El sector de la Defensa tiene puestos sus ojos en la próxima edición de Feindef. Del 29 al 31 de mayo en los pabellones de Ifema en Madrid acogerán la feria de tecnologías y material para la Defensa y aplicaciones duales. Encuentro profesional único en el que se den cita empresas, Fuerzas Armadas y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Universidad y Centros de Investigación para conocer in situ plataformas y nuevos desarrollos tecnológicos y revisar los contratos millonarios pendientes en el sector. Sin embargo, las industrias españolas se sienten 'penalizas' por el propio ministerio de Defensa, que no siempre se decanta por ellas cuando dirime las licitaciones públicas.
En 2017, las empresas del sector aumentaron su facturación en un 7% con respecto al año anterior hasta llegar a más de 5.300 millones de euros. La industria de Defensa representó casi un 3% del PIB industrial de 2017 y dio empleo directo a cerca de 23.000 personas, una generación de puestos de trabajo que tuvo un crecimiento anual de más del 2% anual. Un sector que no hay que perder de vista, ya que -según datos del propio ministerio de Defensa- tiene una productividad de 3,8 veces la media nacional y un marcado carácter estratégico.
Desde el sector español advierten que la concesión de contratos a consorcios internacionales, frente a empresas españolas, no se debe a que nuestra producción no sea puntera, sobre todo a la vista de que el alto grado de internacionalización de esta industria es una de las claves de su estabilidad. Más de un 80% del total de la facturación corresponde a exportaciones, lo que en términos nominales significa alrededor de 4.300 millones de euros al año. El principal cliente de las empresas españolas de Defensa es Europa, con un casi un 85%, gracias en gran parte a los proyectos de cooperación de la UE.
Pero para muestra, la última concesión de Defensa. Recayó en la sueca Bosfors y en la israelí Raytheon, uno de los contratistas de defensa militar más grandes de los Estados Unidos. A través de ellas, el Ejército de Tierra adquirirá hasta cien proyectiles guiados de la llamada artillería Excallibur en los próximos tres años. Las compras parten de 1,8 millones de euros. También existen una versión naval de estos proyectiles de precisión y alcance de hasta 62 kilómetros, que según fuentes del sector, también podrían interesar a la Armada Española.
Otro ejemplo reciente, el Ministerio de Defensa ha autorizado un contrato con la firma israelí IMI Systems para adquirir 1.282 proyectiles que servirán para las maniobras de entrenamiento de estos tanques que se encuentran desplegados en Letonia en la misión de la OTAN 'Enhanced Forward Presence'. En total, el Ejército de Tierra, a través de la Jefatura de Asuntos Económicos del Mando de Apoyo Logístico, gastará 3 millones de euros.
El contrato millonario del 8x8
Pero las cifras del contrato de los proyectiles Excallibur ó las de los proyectiles israelíes para los tanques Leopard son irrisorias si se las compara con las que maneja la contrata de 3.836 millones para fabricar un millar de unidades del 8X8. Hablamos de la estrella del Ejército de Tierra, el nuevo carro de combate de la rama terrestre de las Fuerzas Armadas, que sustituirá a la vieja flota de Blindados Medios sobre Ruedas (BMR), con más de 40 años.
Todas las miradas en esta edición de Feindef se las llevará el gigante americano General Dynamics European Land Systems - Santa Bárbara Sistemas, que es un conglomerado de empresas fruto de la fusión de numerosas compañías y que en 2015 se situó como el quinto mayor contratista de defensa del mundo por ingresos. Ya que hay rumores en el sector que apuntan que la mencionada firma en UTE con Indra y Sapa podría haberse llevado la contrata del millar de unidades de 8x8. Por eso, en Feindef se esperan con interés los modelos que presenten.
Con la crisis, entre 2010 y 2015, se paralizó todo proceso de compra de los blindados. Cinco años perdidos con el único aspecto positivo de que esta demora ha permitido contemplar algunos sistemas de armas más evolucionados. Ahora, los casi mil nuevos blindados (998) son la prioridad del Ejército de Tierra. La fecha anunciada por el Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), general Francisco Javier Varela Salas, es el 10 de junio de 2019.
Faltan quince días para cumplir el plazo y aún la brigada de la Legión en Almería no ha probado, como estaba estipulado, las demostraciones tecnológicas de las firmas que pujan por la licitación para probar, antes de conceder la contrata, las capacidades de este vehículo. Tal vez por eso, en el sector hay el rumor que ya se ha concedido la licitación, un hecho que ha negado el propio ministerio. Y el nombre de General Dynamics suena cada vez con más fuerza.
Los prototipos de VCR 8x8, que sustituirán a los vetustos BMR, han sido desarrollados por la UTE integrada por Santa Bárbara Sistemas, Indra y SAPA. De ser elegido un fabricante español, lo cual todavía está en el aire, se beneficiarían las localidades de Alcalá de Guadaira (Sevilla), Trubia (Asturias), Aranjuez (Madrid) y Andoain (Guipúzcoa), que es donde se ubican los principales productores 'made in Spain'. En concreto, en la fábrica de Trubia de Santa Bárbara System están esperanzados, ya que forman parte de la UTE y cuentan con la experiencia de haber fabricado otros demostradores para el Ejército de Tierra. En Trubia el pedido se solaparía con el del SV que ahora fabrica para el Ejército británico.
Productores 'Made in Spain'
Otra empresa que opta al contrato es la también nacional Escribano Mechanical & Engineering, que con Indra y la filial española de la italiana Leonardo han formado el consorcio Trium-DRS para fabricar una estación de combate teledirigida para el mercado nacional, europeo y global. Su primer objetivo sería incorporarla al nuevo vehículo que desarrolla el Ministerio de Defensa -el VCR 8x8- y adjudicarse un contrato de unos 450 millones de euros. Este consorcio está participado a partes iguales por las tres empresas. Todos los componentes de la estación se fabricarán en España, en las instalaciones de Indra en Aranjuez (Madrid), de Leonardo en Valencia y de Escribano en Alcalá de Henares (Madrid).
Las grandes inversiones en Defensa
El pasado mes de diciembre, el Consejo de Ministros, aprobó tres de los programas clave de la industria: el mencionado VCR 8x8, la fragata F-110 y la actualización del Eurofighter. Y es que el nuevo Gobierno de España ha impulsado en los últimos seis meses de 2018 un nuevo ciclo de inversión en Defensa, con la aprobación de grandes contratos que superan los 12.700 millones de euros y que suponen la mayor inversión en el sector de los últimos 20 años.
Desde Feindef asguran que "sólo estos tres contratos suponen una inversión de 7.331 millones de euros en un Plan Plurianual hasta 2032 y la creación de más de 8.500 empleos directos e indirectos en todo el territorio nacional". Y apuntan que desde junio de 2018, el ministerio liderado por Margarita Robles también ha dado luz verde a la modernización de los helicópteros Chinook y de los vehículos Piraña del Ejército de Tierra, así como la adquisición de un cuarto Super Puma para el Ejército del Aire. También el Consejo de Ministros aprobó, el pasado mes de julio, la tramitación de un nuevo convenio para garantizar el acceso de las Fuerzas Armadas a los datos de los satélites de nueva generación SpainSat.
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