No corren buenos tiempo para Nintendo. El fabricante y desarrollador de consolas y videojuegos ha presentado este jueves las cuentas correspondientes al primer trimestre fiscal, finalizado en junio, en donde registró un beneficio neto atribuido de 92.747 millones de yenes (716 millones de euros), lo que equivale a reducir un 12,9% las ganancias contabilizadas en el mismo periodo del ejercicio anterior.
Las ventas netas que la compañía nipona ha registrado entre abril y junio alcanzaron los 322.647 millones de yenes (2.491 millones de euros), una cifra inferior en un 9,9% a la ingresada por el desarrollador de consolas en el mismo periodo de 2020.
En el trimestre, los ingresos de Nintendo en Japón disminuyeron un 16%, hasta 71.395 millones de yenes (551 millones de euros) y un 12,7% en Europa, hasta 77.946 millones de yenes (602 millones de euros), mientras que en América elevó un 2,9 sus ventas, hasta 140.428 millones de yenes (1.084 millones de euros).
"El impacto tanto de la Covid-19 como de la escasez global de semiconductores crea un estado de incertidumbre continua, con la posibilidad de un impacto futuro en la producción y los envíos", ha advertido la compañía japonesa, que ha asegurado que está tomando todas las medidas necesarias.
Para el conjunto de su año fiscal, que cerrará en marzo de 2022, Nintendo espera alcanzar una cifra de negocio de 1,6 billones de yenes (12.350 millones de euros), un 9% menos que en el ejercicio anterior, así como un beneficio neto de 340.000 millones de yenes (2.625 millones de euros), un 29,2% menos.
