Telefónica, Vodafone y Orange se ponen en guardia tras la subasta alemana del 5G

  • Esperan que el Ejecutivo español no tenga la tentación de recaudar demasiado y advierten de que lo que se paga en espectro no se invierte en red.
5g alemania
5g alemania

Casi tres meses de intensas negociaciones. Medio millar de rondas con enorme competencia para pujar. Y más de 6.500 millones de euros de pagos que deberán afrontar compañías como Telefónica o Vodafone en los próximos años. Así fue la escalada de la subasta de frecuencias para la red 5G en Alemania que ha puesto en guardia a las operadoras en España. Unas operadoras que a esta preocupación suman otra: la incertidumbre que causa el veto de Huawei (y los posibles retrasos en el despliegue).

La subasta en el país germano no es comparable a la que se va a hacer en España en el primer semestre de 2020. Básicamente porque esta venta se refiere a buena parte del espectro que España ya vendió el año pasado por 438 millones de euros. Es decir, la banda (3,4-3,6 gigahercios) en la que arrancarán las primeras conexiones de esta red ultrarrápida, pero que no es la óptima para explotar al máximo sus capacidades. Sin embargo, supone un precedente importante para el sector, teniendo en cuenta lo que sucedió en Italia en octubre pasado, con precios disparados.

Todos admiten que ha sido una subasta negativa para el sector. Lo dice también la agencia de calificación Moody´s que, pese a todo, no va a bajar ninguna calificación de los actores de esa subasta. Los precios pagados demuestran la fuerte competencia en el sector por conseguir el mejor espectro posible en esta carrera, con el cuarto operador del sector (el 'Másmóvil alemán') pujando y creando cierta tensión en el resto.

La cuenta atrás para la subasta española (de la banda de 700MHz, hoy ocupada por algunas cadenas de TDT, que deberán ser movidas en el llamado 'segundo dividendo digital' pues está mucho más optimizada para estas redes) ya ha arrancado con Alemania e Italia en la retina. Desde el Gobierno se han apresurado en los últimos meses a advertir de que su objetivo no va a ser recaudatorio y que sólo buscarán facilitar la adquisición del espectro para allanar el camino del despliegue en una batalla que va a ser global. "No va a ser demasiado onerosa", aseguró el pasado mes de octubre Roberto Sánchez, director general de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información. Sin embargo, las necesidades de ingresos por parte del Ejecutivo pueden suponer una tentación para elevar los precios.

Las grandes operadoras españolas ya se han puesto en guardia. No quieren que esto suceda en España, pues sería una losa importante, tras años de fuertes inversiones en fibra y con un escenario en Europa de dura competencia (y precios elevados) en las futuras subastas. "El mensaje es claro: lo que gastes en espectro no va a otras cosas, pues la generación de caja de las empresas es la que es", apuntan desde Telefónica. Se niegan a dar previsiones en público, aunque internamente ya manejan algunas cifras. Y evidentemente estas son muy superiores a los casi 440 millones comprometidos el año pasado.

Hay otro aspecto que ha marcado la subasta alemana que también podría hacerlo en la española. Y es la presencia del cuarto operador, Másmóvil, en las diferentes pujas. Desde los tres grandes operadores -Telefónica y Vodafone, entre ellos- de Alemania hubo críticas soterradas por la actitud de Drillisch, el cuarto en discordia en aquel mercado. "Su oferta continua causó daños de 4.000 millones en toda la industria", se quejó una fuente de uno de sus oponentes en declaraciones a Reuters. En España, la CNMC hizo un guiño a Másmóvil hace ahora justo un año y dijo que había que tener en cuenta la situación de la compañía -que hoy debe 'tirar' de contratos mayoristas con varios de los operadores grandes para su red fija y móvil- en la subasta y en las compromisos que se exijan.

Las condiciones de la subasta, clave

Desde las operadoras entienden que una fuerte inversión en espectro frenará el despliegue y retrasará llegada de un 5G a pleno rendimiento, pues los lanzamientos de Vodafone en España y de otros operadores en mercados europeos son aún muy limitados. No hay que olvidar que las compañías llegan con un fuerte endeudamiento y la necesidad de 'repagar' ese pasivo con parte de esa caja. Son optimistas al ver los posicionamientos previos del Gobierno, pero no las tienen todas consigo.

Pero, ¿cuáles serían los factores que determinarán los precios de la subasta española de la banda de 700MHz? Fuentes del sector explican que el precio de salida que fije el Ejecutivo es clave. Pero también lo es la cantidad de espectro, pues si los bloques que salen a la venta son muy limitados el peaje va a ser mucho más alto -esta banda es clave para los desarrollos futuros-.

A esto habría que sumar también las condiciones de pago y la flexibilidad para afrontarlas en un momento delicado para las cuentas de todas ellas. En el caso de la venta en España del año pasado se permitió realizar un primer pago inicial equivalente a la vigésima parte del precio final y el resto de manera anualizada, distribuido a lo largo de todo el periodo de concesión.

Otras incertidumbres: Huawei y el Gobierno

Todas estas condiciones de la subasta deberán ser impuestas por el Ejecutivo español. Y aquí hay otro motivo de incertidumbre para el sector, pues aún no hay un Gobierno formado tras las elecciones del pasado 28 de abril. No es el único factor preocupación. Huawei y el veto de Estados Unidos sobrevuela a todo el sector en Europa. Lo que suceda con el gigante chino en los próximos meses será decisivo para el despliegue pues es uno de los tres principales proveedores de infraestructura para redes de telecomunicaciones en Europa.

Este es el panorama que se le dibuja a las telecos. El 5G es una de las grandes preocupaciones de los inversores de este sector, que ven con recelo todas estas inversiones a futuro. Y el antecedente alemán (e italiano) ya ha puesto en guardia a las compañías en España.

Mostrar comentarios