Duro Felguera ha puesto al ralentí la búsqueda de un socio hasta conseguir aumentar su valoración a ojos del mercado. Con la entrada de los 80 millones de euros correspondientes al segundo tramo del rescate de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), la ingeniería asturiana ha dado un vuelco a su lista de prioridades para centrarse en la búsqueda de nuevos clientes, poniendo el foco en el mercado internacional, donde el grupo que desde el pasado mayo dirige Jaime Argüelles ha detectado grandes contratos con los que la compañía espera recuperar el lustre perdido.
La ambición de la nueva directiva es volver a los resultados que la compañía registraba cuando Duro Felguera funcionaba a pleno pulmón. La empresa espera sacar partido de su nueva situación, una vez que la banca acreedora, con Santander a la cabeza, ha aprobado la concesión de una nueva línea de avales por importe de hasta 80 millones de euros. Con este colchón Duro Felguera está en disposición de volver a dar la batalla en los carrera por la adjudicación de grandes contratos más allá del territorio nacional.
La compañía ya ha detectado un cambio de actitud en los grandes clientes, que hace tiempo que cerraron la puerta al grupo para acceder a sus contratos, dada la incertidumbre que generaba la tensa situación financiera por la que atravesaba el grupo. Tras sellar el rescate público, por valor de 120 millones, los clientes han vuelto a tender su mano a Duro Felguera, una situación que la empresa espera aprovechar para elevar su precio de cara a la entrada de un inversor que obtenga el visto bueno del Consejo y el conjunto de accionistas.
Hasta el momento, las muestras de interés que ha recibido Alantra, el banco mandatado por Duro Felguera para encontrar socios que le aporten músculo financiero en su nueva etapa, no han terminado de convencer al actual Consejo de la ingeniería asturiana. Los rumores de concurso han mermado su valoración, una circunstancia que el grupo espera revertir tras haber saneado sus cuentas.
La compañía no ha definido una horquilla para la participación que podría tomar el eventual inversor. Duro Felguera está abierta a dar entrada a un inversor que tome hasta el 29% del capital del grupo, algo que obligaría al Gobierno a dar su visto bueno a la operación en caso de que dicho inversor sea una entidad extranjera, cosa probable pues, hasta el momento, buena parte de las ofertas recibidas provienen de fondos de pensiones y firmas de capital riesgo afincadas fuera de las fronteras nacionales.
Las ofertas recibidas hasta ahora no terminan de convencer al actual Consejo de Duro Felguera, que espera elevar el precio de puja con nuevos contratos
Lo más probable es que Duro Felguera deba pasar por este trámite, dada la extensión por parte del Gobierno del blindaje a empresas estratégicas, el conocido como 'escudo antiopas', hasta el 31 de diciembre de 2022. En virtud de dicha prórroga, que el Consejo de Ministros aprobó el pasado 23 de noviembre, el Ejecutivo debe autorizar las inversiones extranjeras en empresas estratégicas que superen el 10% del capital.
La compañía asturiana forma parte de ese grupo de firmas estratégicas, entre otras razones, porque bajo su perímetro se encuentra Epicom, la filial especializada en comunicaciones críticas militares. La Sepi incluyó en la lista de exigencias para conceder la ayuda pública la toma del 40% de Epicom y una opción de compra a mayores por el 60% restante. El holding público puede activar dicho derecho en cualquier momento, una baza que allanaría los planes del Gobierno para armar un 'hub' de defensa en torno a Indra.
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