Delivery Hero cede poderes en Glovo mientras Softbank sobrevuela la startup

  • El máximo accionista de la española 'sólo' aportó 15 de los 150 millones de la ronda siendo el máximo accionista recortando al 13% su participación.
Un repartidor de la empresa de reparto a domicilio Glovo. /Glovo
Un repartidor de la empresa de reparto a domicilio Glovo. /Glovo

Era el máximo accionista. Irrumpió casi en secreto en la ronda que se cerró hace un año. Ahora, en plena oleada de fusiones y adquisiciones, Delivery Hero da un paso atrás en Glovo. La compañía alemana recortó casi tres puntos porcentuales su participación en la startup española después de la última ampliación de capital de 150 millones de euros. Ahora, la compañía prepara una nueva inyección de dinero, con Softbank revoloteando alrededor.

Delivery Hero, con sede en Berlín y uno de los grandes actores de la entrega de comida a domicilio por internet en Europa, compró el 16% de las acciones de Glovo después de desembolsar algo más de 51 millones de euros en agosto de 2018, según quedó reflejado en la información facilitada al regulador alemán. A una valoración de más de 250 millones de euros había que sumar que una parte de ese dinero fue a parar a mercado secundario. 

Con ese movimiento se convirtió en el máximo accionista de la compañía española, que ya contaba con un variado accionariado en el que despuntaban nombres como Rakuten o el fondo de inversión español Seaya Ventures. Pese a su fuerte apuesta por la empresa inicial, en la siguiente prueba de fuego no mantuvo su apuesta para seguir manteniendo su posición accionarial.

Tal y como reconoce la empresa en documentos oficiales, en la última ronda de financiación que se cerró a finales de abril participó de una manera mucho más tibia que la anterior. Aportó 'sólo' 15 de los 150 millones de euros que recibió la empresa, según las cifras hechas públicas por ésta. Es decir, sólo uno de cada diez euros que se inyectaron salieron de los bolsillos de los alemanes. Con este desembolso, ante la entrada de nuevos accionistas como el fondo Lakestar o el dueño de la franquicia mundial de restaurantes Papa John’s, ha perdido peso en el accionariado: del 16% al 13,3%.

¿Qué sucedió en esos meses en el seno de la compañía? Se produjeron algunas salidas de mercados latinoamericanos importantes, ante la fuerte presión de la competencia. El más delicado era Brasil, donde la española se tenía que batir el cobre con la colombiana Rappi, que recibió 1.000 millones de dólares del gigante japonés Softbank. El cierre ha implicado casi 30 millones de euros de un desembolso -ejecutado en los primeros meses de 2019- que no fue especialmente bien visto por algunos accionistas.

Sea como sea, el que ha sido socio más destacado de la startup y el socio industrial de referencia pierde poder en el accionariado. Y lo hace en un momento muy concreto de la historia de este sector: la consolidación y la oleada de fusiones y adquisiciones, con otros gigantes como Uber o Deliveroo acechando y con dos de los grandes, Just Eat y Takeaway, formalizando su fusión -aceptada en España recientemente por la Comisión Nacional de los Mercados y al Competencia (CNMC).

Nueva ronda, con Softbank sobrevolando

Después de estos movimientos, Glovo sigue trabajando en una nueva ronda de financiación que se sumaría a los más de 265 millones de euros que ha levantado en el último año, según confirman varias fuentes conocedoras. Hay que tener en cuenta que su batalla en Latinoamérica se da con Rappi -respaldada por Softbank- y en Europa con Deliveroo -con Amazon como uno de los accionistas de referencia- y UberEats. Todos ellos, al igual que le sucedía a Cabify con la propia Uber o Didi, con 'bolsillos de oro'. Previsiblemente, esta operación elevaría la valoración de la compañía por encima de la barrera psicológica de los 1.000 millones.

En esas conversaciones para cerrar la ronda ha estado sobrevolando la propia Softbank. El gigante nipón ha mantenido, según informaron medios británicos en verano, conversaciones iniciales con la cúpula de la startup para una potencial inversión. Hoy la compañía vive un momento especialmente delicado en dos de sus principales apuestas con el 'megafondo' tecnológico Vision Fund, con los problemas de Uber en bolsa y el retraso en la salida al parqué de WeWork por la presión de los inversores.

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