Reunión pendiente

La SEPI retoma su cita con De Cos en pleno debate de los Presupuestos

El Banco de España vuelve a fijar un encuentro con el holding de empresas públicas dependientes del Ministerio de Hacienda, después de haberlo cancelado en junio cuando Belén Gualda se contagió de covid.

Hernández de Cos
Hernández de Cos, presidente del BE
UMA/ Europa Press

El Banco de España y los presidentes de las grandes empresas públicas dependientes de la SEPI retoman su agenda para tratar las perspectivas económicas que se ciñen sobre la economía del país. Tras un encuentro fallido el pasado mes de junio, el gobernador, Pablo Hernández de Cos, y los diferentes máximos representantes de compañías estatales como Correos, RTVE, Agencia Efe, Tragsa, Mercasa, Ensa  o Navantia entre otras se han citado para el próximo lunes, en un almuerzo interno en el que no se perderá de vista el debate presupuestario y las distintas asignaciones a las compañías propiedad del Estado.

Nuevamente, la cita llega en mitad de la tensión que últimamente rodea a la entidad independiente y el Ejecutivo. El Banco de España ha ofrecido unas perspectivas económicas de crecimiento distintas a las que ha esgrimido el propio Gobierno, a través del Ministerio de Economía. La última discrepancia llegó hace apenas una semana, cuando la entidad independiente enmendó el cuadro macroeconómico para el próximo año y redujo de forma significativa los datos de crecimiento, en contra de lo que mantiene el Ejecutivo.  

Esta nueva reunión retoma la cita marcada para el pasado mes de junio que terminó siendo suspendida en el último momento. La cancelación del acto se debió a motivos médicos de la presidenta de la SEPI, Belén Gualda. Otras fuentes enmarcan este encuentro en las relaciones institucionales que mantienen las distintas entidades. En medios políticos se interpretó que la cumbre estaba condicionada por el malestar de miembros del Gobierno con la receta económica del BdE. El hecho de que la agenda se haya retomado ahora deja sin argumentos a los observadores más suspicaces.

El gasto público, la SEPI y el BdE

Por lo que respecta a las entidades públicas, el Banco de España no ha hecho ninguna alusión pública directa, pero sí ha advertido de la necesidad de una "revisión integral" del gasto público por parte de la administración. Dejando de lado las pensiones, la partida de gastos aumentará sobremanera (6.300 millones) por la remuneración de los asalariados públicos, según explicó De Cos, algo que señala de lleno a muchas de sus participadas, especialmente a Correos que es uno de los principales empleadores públicos del país.

"De acuerdo con las estimaciones del Banco de España, por cada punto porcentual de revalorización de la remuneración de los asalariados públicos, el gasto de personal se elevaría en aproximadamente 1.400 millones de euros", dijo De Cos en su comparecencia en el Congreso de los Diputados. El Gobernador matizó que los gastos de personal asociados a la remuneración de los funcionarios solo se ven afectados por la inflación cuando las administraciones públicas adoptan "decisiones discrecionales para mitigar –a menudo de forma parcial y con carácter desfasado– el impacto del crecimiento de los precios sobre su poder adquisitivo".

Casi 3.000 millones en personal

De acuerdo al último proyecto presupuestario del Gobierno, las empresas de la SEPI presentan para 2023 unos gastos de explotación de 3.315 millones y otros 2.768 millones relativos a personal. Con todo, se espera que a nivel agregado el pool de empresas públicas generen beneficios por segundo año consecutivo tras la pandemia del coronavirus. De la cifra total de inversión real prevista por el conjunto de sociedades y entidades no financieras, 447 millones corresponden a la SEPI.

La SEPI ha estado en el radar el Banco de España en otras ocasiones. En pleno parón de la economía por el coronavirus, el gobernador se pronunció sobre el fondo de recapitalización de 10.000 millones para mantener a flote empresas españolas estratégicas (Fasee), aludiendo a que este instrumento era positivo pero insuficiente si se quería reforzar la posición de solvencia de las empresas de menor tamaño. Este fondo solo estaba destinado para compañías con necesidades de capital de al menos 25 millones de euros.

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