Uno de los grandes perjudicados

Digi, 'bestia negra' de las telecos, sufre por el parón de portabilidades en tiendas

  • Todas las operadoras están firmando un 75% menos de cambios de líneas móviles este mes de abril, desde que se autorizaron por el Gobierno.
Digi es el quinto operador 'de facto' en España
Digi es el quinto operador 'de facto' en España
Digi

Ha sido una de las 'bestias negras' del sector de las telecos. Y el parón de las portabilidades por las restricciones del estado de alarma en España le está pasando factura. La multinacional rumana Digi, que en la práctica es el quinto operador por número de contratos justo después de Másmóvil, es una de las que más ha sufrido este frenazo y en este mes desde que se permitieron los cambios de operador en el móvil está registrando por primera vez una pérdida neta.

Digi Mobil es la filial española de un grupo cotizado con sede en Rumanía que aterrizó en este mercado en 2008. Durante los últimos años ha protagonizado una trayectoria fulgurante, con un fortísimo crecimiento con su propuesta 'low cost' y muy orientada a la población migrante. Sólo en 2019 sumó 551.000 nuevas líneas móviles (y 73.000 de fibra gracias al acceso mayorista desde 2018 a la red de Telefónica), controlando el 4% de cuota y convirtiéndose, tras Másmóvil, en el operador con mayor ganancia, según los datos que hizo público a los inversores en su país de origen. Una de sus grandes apuestas ha sido la presencia física, con tiendas propias y acuerdos con terceros para la distribución de sus productos. Cuenta con unos 5.000 puntos de venta, que han resultado ser claves para el incremento de ventas en el pasado. Y, según explican varias fuentes conocedoras, ha sido su gran punto débil en esta crisis causada por el coronavirus.

Esa fortaleza se ha convertido en una debilidad en este momento de restricciones a la movilidad. Según explican tres fuentes del sector, la compañía de origen rumano ha sufrido el varapalo por la menor asistencia de potenciales clientes a sus tiendas. Es por esa razón que, por primera vez al menos en el último año, va camino de cerrar el mes de abril con portabilidades netas negativas. Es decir, va a sufrir un número mayor de 'robos' de clientes de móvil -su gran fuerte- respecto a los que ha conseguido sumar a sus filas. 

Fuentes oficiales de Digi aseguran que su prioridad es la "salud de los empleados, distribuidores y clientes, de modo que en cuanto a portabilidades se está aplicando el real decreto estrictamente, reduciendo al máximo el contacto físico entre empleados, distribuidores y clientes para mayor seguridad". Sobre las cifras concretas logradas, se limitan a asegurar que es pronto para ofrecer datos concretos.

Este es el gran cambio en este primer mes desde que el Gobierno decretara la autorización de las portabilidades móviles el pasado 1 de abril, tal y como adelantó La Información. El resto de comportamientos, según precisan las mismas fuentes, ha sido muy similar al que se venía repitiendo en este 2020: Másmóvil liderando las ganancias netas, con Vodafone también en positivo; Telefónica con una ligera pérdida, y Orange con unos 'números rojos' algo más intensos. Esta última ha sido la operadora que más claro se posicionó contra la actividad comercial en este estado de alerta. La compañía liderada por Laurent Paillassot se comprometió a limitarla tan sólo a las altas nuevas "necesarias para asegurar la comunicación de la población en aquellos casos en los que sea imprescindible para el cliente".

Estos resultados se están dando con un mercado bajo mínimos y en pleno desplome por las restricciones. Pese al intenso debate que se despertó en el sector por la paralización de las portabilidades, que acarreó una marcha atrás del Gobierno para permitir sólo las móviles, la actividad está muy lejos de la que se ha dado durante los dos últimos años. Según apuntan las mismas fuentes consultadas, se están firmando en torno a un 25% de portabilidades móviles de la media de meses anteriores. Desde que en 2018 se desatara la guerra de descuentos entre las grandes operadoras, se han producido más de 600.000 'robos' mensuales. Por tanto, en este abril, se rondará las 150.000, si el ritmo sigue como hasta este viernes.

Los números se refieren sólo a portabilidades móviles. Las del teléfono fijo y la fibra están prohibidas, pues para completarlas implica la presencia física de técnicos en los hogares de los clientes. Muchos de los analistas del sector han alertado en las últimas semanas sobre cómo estos cambios de operador se van a reducir de manera significativa a corto plazo incluso con el levantamiento de las restricciones por parte de los Gobiernos. ¿La razón? "Probablemente los clientes quieran evitar que los ingenieros vengan a su casa a cambiar la conexión", aseguraba Deutsche Bank.

Euskaltel marca el camino

Pero mientras la prohibición continúa, el Gobierno sigue sin querer mover ficha. La Secretaría de Estado de Telecomunicaciones ha descartado modificar el decreto ley para restringir las altas nuevas de clientes sólo a casos excepcionales, con el objetivo de evitar los trucos comerciales de las operadoras que ya señaló la organización de consumidores Facua. El departamento liderado por Roberto Sánchez se fía de las compañías y sólo se ha limitado a pedir al Ministerio de Consumo que vigile prácticas abusivas.

Más allá del decreto, ya ha habido una operadora que ha presentado sus cuentas y ha enseñado los efectos de las restricciones en ellas. Euskaltel lo ha mostrado: estancamiento de los ingresos, pero también una rebaja significativa de los costes (vinculados principalmente a la adquisición de cliente) y, por tanto, una mejora de la rentabilidad. El consejero delegado de la operadora, José Miguel García, dijo este jueves ante analistas que no se conforma y entiende que se trata de un impacto negativo, pues hubieran preferido poder contar con esta herramienta comercial tras los datos logrados en la segunda mitad de 2019. 

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