Las donaciones para Notre Dame tienen premio: deducción fiscal de hasta el 60%

  • La familia de Kering acaba de confirmar que renuncia a cualquier tipo de beneficio que pudiese tener gracias a este gesto. 
Incendio Notre Dame
Incendio Notre Dame
EP

El incendio de la catedral de Notre Dame ha sacado a relucir la impactante solidaridad de los franceses, tanto a título personal como por medio de sus empresas. En solo unas horas se han anunciado donativos que ya superan los 600 millones de euros que ayudarán a la reconstrucción -que se tendrá que cifrar en años- pero que como en España, en Francia también tienen premio en forma de importantes deducciones fiscales. 

Según la legislación francesa, tal y como explica un experto en la materia a La Información, las donaciones hechas directamente por empresas tienen derecho "a una reducción de impuestos equivalente al 60% de su monto de los pagos, dentro del un límite de hasta el cinco por mil de su volumen de negocio" bien sea en el impuesto sobre la renta o en el de sociedades. Es por ello que se recoge en el artículo 238 bis del 'Code général des impôts'. 

Por otro lado, si los que realizan la donación son particulares, se aplica una legislación diferente. Las personas que realicen un donativo, tienen derecho a "una reducción del impuesto sobre la renta equivalente al 66% de su importe" siempre y cuando las cantidades donadas sean menores  del 20% de la base imponible. 

El primero en hacer público su apoyo económico para la reconstrucción del monumento más visitado de todo el país galo, fue François-Henri Pinault, propietario del grupo de lujo Kering. El dueño de Gucci o Yves Saint Laurent anunció una donación de 100 millones de euros a través de su 'holding' Artemis, que cuenta con más de 30.000 millones de euros en activos.  "Mi padre y yo hemos decidido desbloquear una suma de 100 millones de euros de los fondos de Artémis para participar en el esfuerzo que será necesario para la resconstrucción completa de Notre Dame", confirmaba el empresario. 

En cambio, este mismo miércoles, la familia propietaria de Kering confirmaba que renunciara a cualquier tipo de beneficio que pudiese tener gracias a este gesto, según recoge el medio francés Europe 1. "La donación para Notre-Dame de Paris no estará sujeta a ninguna deducción de impuestos. La familia Pinault considera que no se trata de cobrar a los contribuyentes franceses", dijo en un comunicado. 

El segundo en anunciarlo fue su máximo rival en el mundo empresarial del lujo. Bernard Arnaud, propietario del conglomerado LVMH, dobló la apuesta de su 'contrincante' y puso sobre la mesa 200 millones para la reconstrucción de la catedral. En cambio, en este caso, no se señala si lo harán a título personal o a través de la compañía.  Eso sí, han dejado claro que aportarán "al fondo dedicado a la reconstrucción de esta obra arquitectónica, que forma parte de la Historia de Francia ".

Más tarde llegaron otras grandes empresas. La petrolera gala Total ha puesto sobre la mesa 100 millones de euros más. Patrick Pouyanne, consejero delegado de la compañía, anunció a través de su cuenta de Twitter que "Total, primer mecenas de la Fundación del Patrimonio durante muchos años, ha hecho una donación especial de 100 millones de euros para la reconstrucción de Notre Dame". El ejecutivo también añadió la expresión latina 'Fluctuat nec mergitur' (Mecida por las olas pero no hundida), palabras que han sido durante siglos el lema de París. 

También la marca de cosméticos L'Oreal, que ha anunciado la aportación de 100 millones con parte de los fondos procedentes de la fundación Bettencourt Schueller, en memoria de los fundadores de la empresa. 

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