Ambas partes deben ponerse de acuerdo

Los bancos y la SEPI buscan encajar el puzle para el rescate de Duro Felguera

La sociedad estatal dependiente del Ministerio de Hacienda estudia la solicitud de la compañía asturiana y prevé comunicar su decisión en los próximos días. 

Duro Felguera es una de las empresas que han solicitado el rescate del Estado.
Duro Felguera es una de las empresas que han solicitado el rescate del Estado.
EFE

Sin la banca no hay fondo de rescate de la SEPI y sin la SEPI no hay acuerdo de reestructuración de la banca. Esta es la idea que subyace en los últimos movimientos alrededor de la petición de rescate que Duro Felguera cursó hace ya varios meses al instrumento público para salvar empresas estratégicas. Tras varias semanas en 'stand-by', ambas partes, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y la banca, tratan de encajar el puzle que lleve a lograr la supervivencia de la compañía, una opción que se da por sentada y que podría llegar la próxima semana. 

Duro Felguera solicitó inicialmente al organismo dependiente del Ministerio de Hacienda un total de 100 millones de euros -30 mediante una ampliación de capital y los otros 70 en un préstamo participativo-. El pasado mes de diciembre sumaba a estas cuantías otros 20 millones de euros a través de un nuevo préstamo ordinario. Las dudas se colocaron entonces sobre la solicitud ya que, según apuntan fuentes conocedoras a La Información, a la ya de por sí incierta opción de otorgar las ayudas por la naturaleza de la compañía y su último desempeño se sumaba a la nueva petición. 

Ahora, las negociaciones se han reactivado y banca y SEPI tratan de llegar a un acuerdo para salvar la compañía. Fuentes financieras confirman a este medio que "pinta bien" el proceso, pero destacan que para que concluya con éxito deben conseguir encajar las piezas del rompecabezas entre ambas partes de las negociaciones. Cabe recordar que más allá de la solicitud de la ingeniería asturiana al organismo público, Duro Felguera lleva varios años pidiendo el apoyo de la banca para conseguir nueva financiación que le permitiese salir al mercado y acometer futuros proyectos con solvencia.

La posición de las entidades financieras -Banco Cooperativo, Liberbank, BBVA, Bankia, CaixaBank, Sabadell y Santander- ante la petición de la capitalización de deuda y la necesidad de una línea de 110 millones de avales ha sido hasta ahora siempre la misma: 'no'. El 'pool' solicitaba a la compañía que ahora capitanean Rosa Aza y José María Orihuela más medidas que garantizasen su viabilidad. Un ambicioso plan de desinversiones, un socio privado... la asturiana ha intentado varias opciones, pero ninguna ha fructificado. 

La entrada de la SEPI sería ese revulsivo que necesita la banca para activar el plan financiero que la compañía persigue

La entrada de la SEPI sería ese revulsivo que necesita la banca para activar el plan y, a su vez, la aprobación de la solicitud de ayuda pública al fondo de rescate de empresas estratégicas dependería de que la banca apoye el proyecto y aporte los avales solicitados. "Esto es un puzle en el que tienen que casar todas las piezas", señalan fuentes conocedoras de las negociaciones entre las tres partes. "Si falla una, no hay plan", remachan. 

La sociedad estatal del Ministerio de Hacienda ha tenido que salvar presiones internas y externas para llegar a este punto. Los principales puntos de fricción que han surgido en los últimos meses tendrían que ver, tal y como refieren fuentes conocedoras, con varios temas diferentes. Por un lado, ha sido clave el origen de los problemas económicos que está atravesando la empresa. Algunas voces recordaban que Duro Felguera lleva años arrastrando daños financieros y que, como piden las bases del fondo, no son consecuencia de la Covid-19, si bien sí que se han visto acrecentados con la situación sanitaria sobrevenida. 

Pero este problema no es el único que ha tenido que salvar para conseguir que, como señalan fuentes al tanto de los movimientos de este expediente, el rescate de Duro Felguera "pinte bien". La compañía asturiana mantiene una deuda con Hacienda de 120 millones de euros que actualmente está suspendida por la Audiencia Nacional de forma cautelar hasta que el Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC) tome una decisión definitiva. Las bases del fondo exigen "hallarse al corriente a 31 de diciembre de 2019 en el cumplimiento de las obligaciones tributarias o frente a la Seguridad Social impuestas por las disposiciones vigentes", pero el recurso podría salvarles. 

Este tema tiene, además, un importante trasfondo políticoDuro Felguera incluyó en su consejo de administración a Valeriano Gómez y Jordi Sevilla, dos exministros socialistas de los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero. Este hecho ha provocado recelo en el ala más conservadora del parlamento ante la idea de que se pueda utilizar el fondo de SEPI como un salvavidas de empresas zombis, por lo que desde el Partido Popular se han puesto alerta y vigilarán cada movimiento que se produzca en este sentido.  

El foco está ahora en el acuerdo que la banca y el ente público puedan alcanzar y en el papel que jugará el actual equipo directivo en la compañía una vez que el capital estatal desembarque en Gijón. Fuentes conocedoras señalan que será necesario que la dirección de Duro Felguera guarde buena relación con todas las partes del acuerdo además de realizar una gestión eficaz, al tiempo que recuerdan los continuos conflictos que ha vivido el actual CEO, José María Orihuela. 

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