Efecto Primark: el grupo francés Kiabi dispara un 10% sus ventas en España

  • Mantiene abierta una disputa con la Agencia Tributaria en la que la cadena de distribución textil se juega más de 2,2 millones de euros.
Imagen del exterior de una tienda de Kiabi.
Imagen del exterior de una tienda de Kiabi.

Hay vida en la moda 'low cost' más allá de Primark. La firma francesa Kiabi ha tratado en los últimos años de reposicionarse, precisamente, en la misma línea que el gigante irlandés: ha salido de los centros comerciales de las afueras de las grandes ciudades para abrir tiendas en las principales arterias comerciales. Y sigue creciendo a mucho más ritmo que otros grupos de distribución textil con precios más caros.

Kiabi disparó casi un 10% sus ingresos en el último año. Logró un volumen de ventas de 201,3 millones de euros (frente a los 183,2 millones del año anterior) con las 52 tiendas que tiene en España. Sin embargo, su beneficio se recortó considerablemente, en más de dos millones de euros. En concreto ganó, 7,2 millones. El motivo, los impuestos. En 2015, su saldo con Hacienda le salió a favor, porque el Fisco le devolvió más de 3,6 millones de euros, lo que repercutió positivamente en su resultado.

Kiabi acelera sus ingresos en España (un año antes crecía a un ritmo del 8%) pero está lejos de la velocidad de Primark. La empresa de Dublín aún no ha presentado sus resultados del último año (que concluyó el 31 de agosto) así que para saber cómo le va en España hay que ir a sus datos del ejercicio previo, cuando abrió su local en Gran Vía. Y Kiabi casi roza su crecimiento. Ese año, Primark disparó su ventas en España un 14%, hasta 1.048,3 millones de euros. A esa cifra de ingresos de sus tiendas le suma otros 320 millones de ventas a su matriz irlandesa.

El 'low cost' deja así atrás la evolución de ingresos del gran consumo. Por ejemplo, Inditex sigue siendo el principal actor de su mercado doméstico. Aquí logra más de 4.251 millones de euros, pero crece mucho más despacio; un 6,2%. Una de las razones de su contención es que tiene muy difícil abrir más tiendas, dada la capilaridad de su red, porque suma más de 1.700 establecimientos. Por eso, en los últimos años ha cambiado de estrategia, cerrando locales pequeños para abrir espacios más grandes.

En el caso de su principal rival, el grupo sueco H&M, su volumen de negocios en España avanza aún más despacio. En su último año, creció un 4% e ingresó en España 718 millones de euros.

Al centro de la ciudad

Kiabi también ha dado el salto a centro de ciudad. Después del verano abrió su primera tienda en el centro de Barcelona, en el Paseo de Gracia. Una vía que, tradicionalmente, ha estado ocupada por las enseñas de precios más altos, mientras que las cadenas de consumo más masivo se decantan por Portal del Ángel. En Madrid aún no ha abierto en el centro.

Imagen del exterior de una tienda de Kiabi.
Imagen del exterior de una tienda de Kiabi.

Detrás de Kiabi está la familia francesa Mulliez. El mismo apellido propietario de otras cadenas de gran consumo, como el gigante de los hipermercados Alcampo, del bricolaje Leroy Merlin o el grupo de artículos y prendas deportivas Decathlon. Se trata de una de las principales fortunas de Francia (se estima en 30.000 millones de euros) y, también, más discretas, porque sus apariciones públicas son contadas.

Sólo con el negocio de hipermercados, los propietarios de Alcampo han repatriado desde España a Francia más de 30 millones de euros de dividendo. Mientras, las cifras de Decathlon en 2016 aún no son públicas y, en el caso de Kiabi, el reparto de dividendo ha alcanzado los 6,5 millones, según explica en sus últimas cuentas.

En ellas reconoce que aún tiene un frente abierto con Hacienda. En 2011, la Agencia Tributaria le abrió inspección que acabó en el levantamiento de actas, a las que Kiabi se opuso. Un pleito aún por resolver al cierre del último año fiscal, porque estaba pendiente de recibir respuesta del Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC) de Madrid. Y guardaba una hucha para hacer frente a este proceso. Mantenía provisionados más de 2,2 millones para responder a esa inspección.

Mostrar comentarios