Los stocks se agotan

Tic, tac... El motor acelera contrarreloj ante la escasez de suministros de China

  • Las marcas españolas que fabrican 'just in time' buscan vías alternativas para sustituir su dependencia de los componentes chinos.
Cadena de montaje de la industria del automóvil
Cadena de montaje de la industria del automóvil
EUROPA PRESS - Archivo

El sector del automóvil va a ser uno de los grandes paganos de los efectos que la propagación del coronavirus va a provocar en la economía española. A pesar de que las grandes marcas y las patronales del sector intentan frenar los mensajes de alarmismo, tanto desde el ámbito de la exportación de componentes y vehículos, como en fuentes empresariales de algunas de esas enseñas, se advierte que la ruptura de la cadena de suministro que supone el cierre de algunas de las principales plantas de la industria auxiliar en China va a tener un impacto inevitable en materia ventas y horas de trabajo.

El Gobierno, a través del Ministerio de Economía, ha abierto un canal permanente de comunicación con las empresas implantadas en España, tanto en lo que respecta a las marcas de coches como del lado de los componentes de automoción. Cabe advertir que se trata de uno de los capítulos más importantes de la exportación española medida en volumen de negocio, con algo más del 15% del total en el año 2019 y más de 43.500 millones de euros. Según han explicado fuentes empresariales, el objetivo del Gobierno es tener monitorizados los datos sobre la evolución de su negocio cada día, de forma que se pueda prever cualquier comportamiento negativo.

Una de las mayores preocupaciones que se han detectado en las últimas semanas, constatada desde el lado empresarial, es que los stcoks de algunas piezas y recambios básicos procedentes de China se agotan sin que haya, por el momento, opciones para recomponerlos desde otras plantas o mercados internacionales. En plantas como Seat, por ejemplo, se asegura oficialmente que hasta ahora no han tenido que paralizar ninguna línea de producción, si bien admiten que ya no se hacen horas o turnos extraordinarios, incluso en el ámbito de su principal fábrica catalana ven agotado el almacenaje de algunas piezas procedentes de China. A pesar de que en los últimos días se han buscado vías alternativas a los proveedores paralizados en Wuhan, enla marca saben que si la crisis sanitaria se prolonga en la zona cero habrá que llegar a tomar medidas drásticas, como reducir la producción o paralizar algunas líneas.

El resto de las marcas que ensamblan vehículos en España (Iveco-Pegaso, Mercedes-Benz, Nissan, Opel, PSA, Renault o Volkswagen) están elaborando planes de contingencia para paliar los efectos de esta crisis en sus modelos de producción ‘just in time’, sobre todo en todos aquellos casos en los que tienen fábricas de componentes en el entorno de Wuhan. En España hay 17 plantas de coches, que fabrican más de 40 modelos distintos y ocupan a 300.000 personas de forma directa y casi dos millones en empleo indirecto.

Uno de los hándicaps con los que se encuentran los datos oficiales de comercio exterior sobre el sector de la automoción en España es el retraso en su confirmación. Desde Comercio se lleva un decalaje de dos meses para obtener los datos definitivos y completos sobre todos los sectores exportadores, es decir, para conocer lo ocurrido en el primer trimestre del año hay que esperar al mes de mayo, y eso puede suponer llegar demasiado tarde a la hora de tomar medidas de emergencia en una industria clave para la economía española.

En el caso del mercado chino, se cuenta además con que el año nuevo paralizó el país en enero y el cierre de algunas plantas se prolongó por la crisis del virus, de forma que una vez reanudadas algunas producciones, no se sabe si su evolución lenta responde a una recuperación ralentizada de la demanda o a un problema real, explican fuentes expertas en temas de comercio exterior con aquel país.

Desde el punto de vista de la producción, la alternativa que manejan los empresarios del sector está en buscar esas piezas en otros mercados del mundo, si bien advierten que eso supone una gran complicación a la hora de alcanzar los niveles de calidad y tecnología que las plantas españolas necesitan. Del lado de la exportación, el mercado chino también absorbe una buena parte de los componentes de automoción que se fabrican en España (un volumen superior a los 600 millones de euros), si bien en este caso, el mayor problema está en buscar transportes alternativos al barco, donde el riesgo de contagio es mayor y puede llegar a suponer una paralización de la carga.

Este mismo miércoles, la agencia de medición de riesgo Moody's ha advertido que las ventas automovilísticas mundiales bajarán un 2,5 % en 2020 debido al coronavirus, una caída mayor que la sus analistas habían calculado antes de la propagación del virus, que era del 0,9 %, informa la agencia Efe. Según su vicepresidente senior, Falk Frey, la agencia prevé que las ventas de automóviles suban "sólo modestamente en 2021", con un crecimiento del 1,5 %. Moody's dice haber revisado a la baja sus pronósticos de ventas porque la propagación del coronavirus afecta a la demanda de automóviles e interrumpe las cadenas de suministro. 

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