Los números del último trimestre

Digi, la quinta teleco en España, sufre por el alquiler más caro de Telefónica

La rumana ha visto impactados sus márgenes, pese a elevar de manera importante los ingresos, debido a que se ha incrementado el coste por cliente en el acuerdo mayorista.

Digi es el quinto operador 'de facto' en España
Digi es el quinto operador 'de facto' en España
Digi

Se ha convertido en uno de los grandes 'cocos' en esta guerra por el bajo coste en el mercado español. Y ahora, su crecimiento también le pasa factura en los márgenes de rentabilidad. La rumana Digi, quinta operadora de telecomunicaciones en España, está pagando más caro el alquiler de las redes de telefonía móvil de Telefónica, lo que ha llevado a empeorar sus ya de por sí ajustados márgenes de beneficio. La compañía lamenta que se ha incrementado el precio pagado por cada uno de los clientes que utilizan su infraestructura.

Digi se ha convertido en un cliente significativo para Telefónica. Accede a la red a precio regulado y también cuenta con un acuerdo mayorista firmado por el antiguo monopolio español. De esta forma accede tanto a la red móvil -que tiene una vigencia hasta el año 2026-, como a parte de la red fija y de fibra (ellos también están construyendo su propia red, aunque con un tamaño muy limitado por ahora). Esto le lleva a pagar un precio que con el tamaño que ya está alcanzando el grupo se está convirtiendo en un problema para los márgenes. En el tercer trimestre del año, la compañía ha mantenido un Ebitda prácticamente calcado de 15 millones de euros, pese a que los ingresos se han disparado hasta rozar los 200 millones

El consejero delegado, Serghei Bulgac, trató de justificarse en la última conferencia con analistas sobre el incremento de los costes en España. Y lo achacó principalmente a los "cambios en las condiciones" del acuerdo mayorista con Telefónica. "No es necesariamente un empeoramiento de los términos, pero basado en las condiciones que teníamos, hemos ajustado la oferta", apuntaba el primer ejecutivo. Esta es la razón que ha alegado para esta caída de los márgenes. La relación entre el Ebitda (resultado bruto antes de impuestos y amortizaciones) y los ingresos ha pasado de estar por encima del 21% a apenas el 15%. La rebaja es prácticamente similar a la que se ha vivido a lo largo de la primera parte de todo el ejercicio.

Este es, sin duda, el margen de Ebitda más bajo de todo el mercado español, pero con amplia diferencia respecto al resto de los competidores que batallan por mantenerlos a raya. Pese a estar situado en esa gama media-baja de los clientes, Másmóvil elevó esa ratio hasta el 34% durante el primer trimestre del año. Orange, por su parte, lo situó por encima del 25% durante los seis meses entre enero y junio. En el caso de Vodafone, pese al golpe por el bajo coste, el margen se sitúa en el 21,3%.

La compañía ha vivido un fuerte incremento en su negocio al aprovecharse de este giro 'low cost' y ganando clientes frente a las tres grandes operadoras. En concreto, ha pasado de 2,2 a 2,8 millones de clientes móviles en tan sólo un año. Es decir, ha sumado 600.000 en un periodo en el que se han resentido todas, incluida Telefónica -especialmente señalada por los problemas de márgenes y de estancamiento de los ingresos en este mercado-. En cuanto a la actividad del segmento fijo, ha multiplicado por más de dos el número de conexiones de banda ancha hasta rozar las 400.000, según sus propios datos.

Para financiar ese crecimiento, también el despliegue de redes, la compañía rumana logró a mediados de año un balón de oxígeno en forma de crédito sindicado con algunos de los grandes bancos españoles. En concreto, según sus propios números, sumó 132 millones de euros para "varios propósitos, incluyendo Capex y propósitos corporativos generales". Hasta ahora, Caixabank, BBVA y Santander eran sus entidades 'de cabecera', con más de 33 millones de euros. Los dos primeros forman parte del 'núcleo duro' de accionistas de la propia Telefónica, su socio de red.

La rumana se ha convertido en el gran 'coco' de las operadoras, al aprovecharse de esa ola del bajo coste. Con una gran capilaridad por los acuerdos con pequeñas tiendas de barrio, la empresa ha ido ganando un tamaño que lo ha convertido en el quinto operador tras la absorción de Euskaltel por Másmóvil. Sería el potencial beneficiario de los 'remedios' de una operación corporativa entre los cuatro más grandes, en caso de que la autoridad de la competencia mantuviera su 'doctrina del cuarto operador'. Ante esta efervescencia, la compañía ha descartado por ahora la venta de los activos, como sí ha hecho alguna otra multinacional como la británica Lycamobile, que 'entregó' sus activos a Másmóvil por más de 360 millones.

Mientras Digi sufre los problemas con el contrato mayorista, el otro operador 'beligerante', Másmóvil, sigue renegociando los términos del suyo con Orange. Tras la compra de Euskaltel y el incremento del tamaño del grupo, su CEO, Meinrad Spenger, mantiene conversaciones para tratar de reducir el precio por el alquiler. Los franceses se están jugando buena parte de los más de 800 millones de euros que cobran al año por ceder espacio en sus redes a terceros.

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