Moncloa se lava las manos en la crisis de El Corte Inglés y no influirá en el relevo

  • Las hijas de Isidoro Álvarez, Marta y Cristina, maniobran para relevar a Dimas Gimeno. Se multiplican los contactos con Rajoy y Sáenz de Santamaría.
Imagen del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (c), junto al presidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno (d) y el fundador del World Retail Congress, Ian McGarrigle (i).
Imagen del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (c), junto al presidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno (d) y el fundador del World Retail Congress, Ian McGarrigle (i).
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Imagen del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (c), junto al presidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno (d) y el fundador del World Retail Congress, Ian McGarrigle (i).
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (c), junto al presidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno (d) y el fundador del World Retail Congress, Ian McGarrigle (i) / EFE

Juego de tronos en El Corte Inglés. La contienda que se está librando estas semanas primaverales en la calle Hermosilla 112, sede central de la compañía que da trabajo a más de 100.000 familias, amenaza la estabilidad de unos despachos acostumbrados a la tranquilidad en época de Isidoro Álvarez. La fecha marcada en rojo en el calendario de los consejeros es el mes de agosto, cuando las hermanas Marta y Cristina Álvarez Guil, hijas adoptivas del histórico presidente del grupo y, a la sazón, principales accionistas, buscan propiciar el relevo de su primo Dimas Gimeno. Esta hoja de ruta ya la conoce Moncloa.

La ruptura es total entre las dos partes enfrentadas en el consejo de administración de El Corte Inglés. Las hermanas Álvarez Guil ya han puesto en marcha el proceso sucesorio. En el entorno de las primogénitas se utiliza el adjetivo "iracundas" para definir cuál es su situación en este momento. Desean, según indican fuentes cercanas al consejo, que Dimas Gimeno salga de la presidencia cuanto antes, lo que no sucederá sin un acuerdo económico bajo el brazo que garantice una transición pacífica.

Los motivos de fondo enfrentamiento entre las hermanas Álvarez Guil y Gimeno son de naturaleza estrictamente familiar, aunque también se ramifican a la concepción del negocio. Siempre según fuentes de su entorno, El Corte Inglés del año 2018 no es el mismo que el que dejó Isidoro Álvarez cuando falleció en 2014. A todo ello hay que sumar la ausencia de un modelo de negocio claro y la amenaza que supone la presencia del jeque catarí Hamad Bin Jassim Bin Jaber Al Thani, que tiene garantizado, al menos, el 10% de El Corte Inglés tras inyectar 1.000 millones de euros en 2010 y que amenaza con ampliar su poder.

Un enfrentamiento que se ha aderezado en las últimas semanas con el papel público que ha ejercido Dimas Gimeno. "Desde que se tomó la decisión de separar el poder ejecutivo y la presidencia, el consejo de administración ha pedido fijar cuáles son sus funciones y Dimas ha querido tener más", señalan fuentes próximas al órgano de dirección. Dentro de la empresa, admiten que se trata de una  "una cuestión delicada" y, pese a ella, indican, "la gestión es completamente ajena a esta crisis". 

La relación entre El Corte Inglés y Moncloa

Con esta guerra soterrada de fondo entre las dos familias, La Moncloa se encuentra al corriente de todo lo que está sucediendo en El Corte Inglés. Tanto Dimas Gimeno como algún emisario de las hermanas Álvarez Guil han sido vistos en el complejo presidencial en las últimas semanas. En el terreno político es el actual presidente quien tiene cierta ventaja, pues la relación que ha fraguado Gimeno con Mariano Rajoy en los últimos años está consolidada. Fuentes de Presidencia del Gobierno admiten que los contactos entre ambos son "habituales" y que Gimeno acude a Moncloa a explicar al jefe del Ejecutivo cuáles son los planes de una compañía que, en términos laborales, es más importante que algún ministerio. Añaden que ha sido la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, quien "ha tutelado" estos contactos.

