El respaldo del Gobierno francés es clave

Criteria buscará una alianza con Veolia para garantizar la españolidad de Agbar

El holding industrial de La Caixa apuesta por un acuerdo con Veolia tras hacer caja con su 6% de Suez, valorado en 750 millones. El objetivo es mantener el control conjunto de la empresa que gestiona el agua de Barcelona.

Instalaciones gestionadas por Veolia
Instalaciones gestionadas por Veolia
Veolia

CriteriaCaixa apuesta por cerrar una alianza con Veolia para garantizar la 'españolidad' de Aguas de Barcelona (Agbar). El tablero de juego dio un giro el 12 de abril, cuando Veolia y Suez (dueña de Agbar) pusieron fin a la batalla abierta por la opa que lanzó la primera sobre la segunda. Ambas compañías han anunciado un acuerdo de fusión y el holding de participadas de La Caixa, que todavía tiene en sus manos un 6% de Suez, se plantea la conveniencia de llegar a un acuerdo con Veolia. El proyecto pasa por hacer caja con la participación de Criteria en el capital de la compañía opada como paso previo a, en una segunda fase, mantener el control conjunto sobre Agbar, tal y como detallan fuentes financieras consultadas por La Información

La idea de asegurar cierto control de España sobre la empresa de gestión de aguas de la Ciudad Condal lleva tiempo rondando sobre el holding de participadas de la entidad que preside Isidro Fainé. Tras ocho meses de enfrentamiento entre Suez y Veolia, el reciente acuerdo abre una vía para que la entidad catalana vuelva a ocupar un papel de referencia en la compañía que preside Ángel Simón. Veolia accedió a pagar una prima del 11%, lo que implica un desembolso de 20,5 euros por acción de Suez y supone elevar la valoración de la compañía que hasta ahora ostentaba el control total sobre Aguas de Barcelona. En consecuencia, el valor de la participación del 5,8% de Criteria en Suez supera ahora los 700 millones de euros. 

La cantidad concede al accionista catalán margen suficiente para atraer la atención de Veolia sobre una posible alianza que podría ser determinante para el futuro de Agbar. Las condiciones de la opa escindieron una parte de los activos de Suez en una nueva sociedad, bautizada como Nueva Suez,  propiedad "de un grupo de accionistas que incluirá a socios financieros de ambos grupos (Suez y Veolia) y a empleados", en su mayoría franceses. Ni la actividad en España ni la de Latinoamérica, mercados donde Agbar es más fuerte, forman parte de la citada segregación, por lo que Aguas de Barcelona quedará bajo el paraguas de Veolia

La exacerbada lucha que mantenían Suez y Veolia solo se ha saldado tras la mejora de la ofensiva de la segunda -hasta los 13.000 millones de euros- y con el visto bueno del Gobierno de Enmanuel Macron, que ha jugado un papel determinante en la designación de los términos de la operación en el marco de la reordenación del sector energético francés que viene acometiendo el Ejecutivo galo, tal y como apuntan las fuentes consultadas por este diario. El éxito de la fusión implica sacar a Agbar del mercado pero también eleva el valor de la participación del brazo inversor de la Fundación La Caixa hasta los 750 millones de euros al precio de la nueva opa. Esto dispara en cerca de 150 millones la posición de Criteria en Suez, respecto a los 600 millones en que se cifró su entrada en 2014 cuando vendió Agbar.

Hace siete años, el holding que preside Isidro Fainé se desprendió de su 24% en Agbar, lo que dio a Suez el control total de la compañía. A lo largo del año en curso, Criteria ha reducido levemente su participación en Suez del 5,91% al 5,8%. Durante la ofensiva de Veolia, tanto la entidad catalana como la familia chilena Cúneo -que posee el 3,5% del capital de Suez a través Inversiones Los Canelos- han asumido un papel de convidados de piedra en el choque de trenes entre los dos gigantes del sector energético francés. Con las nuevas reglas del juego sobre la mesa, Criteria prepara un acercamiento con la empresa compradora para recuperar el control español sobre Agbar, a cambio de su salida de la recién adquirida Suez. 

La crisis del coronavirus ha puesto en guardia a los gobiernos europeos contra ofensivas de inversores extranjeros en las grandes empresas estratégicas. La intervención de Macron en la opa de Veolia sobre Suez es un ejemplo del empeño de las autoridades en mantener el control sobre ciertos sectores, asegurando los planes industriales de las empresas autóctonas. En el caso de la citada operación, la fusión supone crear un gigante de la gestión de residuos y tratamiento de aguas con un volumen de ventas  anuales que supera los 36.000 millones. La intención del Ejecutivo galo de tomar el control total de su energética de cabecera, EDF, es otra muestra de cómo la Covid-19 ha cambiado la tendencia aperturista de los últimos años.

En este contexto, todo apunta a que Criteria -que cuenta con participaciones significativas en cotizadas españolas como Cellnex y Telefónica- tratará de acercar posturas con Veolia antes de mover ficha para buscar un socio que acompañe al holding de Fainé en su empeño de retomar el control sobre Agbar. La enorme complejidad que entraña la gestión de esta compañía es una de las razones que le restan atractivo de cara a un inversor extranjero. Entre otras cuestiones, porque Agbar opera mediante múltiples sociedades mixtas en todos sus mercados, lo que fuerza a negociar multilateralmente cada una de sus concesiones, un inconveniente con el que ciertos perfiles de inversor no están dispuestos a lidiar. 

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