De Valquiria a la hipervelocidad: EEUU trabaja para reforzar su poder aéreo

  • A la espera de que el potente entramado industrial de defensa de EEUU vuelva a lograr un 'eureka' como el que cosechó con el F-22 Raptor.
El XQ-58A Valkyrie en pleno vuelo (US. Dod)
El XQ-58A Valkyrie en pleno vuelo (US. Dod)

La supremacía aérea es una de las constantes preocupaciones del Pentágono, y el Departamento de Defensa de EEUU está decidido a no permitir que se dude ni un ápice de la potencia con la que cuentan en los cielos.

Su programa Joint Strike Fighter para el desarrollo del caza F-35 junto a una serie de socios industriales no deja de ser un quebradero de cabeza para los 'halcones' estadounidenses, que ven cómo a los retrasos y brutales sobrecostes se han unido en los últimos tiempos las dudas sobre aliados en el mismo, como Italia y Turquía.

En el caso del país transalpino se han cancelado las últimas entregas de aeronaves por la acumulación de impagos del Ejecutivo italiano. Más delicada es la situación con el Gobierno de Erdogan, después de que se decidiera a adquirir baterías de misiles rusas S-400, pese a ser un miembro clave de la OTAN.

A la espera de que el potente entramado industrial de defensa de EEUU vuelva a lograr un 'eureka' como el que cosechó con el F-22 Raptor, los programas para el desarrollo de nuevas tecnologías aéreas se suceden, con idea de no perder comba en este campo.

Una de las últimas novedades desveladas por el Ejército del Aire de EEUU ha sido el XQ-58A Valkyrie, su último dron de largo alcance. Hay que tener en cuenta los logros obtenidos con el MQ-9 Reaper, que armado con misiles 'hellfire' ha sido empleado de manera profusa para la eliminación de objetivos en sus campañas de la llamada "Guerra contra el Terror".

Pues bien, el nuevo aparato que realizó su vuelo inaugural el 5 de marzo sobre los cielos de Arizona, promete una autonomía operativa de 4.800 kilómetros y ser capaz de llevar una carga de 272 kilogramos, incluyendo misiles y bombas de pequeño diámetro. El XQ-58A Valkyrie es fruto de dos años y medio de trabajo conjunto del Air Force Research Laboratory con la empresa Kratos Unmanned Aerial Systems.

La baza de DARPA

Pero si hay un organismo siempre presente en los proyectos militares más avanzados de EEUU es su agencia DARPA, que fiel a su cita con las necesidades del Pentágono, ha cerrado un contrato con la empresa Raytheon para el desarrollo de un arma hipersónica. El acuerdo, por un importe de 63,3 millones de dólares, persigue la ejecución de una revisión total del diseño.

El prototipo sobre el que se trabaja es una especie de dron 'kamikaze' propulsado por un cohete para alcanzar la velocidad hipersónica (superior a Mach 5), del que se desprendería la carga explosiva para realizar-ya sin propulsión- el resto de su recorrido hasta el blanco. El segmento explosivo podría ser manejado y maniobrado en vuelo, pero no recibir más potencia de vuelo.

De acuerdo a los datos que facilita DARPA en su página web, el proyecto se estructura en dos fases, con un período de pruebas en tierra y un calendario de test de vuelos.El objetivo del proyecto es lograr un sistema "asequible" (para los costes de Defensa) y probado que ponga a EEUU al nivel de otras grandes potencias, como Rusia y China, que en los últimos años han llevado a cabo con éxito el desarrollo de armas similares. Perder esa ventaja tecnológica es algo que, pese al fin de la Guerra Fría, el Pentágono no está dispuesto a aceptar.

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