EEUU, al estilo '007': prueba mochilas voladoras para sus fuerzas especiales

  • El modelo que utilizarán es el JB11, desarrollado bajo un acuerdo de cooperación firmado en 2016 con la compañía JetPack Aviation.
Sean Connery usando un 'jetpack' como James Bond en 'Thunderball'.
Sean Connery usando un 'jetpack' como James Bond en 'Thunderball'.

El impulso del Departamento de Defensa de EEUU a las nuevas tecnologías está cerca de alcanzar los límites de la ciencia ficción. Después de adoptar el uso de cegadores de visión similares a los de 'Men in Black', o potenciar el desarrollo y uso de armas láser, el personal de las Fuerzas Especiales (SOF) tendrá la oportunidad de probar la utilidad en sus misiones de mochilas autopropulsadas.

Hasta la fecha solo el cine nos había ofrecido una referencia clara del uso de este tipo de artefactos, siendo la más destacada la aparición de una mochila voladora surgida del departamento Q para la 'Operación Trueno' (Thunderball, 1965) que protagonizaba el agente James Bond, 007. Ese ingenio fue replicado por el Ejército estadounidense, e incluso hizo una aparición en la apertura de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles.

Con los años han surgido dispositivos similares más avanzados y de mayor autonomía, como los que pudieron ver los aficionados a la Fórmula 1 en la previa de algunas pruebas del mundial del pasado año. 

Ahora, los miembros de las SOF de EEUU probarán la capacidad de estos ingenios para misiones de extracción de objetivos o para la preparación de operaciones desde la altura. El modelo que utilizarán es el JB11, que está siendo desarrollado bajo un acuerdo de cooperación firmado en 2016 por la compañía JetPack Aviation con el Comando de Operaciones Especiales y el departamento que engloba a unidades como los SEAL.

El modelo JB11 de JetPack Aviation en acción
El modelo JB11 de JetPack Aviation en acción. / L.I.

"Estamos probando que un pequeño vehículo aéreo impulsado por una poderosa turbina pueda satisfacer las necesidades de las más exigentes unidades de SOF y de la industria con seguridad, eficiencia y un coste asequible", señala David Mayman, CEO de la compañía, en un comunicado. El acuerdo supondrá que los SEAL probarán el JB11 tanto en su modalidad con cable como en la de vuelo libre.

Según recoge la publicación especializada Jane's, el JB11 es hoy día una tecnología en su séptimo nivel de desarrollo. El sistema VTOL (vertical take-off and landing) está propulsado con un motor de turbina alimentado por queroseno, diésel, y en algunos prototipos para el futuro por hidrógeno. El vuelo es controlado de forma automática por un ordenador central, y ha sido diseñado para su rápido montaje y desmontaje, además de incluir un paracaídas de emergencia. El piloto puede cargar con él sin necesidad de ayuda.

La compañía fabricante está considerando crear una versión de vuelo autónomo más adelante, pero por ahora, la que usarán los miembros del SEAL tiene una autonomía de 15 minutos a toda potencia. Eso supone una velocidad máxima de 193 km/h, y un radio de alcance de 25 kilómetros. En cualquier caso, los pilotos deben pesar menos de 100 kilos.

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