En 2021 ya se redujo la producción

El BCE admite que el problema con los semiconductores se mantendrá en 2022

Asimismo, consideran que la reducción de la escasez de mano de obra en los próximos meses "dependerá de la evolución del apoyo público, así como de las medidas de contención de la pandemia.

Planta automovilística. RENAULT (Foto de ARCHIVO) 30/3/2021
Renault admite que el problema con los semiconductores se mantendrá en 2022.
RENAULT

 El Banco Central Europeo (BCE) prevé que la escasez de semiconductores se mantendrá hasta finales de 2022 o hasta 2023 porque para aumentar la producción es necesario "un nivel elevado de inversión". En un artículo de su último boletín económico, publicado este jueves, los economistas del BCE esperan que "las disrupciones en las cadenas de suministro mejoren gradualmente en la segunda mitad de 2022", aunque existe un alto grado de incertidumbre respecto a su evolución.

Algunas disrupciones podrían tardar más tiempo en resolverse que otras y van a generar subidas de los precios. "Por ejemplo, para que la producción de semiconductores reciba un impulso significativo es necesario un nivel elevado de inversión que aumente la capacidad productiva y, teniendo en cuenta el plazo que se requiere para ello, no cabe esperar mejoras considerables hasta más avanzado el año 2022 o en 2023", según los economistas del BCE.

Asimismo, consideran que la reducción de la escasez de mano de obra en los próximos meses "dependerá de la evolución del apoyo público, así como de las medidas de contención de la pandemia y de la cantidad de nuevos casos de COVID-19".

Los costes de transporte se han reducido recientemente, pero permanecen próximos a sus máximos históricos. La reducción se ha producido como consecuencia de factores transitorios, como la reapertura de los puertos del sur de Asia, dado que habían descendido los contagios por COVID-19. Los economistas del BCE prevén que las dificultades persistan durante la mayor parte de 2022 o durante todo el año y ven riesgos de que se produzcan nuevas disrupciones en las cadenas de suministro, "especialmente si empeora la situación pandémica".

"La nueva variante ómicron ha reavivado la preocupación acerca de una intensificación de la pandemia en todo el mundo", observan los autores del artículo. "Los brotes pueden provocar cierres localizados en puertos o en empresas, lo que generaría nuevas disrupciones en la producción y en el transporte y, por consiguiente, supondría un lastre para la actividad al tiempo que ejercería presiones al alza sobre los precios", advierten. Las nuevas medidas de contención para frenar su propagación, (por ejemplo, restricciones a la movilidad y los vuelos internacionales), pueden volver a desplazar la demanda de consumo a los bienes en detrimento de los servicios, lo que agravaría los cuellos de botella en la oferta.

Un descenso de la demanda de consumo global podría aliviar algo las restricciones de oferta a escala mundial que parecen derivarse de la fuerte demanda. "Por último, si la producción de semiconductores y la capacidad del sector de transporte marítimo aumentan a un ritmo mayor de lo esperado, las disrupciones en las cadenas de suministro podrían resolverse con más rapidez", añaden.

El consejero delegado de Renault, Luca de Meo, reconoció este jueves que los problemas de aprovisionamiento en semiconductores van a continuar durante todo este año, sobre todo en la primera mitad, pero menos que en 2021, cuando se tuvo que reducir la producción en 500.000 vehículos. "Pensamos que vamos a tener perturbaciones todo el año, pero sobre todo en el primer semestre", explicó De Meo en un seminario con periodistas organizado en el centro técnico que el grupo automovilístico tiene en Guyancourt, en la región de París. 

Reconoció que la situación actual "es difícil" con algunos proveedores en chips que no quiso nombrar. Preguntado sobre si cree que este año esa escasez de chips será más o menos importante, respondió que "no creo que sea peor" puesto que "las capacidades se van ajustando" a la demanda. 

Poco antes, había confirmado que el grupo ha tenido que reducir los volúmenes de producción en 500.000 vehículos a causa de la falta de semiconductores.

El consejero delegado hizo un repaso de la marcha de su plan de transformación Renaulution, presentado hace un año, y destacó "la profundidad" de los cambios que se han producido en estos doce meses, en los que aseguró que ya se han cumplido los primeros objetivos financieros. En concreto, señaló que se ha conseguido tanto la reducción en 2.000 millones de euros de los costos fijos y la disminución del punto muerto en un 30 %.

Y eso -subrayó- a pesar de los "vientos contrarios" derivados de fenómenos como la escasez de semiconductores. Afirmó que los nuevos vehículos que se han lanzado han funcionado mejor de lo que se esperaba. En el caso del Arkana, precisó que hay más de 60.000 encargos y que el 60 % de las ventas va al segmento de los clientes particulares, el más rentable.

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