Deloitte busca anular la multa del ICAC con 'avales' del Banco de España y CNMV

  • La firma aflora que la autoridad de contabilidad le impuso la histórica multa por su actuación en Bankia en contra de los organismos supervisores. 
Imagen de la Torre Picasso, sede de Deloitte.
Imagen de la Torre Picasso, sede de Deloitte.

Deloitte busca anular la histórica multa que le impuso el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) por su actuación en Bankia con el papel jugado con los supervisores. La sanción de 10,4 millones de euros la recurrió en la Audiencia Nacional, donde hará valer que la autoridad contable decidió en contra de su comité consultivo que había considerado que la sanción “no era correcta”.

El ICAC reprendió a la firma por “conflicto de interés”, al ocuparse de varios trabajos sobre el balance de fusión y el perímetro del grupo después de haber auditado las cuentas trimestrales de 2011 con las que salió a bolsa. El presidente de Deloitte España, Fernando Ruiz Ruiz, explicó durante su intervención en la Comisión de la Crisis en el Congreso que fueron trabajos encargados de forma directa por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco de España por el conocimiento que Deloitte tenía sobre la entidad.

“Trabajos como éstos se han hecho en multitud de ocasiones” a escala internacional, en otros países, y “no son trabajos que estén prohibidos por la regulación de los auditores”, refirió. El ICAC ajustó la sanción desde 12 a 10,4 millones, pero la firma de auditoría confía que la Audiencia Nacional la anule por completo.

El ICAC desoyó por vez primera a su comité consultivo, cuyas resoluciones no son vinculantes pero suele respetar. En dicho organismo figuran miembros de CNMV, Banco de España y del Tribunal de Cuentas, junto a representantes de otras instituciones como el Ministerio de Economía. De forma adicional hará valer los testimonios de los altos representantes de ambos organismos refrenando su argumento durante la causa abierta por Bankia.

El presidente de Deloitte en España explicó durante su comparecencia que de cara a la salida a bolsa de Bankia se presentaron cuentas trimestrales porque no había cuentas consolidadas anuales, dada la reciente configuración del grupo con la fusión de siete cajas de ahorros. “Solo hicimos una auditoría de las cuentas trimestrales”, refirió, subrayando que no colaboró ni en la decisión de sacar la entidad a cotizar, ni en la fijación del precio ni el folleto.

Fue por la limitada información contenida en las cuentas trimestrales por lo que el regulador de los mercados solicitó su intervención sobre información adicional que pudiese completar los estados contables trimestrales y que se incorporó en el folleto de la OPV. "La CNMV dijo que las cuentas tenían un formato restringido y que le gustaría que hubiese alguna información adicional, por lo que le dijo a la entidad que pidiera al auditor una sugerencia acerca de la información adicional que se podría incluir en las cuentas", refirió, según Ep. "No puede ser que hagamos un trabajo porque lo piden los reguladores y luego nuestro regulador nos sancione", esgrimió, subrayando que el ICAC determinó fijar una multa histórica aún pese a que los miembros del comité consultivo habían opinado en su contra “por abrumadora mayoría”.

Tras salir a bolsa Bankia presentó un beneficio de 309 millones, que tras su nacionalización y previos ajustes para sanearla y recapitalizarla mutó en pérdida por más de 3.000 millones. El responsable de Deloitte refirió que llevaba alertando a la dirección de la entidad y al Banco de España desde el otoño anterior sobre el impacto que tendría en la matriz BFA la depreciación de las acciones de la filial cotizada y reclamando una información sobre tasación que no recibió. Las cuentas de 2011 se presentaron a CNMV sin el informe de auditor, lo que explicó en que el banco no le había facilitado a tiempo los resultados.

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