Dudas sobre el futuro de Dia: sin plan B en caso de un adiós acelerado de Fridman

  • Incertidumbre sobre el futuro del grupo de supermercados tras la marcha de Stephan DuCharme, su presidente y mano derecha del inversor ruso.
El magnate ruso Mikhail Fridman
El magnate ruso Mikhail Fridman
YouTube

No hay una jornada tranquila para Dia. El grupo de supermercados abre otra puerta hacia la incertidumbre que, además, le lleva a tocar otro nuevo mínimo histórico en bolsa. El detonante de este último traspiés ha sido la inesperada renuncia de su presidente, quien sólo lleva en el cargo desde mediados de octubre: Stephan DuCharme. El directivo deja de ser la cabeza (eso sí, no ejecutiva) de la compañía y, también, abandona su consejo de administración.

El adiós es significativo porque se trata de la mano derecha de Mikhail Fridman, el magnate ruso dueño del 29% de Dia y de quien el mercado lleva meses esperando una oferta de compra (opa) por la empresa que ahora, con esta renuncia, puede quedar en entredicho. Oficialmente, Dia ha justificado la marcha de DuCharme asegurando que Fridman mantiene su vocación de ser accionista minoritario y que tiene voluntad de "apoyo" a la sociedad a largo plazo. 

Esa "plena confianza", si no se materializa en una oferta de compra, dejará que las acciones de Dia sigan 'bailando' en bolsa al ritmo de los acontecimientos, porque el grupo de distribución carece de accionistas de referencia al margen de Fridman. Por detrás del inversor ruso, sólo hay una participación significativa: el 3,177% que actualmente controla Société Générale, que no tiene vocación alguna de permanencia.

Y "no hay plan B", según indican fuentes próximas a la compañía. Si Fridman no lanza una oferta por la totalidad del capital y no carga sobre sus espaldas el respaldo financiero para solventar los problemas que atraviesa el grupo, la desconfianza de los inversores puede acrecentarse. En esa situación, la búsqueda de un nuevo inversor, por ejemplo, de otra firma competidora, volvería a sobrevolar a la sociedad con sede en la madrileña localidad de Las Rozas. 

Los motivos del adiós

La compañía justifica la marcha de DuCharme por su voluntad de centrarse en la dirección de L1 Retail, la cadena de supermercados rusa controlada por Fridman a través de Letterone, su brazo inversor, con el que también ha desembarcado en Dia. Su puesto lo ocupará, de forma provisional, Richard Golding, cuya experiencia se centra más en el sector de los fabricantes que de los distribuidores. Fue director de marketing de Cadbury Schweppes y presidente y consejero delegado del grupo de alimentación RJR Nabisco. Además, Golding es actualmente presidente no ejecutivo de Parques Reunidos

Ante este cambio de piezas, inesperado, el mercado ha vuelto a reaccionar con un golpe a la cotización de la enseña de supermercados. Este miércoles ha vuelto a ahondar su mínimo en bolsa desde que saltó al parqué en 2011. Perforó la barrera de los 0,60 euros por acción (concluyó la sesión a 0,59) y dejó su capitalización en 365 millones de euros.

Dia acrecenta su presión no sólo por su evolución en el parqué, también porque su deuda ha caminado al alza en los últimos trimestres. Ha pasado de los 891,3 millones de euros de pasivo que tenía al concluir el último ejercicio a los 1.422,1 millones que asumía al 30 de septiembre.

Esa última cifra supone una ratio de 3,1 veces ebitda (resultado de explotación) y si llega a la cota de 3,5 veces comenzarán a saltar los 'covenants' (garantías) que Dia pactó con sus bancos acreedores. Ese límite está cada vez más cerca. Por ello, su consejero delegado, Antonio Coto, ha asumido que está renegociando la reestructuración de su deuda con la banca (entre otros, con Santander y BBVA). Y, con estos traspiés en el parqué, no resulta sencillo recuperar la confianza.

Mostrar comentarios