Dragonfly, la 'presunta' concesión de Google a la censura para regresar a China

  • La pasada semana 16 legisladores de EEUU remitieron una carta al CEO de Google expresando su "seria preocupación" por el proyecto.
Google confía en obtener una licencia para operar en China
Google confía en obtener una licencia para operar en China

Google y sus servicios de mapas y correo electrónico están bloqueados en China desde 2010, cuando el Gobierno del gigante asiático y la empresa estadounidense cortaron lazos tras no alcanzar un acuerdo sobre los términos en los que la compañía debía actuar con respecto a la censura. De esta manera, el buscador más utilizado del mundo quedó fuera de un mercado en el que llegó a tener un 24% de cuota. 

Ahora se ha desatado una importante polémica al filtrarse que la compañía de Mountain View está trabajando en un prototipo de motor de censura para China que enlazará las búsquedas de los usuarios con el número de sus móviles, y serviría para volver a operar en el país.

Así lo adelantaba 'The Intercept', que señala que bajo el nombre en clave de 'Dragonfly', el proyecto diseñado para los dispositivos Android permitirá eliminar contenido considerado sensible para las estrictas normas del régimen del Partido Comunista, como la información sobre democracia, libertad de expresión o disidentes.

En un país donde la represión a la disidencia está a la orden del día, el gigante tecnológico permitiría a las autoridades rastrear a los usuarios vinculados con los números de móvil desde los que se hayan realizado determinadas búsquedas de información, exponiéndolos al riesgo de ser detenidos e interrogados por los organismos de seguridad.

Fuentes conocedoras del protecto, citadas por 'The Intercept', señalan que el motor de búsqueda 'Dragonfly' sería operado por una especie de 'joint venture' de Google con una firma tecnológica con sede en territorio chino. 

Pero la presión no parece que vaya a ceder, al menos desde EEUU, donde la pasada semana 16 legisladores remitieron una carta al CEO de Google, Sundar Pichai, en la que expresaban su "seria preocupación" por el proyecto 'Dragonfly', además de reclamar información sobre los planes de la compañía en el gigante asiático, que estarían detrás de la reciente marcha de al menos cinco ingenieros senior, en desacuerdo con lo que consideran una capitulación del buscador ante la censura.

Un difícil retorno

En cualquier caso, el regreso de los servicios de Google a China parece más complicado cada día, según explicaba el expresidente de la empresa en el país, Kai-Fu Lee, en una entrevista con Efe.

A su juicio "Google tiene muy difícil entrar en el mercado chino, como lo tienen Amazon y Facebook. Cuando los mercados se han solidificado y los usuarios han creados hábitos, penetrar en el mismo sin ofrecer alguna ventaja tecnológica es casi imposible". 

Lee, que dejó la empresa en 2009, antes de que cesara su actividad en el país, considera que la buena acogida que en su momento tuvo Google entre la población china se debió a que aterrizó "lo suficientemente temprano, cuando el mercado aún no estaba hecho". 

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