Previsiones de los servicios logísticos

La cuarentena por pandemia reducirá a la mitad el consumo de gasolinas y gasóleo

Gráfico reservas.
Gráfico reservas.

El confinamiento de millones de personas en todo el mundo y el cierre de industrias y comercios ha derrumbado los precios del crudo y ha estrangulado la demanda de electricidad, gasolinas y gasóleos. La Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), encargada de gestionar en España la red de transporte de carburantes, ha registrado en la semana del 12 al 18 de marzo descensos próximos al 14% en la demanda de gasolinas y gasóleos. En el queroseno de aviación, la caída supera el 25%. Pero el desplome en el consumo va ser mayor. La próxima semana se esperan caídas en el consumo de carburantes por encima del 50%. Lo nunca visto.

En el mercado del crudo se registra ya el efecto "contango": los precios en el mercado de futuros son más elevados que en el mercado diario. Los intermediarios apuestan a que los precios, por debajo de los 30 dólares, subirán con fuerza en el futuro. Como consecuencia, buscan almacenar materia prima comprada a precio de derribo para esperar vender con importantes beneficios. El juego ha llegado tan lejos que amenaza la capacidad de almacenamiento de petróleo en el mundo, según han destacado expertos consultados por el diario Financial Times. 

En España, como en el resto del mundo, en estos momentos sobra petróleo y sobran también derivados. La corporación Cores, supervisada por el Ministerio de Transición Ecológica, tiene la obligación de supervisar las existencias de gasolinas y derivados para ajustarlas a lo que establece la legislación nacionaly de la UE. Cores asegura 92 días de consumo de gasolinas y gasóleos -42 días son responsabilidad de las petroleras-y 20 de gas. En estos momentos, sostienen las fuentes consultadas, sobran reservas.

El impacto del desplome

Con los mercados, incluidos los de materias primas en shock, los analistas elaboran los primeros cálculos sobre el impacto del desplome de los precios en la economía. Analistas Financieros Internacionales (AFI) asegura que el descenso del precio del petróleo rebajará la inflación en España hasta el 0,4% y ahorrará 10.000 millones de euros en importaciones de energía.

"Es el chocolate del loro" asegura el economista José Carlos Díez, partidario de cerrar el mercado internacional del crudo porque "es imposible operar con esta incertidumbre". Para España, la caída en el consumo y el desplome previsible desplome de las importaciones tiene efectos positivos y también negativos. Entre los positivos está la disminución de la dependencia energética. España depende en más un 70% de las importaciones para asegurar sus necesidades energéticas y la crisis puede contribuir al objetivo previsto por el Gobierno (PNIEC) para reducir la dependencia en 14 puntos, hasta el 60% en el año 2030.

El desplome en el consumo tendrá efectos negativos en la recaudación de impuestos en un momento de crecimiento del gasto público y de la deuda. El Estado recauda anualmente en torno a 11.000 millones por el Impuesto Especial de Hidrocarburos y otros 7.000 por  IVA. Un buen bocado que está en el aire.

Otra consecuencia negativa de la caída de precios del petróleo y el exceso de existencias puede ser la relajación en el camino hacia la transición energética. El presidente de la Fundación Renovables, Fernando Ferrando, ha advertido del riesgo. Ferrando aboga por limitar la bajada de los precios de venta al público de los carburantes. "Es una oportunidad para llevar a cabo una política activa, aprovechando la reducción de precios del petróleo y sin modificar los precios finales de los combustibles para el usuario final". En suma, dedicar el parte del ahorro de las importanciones a favorecer energías limpias. Posible. Difícil.

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