El cuñado de Rato releva a Santiago Segura en una comedia... como inversor

  • Luis Alberto Salazar Simpson se apunta a la moda de invertir en una AIE. Esta vez se trata de 'Mamá se fue de viaje', una comedia argentina.
Luis Alberto Salazar Simpson, presidente de France Telecom España.
Luis Alberto Salazar Simpson, presidente de France Telecom España.
F.T.

Hace dos semanas se inscribió en el Registro Mercantil la firma Abuelos A.I.E. Detrás de la operación estaba Alonso Aznar Botella, el hijo pequeño de Ana Botella y José María Aznar. Se detallaba que el joven empresario compra 461.827 cuotas al socio Dos cincuenta y nueve S.L., que es la empresa de Plasencia cuyo administrador único es Santiago Requejo, un nobel director de cine que ha estrenado con éxito en el Festival de Málaga la cinta 'Abuelos', sobre el emprendimiento a partir de los 50 años. 

Esto no significa que Alonso Aznar se haya lanzado a coproducir una cinta protesta sobre el maltrecho mercado laboral. Simplemente que se ha acogido a invertir a través de una Agrupación de Interés Económico (AIE), ya que tiene fuertes ventajas fiscales. Tal vez no sea ni consciente de que ha decidido desgravar con una película de estas características.

Posiblemente se le haya ocurrido lo mismo al presidente de France Telecom España y de la Fundación Orange, y cuñado del exbanquero Rodrigo Rato, Luis Alberto Salazar Simpson (Madrid, 1940). Su nombre aparece ligado al de la AIE 'Mamá se fue de viaje', en la que acaba de invertir con el mismo fin que el benjamín de los Aznar: desgravar, porque las ventajas fiscales las hay y son muchas. Y "Beto Simpson", como es conocido en los círculos del Madrid de los negocios, no ha querido dejarlas escapar.

El cuñado, el vizconde y Deloitte

El Registro Mercantil da cuenta de que en la AIE 'Mamá se fue de viaje' sale Amiguetes Enterprises S.A y Bowfinguer International Pictures S.L empresas ligadas al director, actor y presentador Santiago Segura, el creador de las sagas de 'Torrente', y entran una serie de nuevos inversores. Quince de ellos relacionados con Deloitte, el mencionado presidente de France Telecom España y un noble, Beltrán Morenés, vizconde de Aleson.

La AIE (Agrupación de Interés Económico) es una figura desconocida e infrautilizada pero clave para el mecenazgo cultural y un buen truco para ahorrar en la renta. Supone una fórmula jurídica con plena capacidad jurídica mercantil, pero que a diferencia de una sociedad limitada no puede tener ánimo de lucro como tal.

Por el contrario, los beneficios o pérdidas que puedan tener las AIE se computan directamente a sus socios en función de su participación en la agrupación, siendo el balance final de las AIE siempre cero. Por lo tanto, el sentido de las AIE es ser un instrumento que permita desarrollar proyectos a personas físicas o jurídicas que excedan de sus capacidades individuales y que por sí solos no podrían. Una película, un libro o un concierto son el objeto más común para una AIE.

Exenciones fiscales

Esta fórmula se está popularizando porque las AIE tributan en el Impuesto sobre Sociedades bajo transparencia fiscal (tributan directamente sus socios); están exentas del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, y tienen su propia regulación en la Ley 12/1991, de 29 de abril, de Agrupaciones de Interés Económico. El artículo 36.3 de la Ley 27/2014 de Sociedades ya permite una deducción en cuota del 20% sobre los costes directos de producción de espectáculos en vivo de artes escénicas y musicales.

Salazar Simpson no debe preocuparse si la cinta argentina que ha elegido para invertir fracasa. También es la AIE la entidad responsable de que se produzca la reinversión del 50% de los beneficios obtenidos. Y por último, es Hacienda también se ocupa de validar que los socios de la AIE no desarrollen actividades directamente relacionadas con las de la entidad.

El potencial inversor no mide el retorno esperado de la inversión en función, exclusivamente, del resultado económico potencial de la explotación de la obra (que es una incógnita, obviamente) sino que cuenta, a priori, con la certeza de la recuperación de, al menos, una parte de su inversión. Triunfe en cines o no esta película, al cuñado de Rato le asegura una inversión bonificada. 

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