A pesar del aumento del coste del riesgo

Las dotaciones de la banca ante la Covid compensan la subida de las provisiones

A pesar de los llamamientos de los reguladores, las entidades financieras no tienen presión por aumentar las provisiones, ya que pueden liberar las extraordinarias realizadas durante el año de la pandemia.

La gran banca
La gran banca
ENTIDADES BANCARIAS, EUROPA PRESS

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, volvió a pedir a la banca que aprovechara las ganancias obtenidas (que han superado los 20.000 millones de euros para el ejercicio 2022) y aumentaran las provisiones ante un contexto económico que se aventura incierto por el aumento de la subida de los tipos de interés y la persistencia de la inflación. Y este llamamiento choca con la resistencia para incrementarlas por parte de los grandes bancos españoles, especialmente si se tiene en cuenta que las entidades pueden tirar de las dotaciones realizadas por la pandemia y que siguen sin liberarse en su totalidad.

No es la primera vez que Hernández de Cos hace este llamamiento, que se suma así al que han hecho otros organismos europeos. Concretamente, el Banco Central Europeo (BCE), con su presidenta Christine Lagarde al frente pidió a la banca que fuera prudente y que “acometiera provisiones” ante el posible deterioro económico que se avecina. Esto choca, con las cuentas presentadas por las entidades financieras a cierre de 2022, donde únicamente Banco Santander y Unicaja (por importes de algo más de 3.700 millones y de 50 millones de euros respectivamente) han incrementado de manera sustancial estas partidas.

Fuentes del sector argumentan que, a pesar de la subida de los tipos de interés y de su efecto en las cuotas hipotecarias, hoy por hoy no se espera que la economía entre en recesión. Las previsiones relativas a la tasa de desempleo es que repunte ligeramente. Estas mismas fuentes reiteran que hay una relación estrecha entre la morosidad, la tasa de desempleo y las provisiones. El motivo es que la banca clasifica sus créditos en sanos, en vigilancia especial (pero sin incurrir en impagos) y dudosos. Un aumento del paro obligaría a reclasificar estos préstamos. Pero en caso de necesitar acometer una subida de las dotaciones, la banca tiene todavía un colchón de varios miles de millones sin utilizar de las provisiones que se hicieron durante la pandemia.

Caixabank sería una de ellas. Ya en su plan estratégico adelantó para el periodo 2022-2024 que el coste de riesgo (es decir la diferencia entre las dotaciones para cubrir insolvencias y el volumen total, y que es mejor cuánto más bajo) se anclaría entre los 30-35 puntos básicos. La guía dada por la entidad también contemplaba para ello la utilización de los 1.200 millones de euros de provisiones covid disponibles.

De hecho, fuentes del sector insisten en que a medida que se produjera un deterioro de las perspectivas, las entidades podrían tirar de estas partidas y recuerdan que durante el año del estallido del covid, las entidades financieras realizaron dotaciones por casi 19.000 millones de euros, una cantidad que equivalía casi al resultado de 2019. Otro ejemplo sería Bankinter, que provisionó por el impacto del cambio en entorno económico por la pandemia de algo de 240 millones de euros, de los cuales 140 siguen sin asignarse, mientras que Banco Santander liberó unos 1.000 millones de euros en 2021.

Esta idea también la defienden los analistas de Credit Suisse, que explicaban en un informe publicado a finales de año que los bancos podrían echar mano de ellas. Actualmente, las provisiones no utilizadas por CaixaBank representan 36 puntos básicos del coste del riesgo, mientras que las de BBVA equivaldrían a 33 puntos.

La banca se muestra prudente en sus guías de coste de riesgo

Si bien es cierto que para 2023, Scope Raiting espera que las pérdidas crediticias sean mayores que en 2022 (por la combinación de un crecimiento más débil, la inflación y unos tipos más altos pesará sobre la asequibilidad e impulsará un deterioro de la calidad de los activos en 2023 en las hipotecas residenciales, las PYMEs y los préstamos al consumo sin aval), también confía en que se mantengan en niveles manejables . 

Las guías del coste de riesgo de las entidades se han revisado al alza, pero también explican que tanto esta ratio como las dotaciones son muy sensibles a la tasa de paro, que todo apunta a que experimentará un ligero repunte, pero sin que ello suponga un incremento elevado de la tasa de morosidad, que actualmente sigue en niveles mínimos. En cuanto a la tasa de cobertura,  se sitúa entre el 50-60%, pero de emplearse estas dotaciones podría bajar. Aquí la clave sería ver hasta donde estarían dispuestas las entidades ver caer este nivel.

Con todo, desde el mercado creen que no habrá mucha desviación entre las estimaciones del coste de riesgo de los bancos para 2023 y el dato final, ya que consideran que han sido muy prudentes y no habrá grandes desviaciones. Así, Banco Santander lo ha elevado hasta los 120 puntos básicos desde los 99 puntos, BBVA lo coloca en los 100 puntos básicos. El de Caixabank escalaría hasta los 40 puntos, desde los 25 puntos y el de Banco Sabadell subiría hasta los 65 puntos. Únicamente el de Bankinter permanecería estable en torno los 40 puntos básicos, mientras que el de Unicaja Banco caería de los 39 puntos básicos, por las provisiones extraordinarias, a un rango de entre 30-35 puntos básicos.

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