Para afrontar la crisis

De Cos entra en escena: pide sacrificar márgenes empresariales por la guerra

El gobernador del Banco de España reclama un compromiso explícito de moderación de las ganancias para evitar que sean los trabajadores los que sufren todo el impacto de la invasión sobre su poder adquisitivo. 

Hernández de Cos
De Cos entra en escena: pide sacrificar márgenes empresariales por la guerra
Agencia EFE

Pablo Hernández de Cos esclarece sus recetas para afrontar la crisis económica derivada de la invasión rusa de Ucrania. El gobernador del Banco de España urge a las empresas a sacrificar márgenes con un compromiso explícito de moderación de las ganancias. La idea es evitar que sean los trabajadores los que sufren todos los efectos negativos. "Ni los trabajadores podrán mantener su poder adquisitivo en el corto plazo, ni las empresas serán capaces de mantener sus márgenes", ha advertido en una reunión de trabajo con el sector empresarial organizado por Hill & Knowlton.

El encarecimiento de las materias primas energéticas -la mayor parte de las cuales España importa del exterior- constituye un enorme shock negativo y, por tanto, un empobrecimiento de la economía. El Banco de España ve crucial evitar que se desencadene una espiral de incrementos de precios y costes que solo agravaría los efectos, ya de por si nocivos, de la perturbación actual. Por ello, aboga por firmar un pacto de rentas entre empresas y trabajadores. Hernández de Cos considera que es crucial que este gran acuerdo suponga un reparto de la merma de rentas de la economía nacional frente al resto del mundo que implican los aumentos de costes recientes. 

"Todos los agentes implicados han de asumir una pérdida", ha insistido el gobernador. Y es que, si todo el ajuste recayera sobre los trabajadores, da por hecho que en el medio plazo las empresas también acabarían sufriendo las consecuencias al experimentar un fuerte retroceso en su demanda. El efecto también sería negativo si en la coyuntura actual se hiciera recaer todo el ajuste sobre las empresas, pues muchas de ellas se verían abocadas al cierre y otras sufrirían pérdidas significativas de competitividad que afectarían a su capacidad de inversión futura. Todo ello acabaría trasladándose en menor creación de empleo y bienestar para los ciudadanos.

Hernández de Cos afirma que, según la información de la que dispone, todo apuntaría a que por el lado de los trabajadores es indudable que estos están perdiendo poder adquisitivo. Los convenios colectivos registrados hasta el pasado mes de febrero ponen de manifiesto que la reacción de los salarios negociados al entorno de elevada inflación está siendo moderada. El último incremento salarial pactado para 2022 se incrementó hasta el 2,3%, un porcentaje claramente inferior al nivel en el que se encuentra el precio del dinero y al esperado para el conjunto del ejercicio.

En el ala empresarial observa que estas no han venido trasladando de forma plena a los precios de sus productos los aumentos de sus costes -fundamentalmente en sus inputs energéticos, pero también en otros inputs intermedios-. Ya sea por presiones competitivas o ante la debilidad de la demanda, el gobernador del Banco de España cree que los márgenes empresariales se habrían reducido recientemente como consecuencia del actual episodio inflacionista. 

En todo caso, la institución monetaria alerta de que solo con un reparto se puede asegurar que la moderación salarial se traslada de forma efectiva a la competitividad empresarial, a la vez que se limita la traslación de los aumentos de los costes de los insumos energéticos al resto de bienes y servicios de la economía. Eso sí, para llegar a este pacto ve fundamental esquivar la adopción de medidas cuya implementación sea excesivamente general debido al impacto extraordinariamente asimétrico que las perturbaciones suponen sobre los distintos colectivos de trabajadores, empresas y sectores. "Lo conveniente es evitar soluciones que resulten excesivamente rígidas en algunos segmentos de la actividad o empresas", ha recalcado. 

También aconseja eliminar las fórmulas de indicación automática de los salarios a la inflación pasada o de cláusulas de salvaguardia, que actualmente tiene casi el 30% de los trabajadores. Esta garantías elevan el riesgo de que se materialice una eventual ola de incrementos en los salarios y los precios. Además, en los cálculos de las referencias nominales, ve conveniente excluir los componentes asociados a los productos energéticos, cuyas dinámicas de precios muestran una considerable volatilidad y, en la coyuntura actual, previsiblemente no sean duraderas. Igualmente, pide la inclusión de compromisos plurianuales tanto en lo relativo a los incrementos salariales como a la protección del empleo. En un contexto tan incierto como el actual, el gobernador entiende que esto aportaría gran certidumbre.

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