Toma la iniciativa

Draghi 'gana la mano' a Sánchez para liderar en Bruselas el gaseoducto a Italia

Poco después de arrancar las conversaciones para una conexión mediterránea, la gasista transalpina Snam se ha reunido con la Comisión Europea para hablar sobre la infraestructura y diversificación del suministro.

Fotografía de Mario Draghi y Pedro Sánchez / Moncloa
 El primer ministro italiano, Mario Draghi, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Moncloa

El reciente hermanamiento de España e Italia para construir un gaseoducto alternativo al Midcat ha precipitado un forcejeo entre los nuevos aliados. Los dos países buscan liderar un proyecto que está llamado a reescribir el mapa energético europeo. El estado transalpino va en cabeza. Solo un mes después de que los gestores de la red gasista -Enagás desde España y Snam en Italia- iniciasen sus conversaciones sobre la colosal infraestructura, la alta dirección de Snam mantuvo una reunión con la Comisión Europea (CE) con el gaseoducto Barcelona-Livorno como telón de fondo. 

Snam y Enagás desempolvaron el proyecto el pasado mayo. El 8 de julio, la gasista participada por el Estado italiano celebró en Roma una reunión a la que asistió Ditte Juul Jørgensen, directora general de Energía de la Comisión Europea. El orden del día de la cita incluía abordar cuestiones estrechamente vinculadas con el plan de un gaseoducto bajo el Mediterráneo, tales como la diversificación del suministro gasista, el fomento de infraestructuras energéticas y el desarrollo del hidrógeno verde.

La influencia del Gobierno italiano sobre Snam es directa. La empresa, entre las diez mayores compañías italianas por capitalización, es la homóloga de Enagás en el país mediterráneo y se define como el operador líder en Europa en transporte y almacenamiento de gas natural. El 31,4% del capital del grupo energético se encuentra en manos de CDP RETI, el vehículo del banco de inversión italiano Cassa Depositi e Prestiti dedicado a la financiación de infraestructuras estratégicas nacionales de gas y electricidad. 

El resto del capital está repartido entre otros inversores estratégicos a nivel nacional como el Banco de Italia (1,4%) o el presidente de Iris Ceramica Group, Romano Minozzi (7,4%). El consejero delegado de Snam, Stefano Venier, es cercano al primer ministro italiano, Mario Draghi. Este último anunció su dimisión en julio, precipitando la convocatoria de elecciones para el próximo 25 de septiembre. 

Antes de dar un paso al lado, Draghi habría depositado en Venier su plena confianza para aprovechar la coyuntura actual y convertir a Italia en el nuevo hub de entrada de gas a Europa, según señalan fuentes del sector gasista consultadas por La Información. Esta posición, a la que también se postula España, estará ligada al liderazgo del futuro gaseoducto submarino.

La compañía que dirige Arturo Gonzalo Aizpiri -cuyo máximo accionista es el Estado a través de la SEPI (5%)- incluyó la citada infraestructura en su último plan estratégico. El grupo puso cifra a su compromiso con esta infraestructura: 1.500 millones de euros. La partida supone un tercio de las inversiones previstas por la energética hasta 2030. Pero Enagás no ha movido sus hilos en Bruselas desde el momento en que - de acuerdo con el relato oficial- arrancaron los contactos con Snam para el desarrollo del gaseoducto hasta Livorno.

Draghi ha depositado su confianza en el CEO de Snam para consagrar a Italia como 'hub' de entrada de gas a la UE

El último cara a cara de Aizpiri con las autoridades europeas tuvo lugar en abril, justo después de su ratificación como consejero delegado en la junta de accionistas de finales de marzo. El primer ejecutivo de la gasista solicitó un encuentro con miembros del gabinete de la comisaria de Energía, Kadri Simson, y con el equipo del alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, aprovechando que debía viajar a la capital europea para atender otros asuntos. 

En ambas reuniones se abordó la seguridad de suministro y las implicaciones estratégicas de las redes de gas en Europa. Por entonces todavía no se habían iniciado los contactos entre ambos países. Snam, por su parte, se ha apresurado a mover los hilos en Bruselas en un momento clave para el futuro del gaseoducto. Este martes, la Comisión Europea evitó posicionarse respecto al Midcat -la que sería la tercera interconexión gasista entre España y Francia-, después de que el presidente francés, Enmanuel Macron, haya dado la espalda al proyecto. 

Todo hace indicar que Bruselas dejará que los propios estados se batan el cobre en la contienda por liderar el nuevo paradigma energético. Francia juega la baza de su potencia nuclear. España e Italia tejen su alianza con un ojo en el retrovisor. El país transalpino ha dejado claro que no será vagón de cola. Italia ha estrechado sus vínculos con Argelia, uno de los principales exportadores de gas para Europa, y ha defendido sus intereses en Bruselas a través de Snam. España sigue jugando a la contra

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