Ejercicio de transparencia

La EBA coloca a la banca española como el farolillo rojo de Europa en solvencia

La autoridad que dirige el español José Manuel Campa vuelve a situar a las entidades del país a la cola del Viejo Continente en términos de capital CET1, solo por detrás de Grecia.

José Manuel Campa
José Manuel Campa, presidente de la EBA
Europa Press

Los bancos españoles siguen a la cola de toda Europa en términos de capital. La Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) ha hecho público este viernes su tradicional ejercicio de transparencia y de él se desprende que las entidades del país sitúan su solvencia en unos niveles muy rezagados, en el 12,7%. La media de la Unión Europea es del 15,5%. Solo es superado por Grecia, cuyo sector financiero coloca su ratio CET1 'fully loaded' en el 10,8%. A pesar de este puesto, el organismo europeo asegura que la solvencia ha ido mejorando de forma general durante los últimos meses gracias a los sólidos resultados generados durante la primera parte de 2021. 

En cualquier caso, recuerda: "Aunque las recomendaciones del Banco Central Europeo (BCE) sobre la distribución de capital hayan expirado, los bancos no deben aplicar políticas de recompras de acciones o de dividendos excesivamente generosas". Esta advertencia llega precisamente cuando BBVA ha puesto en marcha una de las mayores recompras de acciones de todo el Viejo Continente, por 3.500 millones de euros. Banco Santander, aunque de menor tamaño, también activó una y precisamente hace unos días la ha completado. Paralelamente, ambas entidades han distribuido dividendos en efectivo. 

Pero aunque la media de CET1 en nuestro país es del 12,7%, existen excepciones si se observa a un nivel más desagregado. Unicaja Banco y Kutxabank no solo obtienen el galardón como las entidades más solventes en España, sino que también superan a la media europea. La entidad andaluza eleva su ratio de capital hasta el 17,69% y la vasca lo hace hasta el 16,98%. Al otro lado de la balanza se colocan Banco Santander, tras anotarse un 11,7%, y Banco Sabadell, con un 11,89%. BBVA coloca su ratio de capital en el 14,17%, seguido de Banco de Crédito Social Cooperativo (12,93%), Ibercaja (12,72%), Abanca (12,54%), CaixaBank (12,48%) y Bankinter (12,2%).

La EBA inició sus trabajos de análisis el pasado mes de septiembre con el fin de tener bajo control los riesgos y las vulnerabilidades de las entidades y publicar todo lo recopilado este viernes. No obstante, se trata de un ejercicio diferente a los test de estrés, los cuales requieren de una enorme carga de trabajo por parte de los equipos gestores de cada banco. En este caso, el organismo se basa exclusivamente en los datos que recopila de los informes de supervisión de alrededor de 120 entidades participantes. 

El organismo que preside José Manuel Campa también observa que la calidad de los activos ha mejorado, aunque teme por las carteras conformadas por préstamos a sectores específicos y los que se han beneficiado de medidas de apoyo público. En España se están movilizando 140.0000 millones de euros en avales a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) con apoyo de las entidades financieras. Pero mientras, la tasa de activos problemáticos (NPL, por sus siglas en inglés) ha seguido cayendo y ya se sitúa en el 2,3% en Europa, que se ha visto respaldada por varias titulizaciones de préstamos dudosos de gran magnitud. 

Le preocupan los préstamos con avales públicos y el repunte en el precio de la vivienda junto al foco de la banca en hipotecas

Sin embargo, la morosidad en las exposiciones a los sectores más afectados por la pandemia, como el turismo o el transporte, muestra una tendencia al alza. La calidad de los activos de los préstamos avalados son un motivo de preocupación para la EBA, que ya constata una proporción mayor de este tipo de créditos clasificados en 'Stage 2' o, directamente, en mora. También le inquieta el repunte en el precio de la vivienda y el hecho de que la banca tenga puesto el foco en las hipotecas. Cree que este binomio puede convertirse en una fuente de vulnerabilidad en el futuro.  

La rentabilidad, aunque ha avanzado por buen camino, tiene todavía desafíos estructurales que hay que empezar a capear. Los ingresos operativos netos de los bancos no se han recuperado a niveles anteriores a la pandemia y el entorno de bajos tipos de interés o incluso negativos sigue afectando los márgenes. A esto se le suma la elevada competencia no solo entre los bancos, sino también con las fintech y las bigtech. En términos de gobernanza, las entidades han logrado dar pasos relacionados con los riesgos ESG. Con todo, cree que todavía hay mucho trabajo por hacer en este ámbio, desde un giro en las estrategias comerciales, hasta en las áreas del dato o de las evaluaciones. 

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