Presentación de resultados el viernes

La crisis diplomática en Argelia arroja más gasolina al fuego de Duro Felguera

La tensión entre España y Argel a raíz del giro de Moncloa sobre el Sáhara Occidental ha impactado en la ingeniería asturiana, que ha sufrido el retraso de proyectos multimillonarios en el país magrebí.

La crisis diplomática con Argelia arroja gasolina al fuego de Duro Felguera
La crisis diplomática con Argelia arroja gasolina al fuego de Duro Felguera
La Información

La ruptura política entre España y Argelia a raíz del giro de Moncloa en el conflicto del Sáhara Occidental, hace ya más de un año, sigue marcando el compás de la relación comercial entre ambos países. Argel ha contestado con una revisión implacable de los contratos de suministro de gas a compañías como Naturgy Cepsa. La onda expansiva del conflicto ha dejado víctimas colaterales. Duro Felguera lo ha sufrido en sus propias carnes. Argel ha obstaculizado algunos de los proyectos multimillonarios que la compañía tiene adjudicados en el país magrebí. 

En concreto, esta coyuntura está afectando a la ejecución del proyecto Djelfa. La empresa que preside Jaime Argüelles anunció en 2021 la reactivación de este contrato, valorado en 544 millones de euros, para la construcción de una central de ciclo combinado con una capacidad de 1.500 MW, la planta de mayor potencia de las construidas por el grupo hasta la fecha. En los últimos meses, desde Argel han puesto palos en las ruedas al proyecto, según fuentes cercanas a la compañía consultadas por La Información.

La empresa se verá obligada a ampliar los plazos previstos para la puesta en marcha de la megacentral argelina. Estos retrasos suponen un duro golpe para Duro Felguera, que necesita culminar proyectos -que hasta ahora han consumido recursos de la compañía- para reactivar la generación de caja y cumplir con los hitos de facturación a los que se comprometió en el marco del rescate de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

La cifra de contratación del grupo ha alcanzado los 144 millones de euros en lo que va de año. El objetivo de la compañía es lograr 500 millones de facturación en 2024, todo un hito teniendo en cuenta el punto de partida de la empresa. La sociedad cerró 2021 con un beneficio neto de 22,6 millones, tras el balón de oxígeno de la SEPI, frente a los 'números rojos' por importe de 171,6 millones de 2020. 

Duro Felguera rema con viento de cara. La crisis política en Argel ha arrojado más gasolina al fuego de la ingeniería asturiana en un momento ya de por sí delicado por el efecto económico de la invasión rusa de Ucrania. Un año después de recibir los 120 millones de euros del rescate público, la empresa sigue sin cumplir algunos de los requisitos que el Gobierno impuso como condición sine qua non para desembolsar la ayuda estatal. El grupo admitió en mayo haber destinado el 69% de los fondos públicos a la actividad natural del negocio -costes operativos- de sus distintas filiales, como publicó La Información.

Es el caso del acuerdo para la entrada de un inversor que cuente con el visto bueno del holding estatal. La SEPI redactó, de hecho, una cláusula especial en el acuerdo del rescate de Duro Felguera que permitiría al holding público exigir a la ingeniería la "amortización obligatoria anticipada total en el supuesto de que exista un cambio de control no permitido". La dilación en la búsqueda de un socio preocupa al mercado que este lunes castigó a la sociedad con una caída del 25% en bolsa, hasta los 0,5 euros por acción. 

La SEPI puede forzar la amortización "inmediata" de los 120 millones del rescate si el grupo incorpora a un inversor que no obtenga el visto bueno del holding

Si bien el desplome debe analizarse considerando el escaso free float que mantiene la compañía, el episodio forzó un paso al frente de la ejecutiva del grupo asturiano, que pidió permiso a la CNMV para lanzar un comunicado al mercado a solo cuatro días para su próxima presentación de resultados, la primera del año, prevista para el viernes 30 de septiembre

En dicho comunicado, Duro Felguera aseguró que se encuentra "en una fase muy avanzada para la incorporación de inversores estratégicos", cuya entrada se estructurará a través de una ampliación de capital. Según fuentes financieras, el grupo aspira a obtener unos fondos propios de 36 millones de euros, el importe que la banca acreedora se negó a concederle este verano. 

Desde una de las entidades financieras con exposición a la entidad aseguran a este diario que existe preocupación por la "opacidad" con la que la empresa está llevando la búsqueda de inversores. Duro Felguera informó al mercado de que ya ha firmado un acuerdo de intenciones (Memorandum of Understanding en la jerga) con una lista corta de socios industriales. El anuncio calmó al mercado, impulsando de nuevo la cotización del grupo. No tuvo el mismo efecto en los acreedores, donde apuntan que dicho documento no implica ningún compromiso para ninguna de las partes.

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