“No soy un político, sino un trabajador que comenzó de aprendiz y sigo aprendiendo”. Con estas palabras trataba de sacudirse el pasado mes de enero el flamante nuevo consejero delegado de Indra de las quinielas que lo colocaban en las filas políticas ante el nuevo ciclo electoral. José Vicente de los Mozos se convierte en el primer ejecutivo de la compañía semipública después de varios meses de intensa búsqueda. El directivo, nacido en São Paulo en 1962 pero con ‘sangre’ vallisoletana, es uno de los grandes nombres del motor español, después de más de cuatro décadas ocupando puestos de relevancia en Renault. Con una dilatada experiencia profesional, el Gobierno y el resto de accionistas buscan aportar estabilidad a la cúpula.
Con 60 años, el ejecutivo, hijo de un empleado de General Motors (en São Paulo) y de Renault, aterriza en Indra sin apenas experiencia directa en el sector de la defensa. Le tocará liderar una compañía en pleno giro hacia este sector estratégico y con unos años por delante en los que se disparará el gasto militar, tanto en España como en el resto de países aliados. Su antecesor, Ignacio Mataix, fue reclutado del fabricante de motores de aviación para la defensa ITP Aero, donde ejerció de consejero delegado durante casi quince años.
Sí que cuenta con una Ingeniería en Aeronáutica por la Universidad Politécnica de Madrid y una extensa experiencia en la industria. De Los Mozos es uno de los pesos pesados de la gran industria española. Ha sido una de las grandes caras visibles no sólo del motor, sino también del sector en general. Ejerció como responsable de fabricación de los vehículos de todo el grupo y también de la logística. Ha tenido experiencia en la cúpula de la multinacional, siendo miembro del comité ejecutivo del grupo galo, ejerciendo como presidente del consejo de administración de la división española.
De los Mozos, padre de cuatro hijos, había mostrado a la dirección de Renault su intención de abandonar la primera fila después de años en los que viajaba sin parar a París (Francia). “Tengo 60 años y llevo 12 yendo de lunes a viernes a París, y necesito vivir. Mi familia me necesita un poco más y quiero volver a mi país. He hablado con Luca de Meo (CEO de Renault). Son muchos años y creo que es el momento de volver a casa y hacer cosas en mi país”, aseguró el pasado mes de noviembre tras anunciar su despedida. Bien es cierto que se había quedado a las puertas de presidir el grupo y, pese a que algunas voces lo situaban en ese puesto, finalmente fue Luca de Meo el elegido en 2020.
Tras su salida del grupo automovilístico francés, De los Mozos no tenía ninguna posición ejecutiva. La Junta Rectora de Ifema, liderada en aquel entonces por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, e integrada por el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio, le nombró por unanimidad como presidente en 2020. Realmente este puesto es más institucional que ejecutivo, pues las riendas del día a día las tiene Juan Arrizabalaga, que ejerce como director general desde hace casi un año.
Estabilidad institucional
Su perfil no es el de un político al uso o el de un directivo claramente identificado con ningún partido. Pero sí que es cercano y bien visto por el Partido Popular. En los últimos años ha ejercido como 'asesor' de los equipos económicos del partido, bajo la presidencia de Pablo Casado. Durante el pasado mes de enero tuvo que salir al paso para asegurar que él no era político ante las voces que lo colocaban en unas listas electorales. Esta cierta cercanía al partido permite aportar estabilidad institucional ante la cercanía de las próximas elecciones generales de diciembre y un potencial cambio de gobierno.
En el Ejecutivo de Pedro Sánchez también ha habido cierta sintonía con el directivo. En 2022, fue galardonado con la Gran Cruz de Isabel La Católica. Esta distinción vino a reconocer, según expresó el Ejecutivo tras el Consejo de Ministros, "la aportación y contribución en beneficio de España, así como su papel en relaciones de amistad y cooperación de nuestro país con el resto de la comunidad internacional". El pasado diciembre, la entonces ministra de Industria y hoy candidata por el PSOE al Ayuntamiento, Reyes Maroto, le reconoció tras su marcha del grupo automovilístico: "Te vamos a echar de menos".
Ahora, De los Mozos tiene importantes retos por delante en su gestión en Indra. Dos operaciones corporativas significativas. Una es la posible entrada accionarial de Indra en ITP Aero con un porcentaje significativo. Su antecesor, Ignacio Mataix, negó en varias ocasiones ante los analistas que fuera una transacción que estuviera sobre la mesa. La otra es el 'spin off' de Minsait, la división tecnológica de la compañía, que ha estado sobrevolando durante los últimos meses la compañía. Además, la consolidación del mercado de la defensa es otro de los frentes, con la irrupción de Escribano con la intención de aterrizar en el consejo.
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