Estas visitas (y llamadas) de Gimeno a Moncloa no han terminado de gustar a la otra parte, que no entiende por qué el presidente de El Corte Inglés se mezcla con el poder político "aireando" aspectos internos de la compañía. Creen que la actitud pública del presidente ha sido en la última época -en la que se le ha confinado a una labor representativa- demasiado ostentosa. "Esto perturba la filosofía histórica de la casa", explican fuentes que conocen desde hace años lo que siempre ha sido una firma familiar y gestionada de forma discreta y sin luz ni taquígrafos.

Fuentes del entorno directo de Rajoy confirman a La Información que el presidente ha mantenido encuentros reservados con representantes de El Corte Inglés, incluido Dimas Gimeno, así como con "otros muchos empresarios", pero que el Gobierno "jamás va a influir en una decisión interna de una compañía". "Rajoy está a favor de El Corte Inglés", aseguran de forma textual. Lo único que quiere el jefe del Ejecutivo -añaden- es "que no haya problemas" en un grupo histórico con el que el PP, además, siempre ha tenido buena relación. La última imagen pública de Rajoy y Gimeno data de apenas quince días atrás, en el World Retail Congress, cuando el primero llegó a echar un mano a ECI afirmando que los gigantes digitales extranjeros tienen una "ventaja competitiva indudable", de ahí el nuevo impuesto tecnológico en el que está trabajando el Gobierno.

Dimas Gimeno, El Corte Inglés
Dimas Gimeno, presidente de El Corte Inglés / EFE

Es más, los más veteranos solo recuerdan un encontronazo serio con Moncloa. Sucedió durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando el Gobierno socialista aprobó el llamado observatorio de precios: una web oficial que comparaba el coste de los productos básicos y en la que El Corte Inglés no salía bien parado. Un exministro del zapaterismo reconoce que recibieron presiones por parte del equipo de Isidoro Álvarez para retirar ese observatorio, pero admite que fue el único encontronazo serio con una empresa que no solía inmiscuirse en cuestiones políticas. El histórico presidente sí que formó parte del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), pero su papel fue más bien secundario.

El jeque catarí y las condiciones leoninas

Al Thani es considerado un auténtico "peligro" para la estabilidad futura de El Corte Inglés, tanto en algún sector del propio consejo como en Moncloa. De hecho, uno de los actores principales que definirán la sucesión en los próximos meses es el jeque catarí, que tiene un representante en el máximo órgano de dirección de la compañía. A finales de julio de 2015, concedió a El Corte Inglés un préstamo convertible de 1.000 millones de euros. A cambio, la compañía, ya presidida por Dimas Gimeno, le prometió un tipo de interés anual del 5,25% (52,5 millones de euros cada ejercicio) y un 12,25% de su accionariado.

En realidad, lo más probable es que el jeque tenga una parte más de la tarta en los próximos meses. Al Thani podrá llegar a un 15% del accionariado si El Corte Inglés no llega a una serie de objetivos. Uno de ellos, el crecimiento de su resultado de explotación (ebitda) tiene que alcanzar un ritmo anual del 12%. Si no lo logra, el jeque recibirá un 1% adicional (asumiendo como posible una desviación de entre el 69% al 95%). El año pasado, el avance de su Ebitda se quedó en el 7,5%.

Hay más factores. A saber: que el valor del grupo se resienta por algún "evento de liquidez" y caiga por debajo de los 10.000 millones. En ese caso, Al Thani también recibirá otro 2%. ¿Y qué se incluye dentro de ese término? Una pérdida de valor del grupo, como una desinversión de activos o una compraventa de acciones dentro de los actuales accionistas. Esto sucedería si hay una operación con las acciones de Cartera IASA, el brazo inversor controlado por las hermanas Álvarez Guil. Unas condiciones leoninas, en definitiva, que fueron aceptadas en un momento de debilidad y que ahora amenazan el futuro de El Corte Inglés. Moncloa, por su parte, confía en que los inversores españoles consigan retener el control del grupo.

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