Esta Navidad ya no vas a querer dinero: vas a pedir a los Reyes Magos mucha ropa

  • Los españoles han cambiado su tendencia a la hora de escribir la carta a los Reyes Magos y ahora prefieren renovar su armario. Pero a precios bajos.
Regalos Navidad
Regalos Navidad
Pixabay

Navidad, dulce Navidad. Ya estamos en la época más esperada del año para la mitad de los españoles. La otra mitad, sin embargo, no le tiene mucho aprecio, porque estas fechas, además de fiestas, comida por doquier y decoración espectacular, también suponen un enorme gasto. Sobre todo en los regalos, algo en lo que los españoles gastamos más que el resto de europeos -excepto Reino Unido-. Si bien este año la pauta a la hora de escribir la carta a los Reyes Magos ha cambiado, porque ya no vamos a pedir dinero; ahora queremos ropa.

Según el informe de consumo navideño anual de la consultora Deloitte, este año de media las familias españolas gastarán 601 euros, por encima de los 541 euros de Italia o los 476 de Alemania, aunque menos de los 646 euros de los británicos. Y nuestro principal gasto van a ser los regalos, con una media de 241 euros, por encima de la comida -173 euros- o los viajes -103 euros-.

Pero este año, el patrón que ha venido imperando en los últimos siete años ha cambiado, según Deloitte, porque el dinero contante y sonante ya no va a ser el regalo más demandado, sino que el número uno en la lista para los Reyes va a ser la ropa, acompañada del calzado. Aunque, por sexos, para los hombres el dinero sigue siendo lo primordial - y después la ropa-, mientras que las mujeres prefieren la ropa y después, libros, quedando el dinero en tercer lugar.

Así, por primera vez desde lo peor de la crisis, allá por 2011, los españoles quieren un presente navideño que no sea un sobre con dinero. Y han elegido la ropa como bien más preciado, lo que esconde detrás otras muchas cosas, precisamente en un momento en que la moda se ha democratizado más que nunca gracias a las redes sociales y a los bajos precios que el sector textil lleva aplicando en los últimos años. 

¿Bendición o castigo?

Este cambio de tendencia es curioso justo en un momento en el que las ventas del textil y la confección están pasando sus peores momentos tras la salida de la crisis. Si la recesión que sufrió España dejó al sector muy tocado, lo que está ocurriendo este año es aún más preocupante, ya que la economía de los españoles se recupera. 

Entre enero y septiembre las ventas de ropa y calzado cayeron un 4% respecto al mismo periodo del año anterior, una cifra que no se entiende fácilmente justo cuando la compra de estos productos por Internet está disparándose. El año pasado, las ventas de ropa online crecieron casi un 25% y ya suponen más de 1.800 millones de euros, según los datos de la la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

De media, los españoles gastamos más de 450 uros en moda al año, según la patronal del sector en España, Acotex. Pero parece que este dinero no llega a los comercios. O al menos no lo suficiente para lograr conseguir unos márgenes decentes. Así lo explicaba a este medio el presidente de Acotex, Eduardo Zamacola, antes de las rebajas de verano. Las cuentas no salen porque estamos inmersos en una fiebre de rebajas constantes que ha llevado la locura a las tiendas y unos precios a derribo en el textil.

Solo hay que ver la locura que desata el 'Black Friday', el día de las rebajas masivas que marca el inicio de la campaña navideña, para darse cuenta de que ahora buscamos comprar lo más barata posible. Algo que ya se puede hacer prácticamente a diario, porque la liberalización del comercio ha permitido que haya descuentos en las tiendas durante todo el año. Así, los comercios no son capaces de lograr unos ingresos suficientes para cubrir los enormes gastos que tienen.

Además de esta búsqueda incesante del precio más bajo, el cambio climático ha matado las temporadas tal y como las conocíamos, pues ya solo existe el verano y el invierno, prácticamente, por lo que mucha ropa  acaba cogiendo polvo en los maniquíes al empezarse a vender bañadores en marzo y abrigos en agosto. 

Por ello, este cambio de tendencia en los regalos navideños puede ser una bendición o un castigo para el comercio textil, ya que eso puede significar que los consumidores busquen la oferta más baja del mercado. De hecho, la mayoría ya ha adelantado las rebajas al 1 de enero para que todos aquellos que dejan sus regalos para el final puedan comprarlos por mucho menos precio.

Mostrar comentarios