El anuncio de la decisión de Mario Draghi de cesar en el cargo como primer ministro italiano ha sorprendido al Ibex energético con compromisos de inversión por casi 7.000 millones de euros en proyectos renovables en el territorio transalpino. Iberdrola, Acciona, Repsol y Enagás son algunas de las grandes energéticas del selectivo español que han reactivado su avidez por el país mediterráneo. Estos colosos deberán ponderar el impacto del relevo -todavía incierto- del expresidente del Banco Central Europeo, toda vez que el aval del líder del Ejecutivo italiano es, a día de hoy, un factor decisivo para abrir las puertas de Roma al inversor extranjero.
Alentados por las oportunidades que abre el nuevo paradigma ecológico y hastiados del choque continuo con la política energética del Gobierno de Pedro Sánchez, los 'campeones' españoles de la energía han vuelto a girar la vista hacia Italia tras años marcados por el distanciamiento. Draghi seguirá como primer ministro, al menos, hasta el próximo miércoles. El presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, ha rechazado su dimisión, en buena medida, para evitar una crisis política en un escenario tan delicado como el actual, con el país bajo la amenaza de una recesión y una crisis energética sin precedentes en la historia reciente.
El horizonte de unas elecciones después del verano gana cada vez más fuerza. Y la ultraderechista Giorgia Meloni, líder de la formación Fratelli d'Italia, es la mejor situada en los sondeos. Meloni viajó el mes pasado a Málaga para respaldar a Macarena Olona, candidata de Vox a las elecciones andaluzas. La portavoz italiana lanzó una píldora de la política económica de su partido al cargar contra "las grandes finanzas internacionales y los burócratas de Bruselas" frente a la soberanía de los pueblos.
Pase lo que pase en los próximos días, el terremoto político en Italia ha sorprendido a algunos de los mayores referentes del mercado español con una multimillonaria cartera de proyectos, en distintas fases de desarrollo, en el país vecino. Destaca el caso de Enagás.
El consejero delegado de la gasista, Arturo Gonzalo Aizpiri, presentó hace unos días el plan estratégico 2022-2030. La nueva hoja de ruta contempla la construcción de un gaseoducto submarino que conectará España con Italia y que movilizará 1.500 millones de euros hasta el final del periodo. El proyecto acaparará, por tanto, más del 75% de la inversión total en infraestructuras (1.980 millones) prevista por la compañía en los próximos ocho años.
Iberdrola también ha doblado su apuesta por Italia. La eléctrica, que en marzo logró arrebatar a Inditex -solo temporalmente- el puesto de líder del Ibex por capitalización, se ha marcado el objetivo de desarrollar más de 2.000 MW renovables en territorio transalpino. A los valores actuales, este hito podría conllevar inversiones por alrededor de 1.400 millones.
Enagás ha fiado buena parte de su plan inversor a la construcción de un gaseoducto España-Italia cuya inversión se estima en 1.5000 millones
El grupo que preside Ignacio Galán cuenta entre su portfolio italiano con más de cuarenta instalaciones en desarrollo (1.500 MW). Además, ha sellado una alianza con la ingeniería española GreenInvest para levantar 17 plantas eólicas y fotovoltaicas y ha arrancado, en paralelo, otros cuatro proyectos verdes. Para el éxito de todos ellos, al igual que ocurre en España, la cooperación de la Administración italiana será clave.
En su carrera por el liderazgo de la eólica marina (offshore), Acciona Energía ha elevado a las autoridades italianas una propuesta para poner en marcha un parque eólico flotante en el Mar de Cerdeña. La inversión prevista para este proyecto supera los 1.400 millones. Antes, la compañía controlada por la familia Entrecanales inició los trámites para hacerse con la explotación para los próximos 30 años de otro proyecto de eólica offshore más ambicioso en el Mar Jónico, cuya inversión se cifra en 1.600 millones.
Otro referente del mercado español con fuertes intereses en el país es Repsol. La compañía que dirige Josu Jon Imaz se ha sumado a la batalla por la empresa de renovables transalpina PLT Energia. Si esta operación -que el mercado ha valorado inicialmente en alrededor de 1.000 millones- sale adelante, Italia podría convertirse en un enclave estratégico para los planes de crecimiento inorgánico de la petrolera. Las tensiones políticas que llevaron a Draghi a abandonar a la carrera la cumbre de la OTAN amenazan con diluir la avidez de las energéticas del Ibex 35 por el sol de la Toscana.
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