Duro Felguera trata de cerrar el rescate que la lleve a la evitar la quiebra. Para facilitarlo, solo cuatro días antes de recibir el visto bueno definitivo del Consejo de Ministros para que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) la salvase, decidió traspasar hasta el 40% del capital de Epicom, su filial clave de comunicaciones militares, al hólding público que ahora capitanea Belén Gualda. La compañía asturiana puso sobre la mesa varias opciones para conseguir el apoyo del fondo de solvencia para empresas estratégicas que recibió luz verde el pasado mes de marzo y que, a día de hoy, está en jaque por los incumplimientos de ciertas condiciones necesarias para entregar el dinero prometido.
Con este gesto, SEPI tendrá al mismo tiempo un 40% de Epicom y un 18,71% de Indra, empresa que también dedica parte de su actividad al campo de las comunicaciones encriptadas. Cabe recordar que a finales de 2019, cuando la situación financiera de Duro Felguera se había enquistado y necesitaba convencer a los bancos de su solvencia, se colgó el cartel de 'se vende' en esta filial clave. Entonces pujaban por ella dos compañías del sector, la semipública Indra por un lado y Tecnobit-Grupo Oesía, por otro, las únicas dos empresas en España que cuentan con el certificado del Ministerio de Defensa para quedarse con esta actividad.
Tras varios meses de pugna, Duro Felguera decidió retirar de la venta esta filial y quedársela para afrontar un año de pandemia que entonces aún no se vislumbraba. El pasado 5 de marzo, solo cuatro días antes de que el Consejo de Ministros aprobase la ayuda pública de la SEPI para la compañía asturiana, se producía la trasacción. Este movimiento es crucial para el futuro del sector, pues según confirman fuentes del entorno, los trabajos que se desarrollan -se contrata directamente con el Centro Criptológico Nacional, que depende del CNI- son claves para la seguridad nacional.
Pese a que se desconocen los pormenores de la operación, a finales de 2019, cuando el objetivo de Duro Felguera era vender el 100% del capital de Epicom, las compañías involucradas en el proceso de venta manejaban unas cifras que rondaban los 10 millones de euros. El mercado de este tipo de compañías es pequeño, pues la empresa que se quede con ella debe tener el beneplácito del Ministerio de Defensa debido a las actividades que desarrolla. La firma que ahora tendrá a SEPI en el accionariado tiene el nivel de seguridad OTAN y el 'nivel secreto', dos de los certificados de seguridad en la parte más alta del escalafón.
Duro Felguera, que ahora se queda con el 60% del capital, señaló en su último informe anual enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que el objetivo de esta filial es aumentar su base de clientes " a cuerpos y fuerzas del Estado en España y a países de la EU y OTAN". De acuerdo con la citada documentación, buscará incrementar las capacidades de venta y desarrollo tecnológico para ofrecer productos adaptados a las necesidades de los nuevos clientes. Fuentes cercanas a la compañía señalan a La Información que parte del capital de Epicom con el que se ha quedado Duro Felguera es garantía de la última financiación sindicada que firmó la compañía en 2018.
El rescate, en jaque
El rescate de Duro Felguera por parte de la SEPI recibió la luz verde del Consejo de Ministros el pasado 9 de marzo, el mismo día que el polémico salvavidas de Plus Ultra. Los 120 millones prometidos se dividen en varias partidas: la suscripción de una ampliación de capital por valor de 30 millones de euros y un préstamo participativo y otro ordinario de 70 y 30 millones, respectivamente. El desembolso debía hacerse en dos fases, la primera de ellas era de 40 millones de euros y la compañía asturiana debía cumplir unas determinadas condiciones económicas para recibir el dinero antes del 31 de marzo. No fue así.
Duro Felguera solicitó una ampliación del plazo de un mes. Este movimiento debía permitirles cumplir los requerimientos solicitados por SEPI y recibir el dinero antes de finales de este mes de abril. Fuentes conocedoras de los movimientos de la compañía señalan a La Información que la empresa sigue trabajando en ello pese a que a día de hoy no ha cumplido aún con los requerimientos solicitados. SEPI elegirá dos de los consejeros de la compañía. El primer nombre parece estar claro, será Juan Ramón García Secades, expresidente de Hunosa. En cambio, el centro de atención está ahora en quién sustituirá al CEO, José María Orihuela, puesto para el que el hólding público está buscando un directivo cercano al PSOE de Asturias que, por el momento, no ha encontrado.
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