Dia acelera los contactos con inversores con su acción hundiéndose en mínimos

  • La compañía de supermercados vive sus peores momentos en bolsa a la espera de un nuevo plan estratégico y entre rumores de opa.
Imagen del exterior de un establecimiento de Dia.
Imagen del exterior de un establecimiento de Dia.
EP

El grupo de supermercados Dia no recordará el recién acabado mes de julio como uno de los mejores de la compañía. Al contrario. No sólo ha tenido que asumir que su resultado en lo que va de año se ha desplomado un 88%, también ha visto su acción entrar en una espiral descendente que le ha llevado a ahondar su nivel más bajo en el parqué desde que salió a bolsa hace siete años. Y, por ello, se han acelerado las conversaciones con inversores, para trasladar un mensaje positivo sobre la compañía.

No ha sido suficiente, por el momento, para hacerla despegar en bolsa porque Dia se apuntó ayer un descenso superior al 6,5%, dejando su valor en 1,91 euros. Como comparación, cuando llegó al mercado en verano de 2011, superaba los 3,5 euros.

[Te puede interesar: Ricardo Currás, CEO de Dia hasta hoy, ha sido cesado y el grupo de distribución ha optado por designar a Antonio Coto Gutiérrez como nuevo consejero delegado del grupo]

Los contactos, según analistas que siguen la firma de supermercados, se han incrementado en los últimos días, desde que la compañía presentó, el pasado jueves 26, sus resultados durante la primera mitad del ejercicio. La empresa, que no realiza valoraciones sobre su evolución en bolsa, enmarca estos contactos en la normalidad, aunque pueda haber más solicitudes de información por parte de los inversores respecto a trimestres anteriores.

Dia se dio un pequeño respiro el jueves cuando, tras desvelar la caída de su rentabilidad entre enero y junio (ganó 6 millones de euros), se apuntó una subida de casi el 3,6%. Sin embargo, desde entonces, se ha dejado en el parqué el 17% de su capitalización. Así, su valor en el mercado se sitúa en 1.210 millones de euros. Esa cifra es inferior, por ejemplo, a las ventas que ha logrado en tres meses en España y Portugal. Sus ingresos, en estos dos mercados, entre marzo y junio, superaron los 1.366 millones.

La compañía presidida por Ricardo Currás ahonda en mínimos al mismo tiempo que se mantienen los rumores que la colocan como posible objeto de compra. La opción que ve más factible el mercado es una operación de la mano de Mikhail Fridman, el magnate ruso que ya controla un 25% del su capital. Si quisiera lanzar una oferta por el 100% de la compañía 'sólo' tendrá que invertir, al precio actual, 907 millones de euros.

Además, casi la tercera parte de las acciones que Fridman no controla están manos de inversores bajistas (que apuestan por la caída de un valor en bolsa). Los últimos datos de la CNMV, antes del desplome en el parqué de los últimos días, indican que casi el 17,3% del capital de Dia está controlado por este tipo de firmas de inversión, que no tienen ninguna vocación de permanencia.

Plan estratégico

Con un mes de agosto por delante donde los inversores, en teoría, se dan un respiro, Dia encara el otoño con la previsión de presentar en octubre un nuevo plan estratégico, el primero desde que salió a bolsa. Por el momento, la empresa de distribución sólo ha apuntado objetivos amplios, como que potenciará la omnicalidad, entre sus tiendas físicas e internet.

En España, su principal mercado, sus ventas habían comenzado a mejorar en los primeros días de julio, según indicó Currás en la presentación de resultados, y espera cerrar el año con un ligero repunte de su resultado bruto (su ebitda) en España y Portugal, ya que concluirá la renovación de casi 1.000 establecimientos. Unas reformas que han recortado sus ingresos en lo que va de año. Sin embargo, también tiene pendiente llegar a un acuerdo con alguno de sus competidores (Dia fue parte del grupo Carrefour hasta 2011) para compartir los procesos de compra. Es decir, para poder pactar precios más ventajosos con sus proveedores y, así, poder mejorar sus márgenes.

Mucho ha cambiado Dia desde que salió a bolsa hace siete años. Entonces, aún operaba en Francia, Turquía y China, los países donde ha vendido sus operaciones; y en España no había comprado El Árbol ni parte de la red de Caprabo. Entonces, preveía que cerraría 2013 con unos ingresos de 11.790 millones de euros y un beneficio neto de 204,8 millones. En realidad, Dia concluyó ese 2013, prácticamente, cumpliendo objetivos, con un volumen de ventas de 11.476 millones y ganando 209 millones.

Cuatro años después, sus principales cifras han caminado a la baja. Antes de todos los vaivenes de este 2018, que el propio Currás ha definido como el "periodo más duro", Dia ganó en 2017 un total de 109 millones de euros y sus ventas se quedaron en 10.334 millones, prácticamente calcadas a la del ejercicio previo. Este año tiene muy difícil alcanzar esos números.

Mostrar comentarios