Directivos alemanes proponen a Fainé y Alemany como árbitros en Cataluña

  • El Círculo de Directivos de Habla Alemana plantea de figuras del mundo de la empresa ejerzan como mediadores entre Gobierno central y Generalitat.
Salvador Alemany e Isidro Fainé
Salvador Alemany e Isidro Fainé

Empresarios alemanes afincados en Cataluña han querido expresar su opinión sobre las consecuencias que está teniendo el 1 de octubre. Se muestran "preocupados" por la "tensión" que ha dejado el referéndum y piden a Gobierno central y Generalitat que encuentren una solución al grave problema que puede afectar a sus intereses. De momento no se están planteando marcharse de Barcelona, el Maresme o el Llobregat, pero sí quieren que ambas partes enfrentadas "hablen, discutan y pacten". Creen que eso solo es posible si interviene un mediador.

Albert Peters es el presidente del Círculo de Directivos de Habla Alemana, una asociación que agrupa a 220 empresarios y ejecutivos de Alemania, Austria, Holanda y Suiza que operan en Cataluña. Atiende a Lainformacion.com desde su despacho en la calle Córcega de Barcelona y lanza la propuesta de designar un árbitro capaz de mediar entre los equipos de Rajoy y Puigdemont.

Los nombres que lanza para ejercer como árbitro son cuatro popes de la economía y de la política, algunos en activo y otros ya en un segundo plano dedicados a otras cosas: el presidente de la Fundación La Caixa, Isidro Fainé; el presidente de Abertis, Salvador Alemany; el padre de la Constitución, Miquel Roca, o el expresidente del Gobierno, Felipe González.

Para Peters son nombres que pueden servir como mediadores. El empresario alemán destaca que se trata de "personas que se han ganado el respeto en Cataluña y en el resto de España" y que pueden aportar su granito de arena a la solución del conflicto. Los directivos alemanes consideran que esta mediación debe ser paralela a la que vayan a abrir en el Congreso de los Diputados los partidos con representación parlamentaria, tal y como avanzó el Presidente del Gobierno el pasado domingo.

"A Gobierno central y a Generalitat les decimos que es necesario dialogar. Para ello, lo primero que tienen que hacer es acabar con las ilegalidades y la violencia y, después, sentarse a hablar", asegura Albert Peters, que representa el sentir de dos centenares de directivos germanos preocupados por el clima político y social. La gran mayoría de ellos llevan varias décadas residiendo en Cataluña y se sienten "alarmados" ante el futuro de una comunidad autónoma que, consideran, "la locomotora de España".

Los ejemplos de Quebec y Córcega

Estos empresarios alemanes son radicalmente contrarios a una declaración unilateral de independencia (DUI). En Cataluña hay inversiones germanas potentes, que saldrían perjudicadas en caso de secesión. Por ejemplo, en Girona se encuentra una de las mayores fábricas de Nestlé, una planta de la que parten las cápsulas Nesspreso que se consumen en España. En Tarragona también hay una importante presencia empresarial extranjera centrada en la industria química con plantas de referencia en Europa. No quieren una separación de España.

Su apuesta, según explica Albert Peters, pasaría por otorgar a Cataluña una autonomía aún mayor a la que goza en la actualidad. "Como en Quebec (Cánada) tras la Ley de Claridad, en el Trentino o en Córcega", afirma. "Todos son territorios que han encontrado una solución a un problema que existía", añade haciendo referencia a que "Cataluña busca una mayor autonomía política, económica y cultural".

Los empresarios alemanes recuerdan una frase de Isaac Rabin para ejemplificar que el acuerdo es posible: "La paz se firma con los enemigos y Arafat es el principal enemigo", afirmó el premio Nobel de la Paz.

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