos resultados, no se habrían afectado por la quiebra de SVB y la ayuda a Credit Suisse, si no que registrarían un buen tono gracias a la subida del euríbor.

Un escenario cambiante en una semana

En cambio, la situación cambia a un año. “A medio plazo, la perspectiva para el sector es mala porque tienes todas las variables en contra”, explica Álvarez. Para empezar, porque el Banco Central Europeo (BCE) se ha visto obligado a frenar el ritmo de subidas de los tipos de interés, ya que, aunque su mandato es controlar la inflación, también debe vigilar el sector financiero. Como consecuencia de ello, “tienes al euríbor frenado en el 3,5%-4%”, prosigue la experta.

A su vez, el crédito también se estancaría , bien porque se ha subido los tipos de interés, bien porque aunque el organismo que preside Christine Lagarde reduzca el ritmo de subidas, la inflación elevada resta poder adquisitivo a las familias y empresas para solicitarlo y a ello se suma que la banca podría verse obligada a adelantar la subida de remuneraciones de los depósitos en varios meses, destacan los expertos. Esto no quiere decir que ahora esas previsiones sobre el margen de intereses de las entidades se vean comprometidas, pero sí arrojan cierta falta de visibilidad que puede afectar en las cotizaciones

"Lo que está claro es que no estamos en la misma situación que hace una semana", explica Ignacio Cantos, director de inversiones de ATL Capital, que añade que "hasta que toda vuelta a su normalidad tardará un tiempo". La crisis de confianza provocada por Credit Suisse ya ha provocado las primeras consecuencias negativas y es que la prima de riesgo ha hecho que suba el coste del crédito "y eso no es bueno para la economía ni para el crédito", insiste Cantos.

Para David Ardura, director de Finacess Value, todavía hay muchas cuestiones que quedan sin resolver: ahora qué, cuál es el siguiente paso y "ver cómo se estructura la ayuda, si hay venta". Hasta que no se solucionen estas cuestiones todavía habrá mucha volatilidad. Prueba de ello es que el mercado todavía está pendiente de estas cuestiones a pesar de la fuerte subida de Credit Suisse, los bancos españoles cotizados se han anotado subidas más bien tibias, frente al 5% esperado, por ejemplo, asegura Rafael Alonso, analista de Bankinter. 

¿Freno al dividendo?

Todavía es pronto, pero el  banco central de la eurozona podría pedir a la banca para que fuera comedida a la hora de retribuir a sus accionistas, en un momento en el que las entidades han aumentado sus políticas de retribución de dividendos, en el caso de que la crisis de confianza provocara una fuga de depósitos y por tanto afectara a la liquidez de las entidades bancarias.

No hay que olvidar que las entidades financieras mantienen un compromiso de 'pay out' de entre el 50 y el 60%. Esto no sería nada nuevo. Ya durante la pandemia, el BCE estableció la prohibición a las entidades financieras de que repartieran dividendos para intentar que el crédito llegara a la pequeña economía. 

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