Más detalles del acuerdo

CVC incluye en su pacto con LaLiga una cláusula de blindaje frente a la Superliga

El fondo, que asegura no contar con un mínimo de rentabilidad garantizada, renegociará a la baja las cifras si se aprueba la competición. Recorta a unos 2.200 millones los pagos ante la negativa de Barça y Madrid.

El presidente de LaLiga, Javier Tebas
El presidente de LaLiga, Javier Tebas.
Europa Press

Un blindaje claro en caso de que salga adelante la Superliga en los próximos años. El fondo de capital riesgo CVC ha incluido una cláusula de salvaguarda en el pacto con la Liga de Fútbol Profesional para renegociar a la baja todos los términos si así sucediera. El fondo, que asegura no contar con un mínimo garantizado de rentabilidad en su inversión, recorta hasta los 2.200 millones de euros el desembolso de dinero para los clubes, al excluir a Barça, Real Madrid, Athletic de Bilbao y Oviedo, que lo han rechazado. La patronal espera que en los primeros cinco años se eleve más de un 20% la valoración de la competición y superar la barrera de los 30.000 millones.

La Superliga siempre estuvo como telón de fondo de este acuerdo económico para inyectar dinero fresco y 'salvar' al fútbol español de una situación crítica marcada por el impacto de la Covid-19. Javier Tebas, presidente de la patronal, trató de dar un golpe en la mesa ante el intento frustrado de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, de impulsar esta nueva competición. Aunque hoy está más lejos, el fondo CVC quiere reducir la incertidumbre y se ha asegurado esa cláusula para la renegociación. Tanto la valoración, como los pagos ejecutados a los clubes (y la participación de casi el 11% de los ingresos de los clubes), serían rebajados ante la fuerte devaluación que sufriría el campeonato local. 

"Nos tendríamos que sentar a renegociar todas las condiciones", admite Oscar Mayo, Director Ejecutivo de LaLiga, sin explicitar si existe algún tipo de recorte ya fijado previamente. Eso sí, el directivo niega que se haya exigido a los 42 clubes de primera y segunda división que renunciara explícitamente a la Superliga, como sí pasó en su momento en Italia. Mientras eso sucede o no, CVC y LaLiga tratan de seguir adelante con el acuerdo pese a que haya recibido el rechazo de tres de los grandes clubes, debido a no estar de acuerdo ni en el fondo (las condiciones económicas) ni en la forma.

Estos desestimientos de los dos principales clubes, según explica Juan Arbide, managing director de CVC, no cambian la valoración de la competición (24.250 millones de euros) que se mantiene intacta sobre el papel. Lo que sí que se modifica a la baja de manera proporcional es tanto su participación en los ingresos futuros -no podrán participar en los de estos clubes- y su aportación total. Esta última se situaría en el entorno de los 2.200 millones de euros.

Pese a que había dudas iniciales sobre si la gestora iba a cancelar, ante la amenaza del Real Madrid de demandar, al menos por ahora su plan es continuar. El proyecto que se ha presentado a los clubes plantea crecimientos de doble dígito en los ingresos durante la próxima década hasta rozar los 3.000 millones en 2030, exprimiendo el mercado internacional y confiando en que cambiará el modelo de distribución actual, marcado por la propiedad de los derechos audiovisuales por parte de Telefónica y la recompra de los mismos por Orange. "La fórmula de la CNMC y la propia estrategia de las operadoras, que han colocado al fútbol como gancho para un producto [de conectividad] de mayor valor ha llevado a una situación que no es óptima a largo plazo; aumentar la distribución sería algo bueno", asegura Arbide. 

Con esos planes, La Liga prevé que esa valoración de algo más de 24.000 millones se incremente más de un 20% hasta situarse por encima de los 30.000 millones a partir del quinto año del acuerdo con CVC. La gestora persigue esa revalorización, pues su fin último es salir en un periodo inferior a una década con plusvalías suficientes. La fórmula, muy criticada por algunos de los clubes por el largo periodo de participación sobre los ingresos de la liga (50 años), no ha sido fácil de aceptar por CVC, según Arbide. La razón: no compran un porcentaje sobre las acciones de la totalidad de la liga. "Esto es una anomalía; los 50 años son una anomalía porque lo normal es adquirir la propiedad e un negocio pero no puedes comprar acciones de La Liga", apunta. 

La gestora participará año a año de los beneficios de La Liga -no cuenta con un rendimiento mínimo garantizado en caso de que haya rebaja significativa de los ingresos-, el acuerdo contempla su potencial salida y la sustitución por otro socio financieroLa patronal impondrá vetos, aunque no asegura qué tipo de inversor exigirá. Una de las opciones para el fondo sería la venta de ese porcentaje -a un precio superior al que ha pagado ahora- o bien la salida a bolsa. No está descartada dentro del acuerdo económico, aunque por ahora no se contempla.

La rentabilización de los derechos

La última palabra para la rentabilización de los derechos audiovisuales, que son la verdadera joya económica de sus activos, la tendrá La Liga, aunque hay un "alineamiento de intereses" con CVC. Pero habrá un comité ejecutivo conjunto para "optimizarlos". "Hay un interés mutuo de que el valor de esos activos suba", asegura el director ejecutivo de La Liga. ¿Cómo se repartirá entre los clubes? Se basará en el rendimiento que haya obtenido en los últimos siete años. Pero introducirán una fórmula para así también premiar a los que han estado en Primera y Segunda División en ese tiempo y ahora no están y viceversa. El ejemplo claro es el Deportivo de la Coruña, para el que se reservan un total de 25 millones de euros en caso de que regrese desde la antigua Segunda B.

La primera prueba de fuego será la próxima subasta de derechos de La Liga, que será por un periodo de cinco años y que incluiría paquetes específicos para plataformas digitales como Amazon o Dazn y así introducir competencia frente a Telefónica e incrementar esa distribución de los derechos entre otros perfiles. Las nuevas condiciones de la subasta podrían conocerse en las próximas semanas. Ese será un buen termómetro para el propio Tebas, para los clubes que han rechazado este acuerdo y para CVC.

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