Irlanda se suma al acuerdo

Cuenta atrás para la tasa global: las multinacionales preparan la chequera

Actualmente, Hungría, Estonia, Nigeria, Kenia y Sri Lanka son los cinco renuentes, tras el anuncio de Irlanda de unirse finalmente al pacto, según ha confirmado su ministro de finanzas Paschal Donohoe.

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Cuenta atrás para la tasa global: las multinacionales preparan la chequera.
EFE

Los países implicados en la negociación de un nuevo marco fiscal global para las multinacionales intentarán este viernes cerrar el proceso con el objetivo de llevarlo a la cumbre del G20 de finales de mes, para que se pueda aplicar desde 2023. Bajo la denominación de "marco inclusivo" y coordinados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), las partes tratarán de cerrar los flecos pendientes del acuerdo del pasado 1 de julio. Ese acuerdo supuso lo que entonces se denominó un compromiso "histórico" para crear un marco fiscal global para las grandes empresas, al que se sumaron 130 de los 139 países y territorios participantes, aunque desde entonces son ya 135 y 140, respectivamente.

La discusión de este viernes, por vía telemática, busca determinar si más países se suman al consenso y cerrar los últimos detalles concretos, así como el proceso de implementación. "La reunión del viernes es clave y daremos lo mejor de nosotros", dijo ayer el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, al cerrar la reunión ministerial anual de la organización. Actualmente, Hungría, Estonia, Nigeria, Kenia y Sri Lanka son los seis renuentes.

El compromiso se articuló en torno a dos pilares, el primero de los cuales prevé un impuesto genérico a las grandes empresas, sean o no tecnológicas, con una facturación mundial de más de 20.000 millones de euros y una rentabilidad (relación entre beneficios e ingresos) superior al 10%. Todos los países en los que esas empresas tengan ingresos superiores a un millón de euros (o a 250.000 euros en los pequeños Estados) tendrán derecho a recibir una parte del impuesto que paguen las compañías.

Si el pacto se cierra este viernes, el compromiso sería respaldado por la cumbre del G20 que se celebrará en Roma el 30 y 31 de este mes

Esos países se repartirán entre ellos entre un 20% y un 30% del beneficio residual, una vez que el país donde tenga su sede la compañía haya recibido el correspondiente impuesto de la rentabilidad. El Pilar 2 establecía un impuesto de sociedades mínimo de "al menos el 15%" para las empresas, aunque desde julio los nuevos contactos han diluido ese compromiso y la cifra actualmente más probable sería un mínimo del 15%.

Si el pacto se cierra este viernes, el compromiso sería respaldado por la cumbre del G20 que se celebrará en Roma el 30 y 31 de este mes, y a partir de entonces se comenzarían a discutir las modalidades prácticas de implementación. El objetivo es comenzar a aplicarlo en la práctica en 2023, algo que se considera "muy ambicioso", según avanzan varias fuentes de la organización.

Mientras tanto, los países que aplican la llamada "tasa Google" a grandes compañías digitales, como Francia, podrán continuar aplicando ese impuesto. El acuerdo de julio se produjo después del cambio fundamental de postura de EEUU con la llegada al poder en enero del presidente Joe Biden.

Irlanda confirma que se une al acuerdo 

A pesar de sus reticencias iniciales, Irlanda se sumará finalmente al acuerdo internacional de la OCDE sobre fiscalidad, lo que llevará a Dublín a elevar su impuesto de sociedades del 12,5% actual al 15%, según anunció este jueves su ministro de Finanzas, Paschal Donohoe. Con esta medida, el Gobierno irlandés pone fin a la política de baja fiscalidad que introdujo en 2003, gracias a la cual ha logrado desde entonces atraer a un gran número de multinacionales, sobre todo del sector tecnológico.

No obstante, también ha generado conflictos con algunos socios comunitarios, que consideraban que representaba un caso de competencia desleal y desconfiaban de la claridad de la legislación irlandesa al respecto.

Donohoe, que ocupa asimismo el puesto de presidente del Eurogrupo, precisó que el aumento del impuesto de sociedades al 15% afectará a las compañías que facturen más de 750 millones de euros anuales. Por último, Irlanda ha obtenido garantías de que el acuerdo global incluirá salvaguardas para evitar que, en años venideros, se pueda obligar a los países firmantes a elevar de nuevo este impuesto hasta el 18 ó el 21%.

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