Desde octubre

Enria reclama prudencia en la vuelta al dividendo y la banca española pide pista

Este otoño, en principio, las entidades podrán recuperar los dividendos y recompra de acciones y Santander, BBVA, Bankinter o Unicaja y Liberbank ya han dado pistas de cuáles son sus objetivos

Andrea Enria es el jefe de supervisión de los bancos europeos.
Enria reclama prudencia en la vuelta al dividendo y la banca española pide pista
ECB / Archivo

Hay luz... o fecha al final del túnel de las restricciones que el Banco Central Europeo (BCE) impuso a la banca en la retribución a sus accionistas para evitar males mayores al sistema en plena pandemia de coronavirus. La presidenta del organismo, Christine Lagarde, y el presidente del Consejo de Supervisión, Andrea Enria, confirmaron el jueves ante el Parlamento Europeo que las limitaciones al pago del dividendo y a la recompra de acciones se levantarán el próximo mes de octubre. 

Las medidas, que se aprobaron para aumentar la capacidad de las entidades de absorber pérdidas y de mantener la financiación a la economía real, a familias y empresas, han sido duramente criticadas por el sector en este tiempo al entender que les han penalizado. Ahora y con el regreso a la 'barra libre' de las retribuciones en mente, firmas como Santander, BBVA, Bankinter, Unicaja o Liberbank ya han dado pistas de cuáles son sus objetivos para este otoño. 

"Planeamos derogar nuestra recomendación a partir del final del tercer trimestre de 2021 y volver a revisar los dividendos y las recompras de acciones como parte de nuestro proceso de supervisión normal, basado en una cuidadosa evaluación prospectiva", aseguraba el propio Enria durante su intervención en la Comisión de Asuntos Económicos. En su alocución Enria ponía énfasis en una idea, al pedir a los bancos que sus nuevos planes de distribución  "sigan siendo prudentes y acordes con la capacidad interna de generación de capital ". Pero sobre todo, les reclamaba que sigan teniendo muy presente el impacto potencial de un deterioro en la calidad de las exposiciones, también en escenarios adversos.

No es una advertencia sin más cuando la variante Delta de la Covid-19, que se ha demostrado más contagiosa, se extiende por Europa y puede hacer tambalearse una recuperación todavía en pañales. Eurostat confirmó recientemente que la zona euro volvió a entrar en recesión en el primer trimestre, al contraerse el PIB del área un 0,6% tras la caída del 0,7% registrada entre octubre y diciembre de 2020 como consecuencia del impacto de las restricciones. Un escenario de recaída y el eventual aumento de los impagos plantearía serios inconvenientes para un sector muy tocado por la falta de rentabilidad, una década de tipos en negativo y en pleno proceso (otra vez) de reestructuración y de digitalización acelerada. 

La banca española, que acomete su segundo gran proceso de reorganización desde la pasada crisis financiera, asegura haberse visto especialmente castigada por la prohibición -en marzo de 2020- y por la limitación -desde diciembre pasado y hasta finales del próximo mes de septiembre- en el pago de dividendos y en la recompra. La segunda ha sido la fórmula elegida por BBVA, tal y como confirmaba recientemente, para volver a premiar a sus accionistas. El banco capitaneado por Carlos Torres ha comprometido un plan de recompra del 10% de sus acciones, que podría arrancar en octubre o noviembre y que financiará con los 9.600 millones de euros en efectivo (alrededor de 11.600 millones de dólares) obtenidos de la venta de su negocio en Estados Unidos a PNC. Esta misma vía de retribuir al accionista será la empleada por Liberbank y Unicaja tras su fusión. 

En lo que respecta al Banco Santander, su presidenta, Ana Botín, dejó claro en la pasada Junta de Accionistas de la entidad que el grupo pretende alcanzar un 'pay out' (porcentaje del beneficio ordinario que se destina al pago del dividendo) de entre el 40% y el 50% en cuanto el BCE lo permita. El pasado mes de mayo, la entidad repartió entre sus accionistas un dividendo ordinario de 0,0275 euros por título correspondiente a 2020, un ejercicio en el que registró unas pérdidas históricas de 8.871 millones. Esa cantidad era la máxima permitida por el último límite fijado por el BCE en diciembre.

La suya es una meta muy similar a la que se ha puesto Bankinter. La entidad abanderada por María Dolores Dancausa recuperará un dividendo del 50% del beneficio "cuanto antes", tras haber premiado en marzo a sus accionistas con un dividendo con cargo también al pasado ejercicio al que dedicó alrededor de 45 millones de euros, el 15% de sus beneficios y en línea también con las nuevas pautas fijadas por el regulador. Mientras y en lo que respecta a la fusionada Caixabank y al Banco Sabadell, las dos entidades no tienen de momento fecha para recuperar el dividendo ni han fijado aún una cuantía determinada, a la espera de poder conocer más detalles sobre el levantamiento de las restricciones por parte del organismo.

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