140.000 millones en juego

Economía ultima con la banca un marco de gestión para canalizar los fondos UE

El Ministerio, el ICO y las entidades han intensificado sus contactos durante las últimas semanas para buscar la fórmula en que el sector financiero canalizará las ayudas, que quedará reflejada en un protocolo.  

El nuevo secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, en su toma de posesión.
El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés.
Bruno Pérez | EFE

El sector bancario volverá a ser el protagonista en el contexto de recuperación post-Covid. El Gobierno tomó la mano de las entidades financieras para la gestión de los préstamos avalados desde el principio de la crisis sanitaria y volverá a hacer lo mismo en cuanto vaya llegando el dinero que le corresponde a España del plan de la Unión Europea para hacer frente a las secuelas de la pandemia. Con el fin de estar preparados, el Ministerio de Asuntos Económicos, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y los directivos de los principales bancos han estrechado contactos durante las últimas semanas para buscar la fórmula en la que articular los fondos, que quedará reflejada en un protocolo de actuación. 

El proyecto aún es incipiente, pero si antes apenas se hablaba del mero papel de la banca en la canalización de las ayudas europeas, ya empiezan a establecerse puntos en común en lo que respecta a la articulación de las mismas y que quedarán detallados en un documento marco que tendrán que firmar todos los actores, según han confirmado fuentes del sector financiero consultadas por La Información. Las conversaciones se están centrando sobre todo en programas específicos que, además de la subvención, requieren de financiación adicional. El rol predominante que asumirán los bancos en la salida de la crisis hace necesarias estas discusiones, puesto que además de tratarse de dinero público, sacarán provecho del mismo gracias al efecto multiplicador. 

Precisamente ayer, el secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés, aseguró en un Encuentro Financiero que gran parte de la actividad del sector durante los próximos cuatro o cinco años estará muy conectada a lo que generen los fondos 'Next Generation EU'. El jefe de la secretaría del área económica confía en que las entidades serán capaces de no concentrar las ayudas en las zonas de mayor dinamismo económico o en las grandes compañías. A pesar de los significativos ajustes realizados por el sector en la red comercial, afirmó que tienen la capilaridad para llegar hasta los pueblos de menos de 5.000 habitantes, así como a las pequeñas empresas. 

Gran parte de la actividad bancaria en los próximos cuatro años estará muy conectada a los fondos europeos

Pero aunque los contactos con el Ejecutivo no habían empezado a pegar el acelerón hasta ahora, los bancos llevan meses preparando a sus equipos para atender, asesorar y gestionar las ayudas europeas que acabará solicitando el tejido productivo o incluso los hogares. De hecho, el sector bancario ha declarado en innumerables ocasiones que quería jugar un papel esencial, incluso cuando el plan de recuperación europeo todavía era algo embrionario. Hay bancos que hasta han subordinado parte de sus nuevos objetivos estratégicos a la cuota de mercado que podrán captar con el respaldo de este dinero y su potencial amplificador. Algunos banqueros calculan que tienen el potencial de multiplicar cada euro de las ayudas, por tres o cuatro euros extra.

La idea es que las inversiones tengan la rentabilidad económica y social más alta posible. Los ejes principales, eso sí, han sido ya marcados por el propio Gobierno. La transición energética es uno de los núcleos del presupuesto. Las empresas que estén impulsando nuevas actividades y procesos en este ámbito van a poder beneficiarse de los fondos, pero van a requerir de evaluaciones, capital adicional o deuda para complementar las subvenciones y aquí es donde entra el rol del sector privado. También encaja aquí el programa de rehabilitación y regeneración urbana, por el que se ayudará a financiar actuaciones en barrios por un importe máximo de unos 24.000 euros en cada vivienda, con ayudas de hasta el 80%, es decir, de más de 19.000 euros por casa cuando haya mejoras energéticas importantes.

El segundo eje fundamental será la digitalización. La banca en este caso puede aportar adicionalmente la experiencia incorporando estas tecnologías en el modelo de negocio y en la prestación de servicios. Su asesoramiento a las pymes y a la Administración Pública será crucial, puesto que este problema no lo es tanto entre las grandes empresas. La tercera pata es el impulso al ecosistema emprendedor, ayudando a escalar a las empresas innovadoras en el ámbito digital. 

Uno de los frutos que ha dado la crisis del coronavirus ha sido el empujón experimentado en la colaboración público-privada. Aunque ya era habitual antes, la participación de la banca con las administraciones en este contexto ha sido constante. En la primera fase, cuando estalló de golpe la pandemia, se coordinaron rápidamente, aunque la organización se volvió compleja en alguna ocasión. En los avales ICO, el protocolo de actuación no llegó hasta mucho más adelante, pero para esta etapa de recuperación han querido estar más prevenidos empezando a buscar la manera de articular los fondos con mayor antelación. 

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